“Countdown To Extinction”: Megadeth alcanzan la cúspide

Corre el año 1992, MEGADETH da un giro en su estilo y se suma a otras grandes bandas del Thrash Metal como METALLICA (Black Album), ANTHRAX (Sound of White Noise) y TESTAMENT (The Ritual), actualizando su sonido y adecuándolo a los tiempos que corren. En plena explosión del Grunge, la gente mira hacia lo que se estaba haciendo en Seattle y abandona al Metal; renovarse o morir. MEGADETH apuesta por lo primero y gana, no sólo consiguiendo sobrevivir a la ola de rock alternativo si no llegando a lo más alto, Dave Mustaine consigue su sueño, disputarle al fin el cetro a METALLICA.

En enero de 1992 entraron en el estudio para grabar “Countdown to Extiction”, previamente de haber pasado por dos meses largos de ensayos y pre-producción, el pelirrojo decide acometer la grabación de un nuevo disco. Tras el exitoso “Rust in Peace”, por primera vez en mucho tiempo se dan dos condiciones idóneas para que todo saliera a pedir de boca. La primera de ellas es que los problemas de la banda con las drogas y el alcohol se atenuaron, o por lo menos las sustancias empezaron a no ser las protagonistas en el estudio de grabación, todos sabemos que fueron las culpables de su expulsión de METALLICA, o de ocasionar graves problemas en el seno de la banda en la grabación y posterior tour del disco “So Far, So Good, So…What?.

La segunda condición que se dio para que el disco fuera todo un éxito consistió en repetir el line-up de la banda, al tándem Mutaine-Ellefson se les había unido el virtuoso a la guitarra ex – CACOPHONY Marty Friedman, y a las baquetas Nick Menza, en el “Rust in Peace” ya dieron buena cuenta de la calidad que ambos atesoraban, sobre todo Friedman que se erigió en un “contrincante” más que serio para Mustaine, ya no reinaba sólo en los riffs, había que compartir sitio con un guitarrista de gran calidad.

Mustaine siempre mencionó que la grabación del “Rust in Peace” se realizó a contrarreloj, sin tiempo casi para desarrollar correctamente los temas, y sobre todo que fueron elaborados casi en su totalidad por Mustaine, los demás músicos poco tuvieron que decir en la creación de los mismos, además enseguida se tuvieron que lanzar a la carretera para comenzar su promoción; en cambio con el “Countdown to Exticition”, fue todo lo contrario, estuvieron ensayando a conciencia, midiendo hasta el más mínimo detalle, era un grupo realmente cohesionado, su interés estaba ya únicamente en la música y no en ganar dinero para ir corriendo a gastárselo en drogas y más drogas.

La producción del disco corrió a cargo de Max Norman, que elevó la calidad en el sonido de la banda hasta lugares que nunca habrían pensado alcanzar. Todo sonó preciso y contundente a la vez, abandonaron el Thrash Metal de la vieja escuela por así decirlo, y abrazaron sonidos que, sin perder dureza, entraban en aspectos más melódicos y accesibles que en anteriores obras suyas. No renunciaron a sus raíces pero sí se renovaron, incluso a modo de anécdota huyeron en cierto modo de su propio esterotipo, al prescindir en la portada a su querida mascota Vic Rattlehead, que por primera vez les abandonaba, en un guiño hacia nuevos caminos por explorar.

Con respecto a la temática del álbum, no se alejaron demasiado de lo que acostumbraban a contar en sus obras, si en el “Rust in Peace” se tocaban tem
as variados desde el peligro nuclear, la política etc… en este “Countdown to Exticiton” se centró su mensaje de manera inequívoca en una visión apocalíptica del ser humano y el peligro que representa el mismo para al humanidad y nuestro planeta.

El giro casi copernicano del grupo le valió dar el pelotazo definitivo en el Star System, de ser un grupo, por así decirlo, underground, pasó a engrosar los primeros puestos de las principales listas musicales de los USA, llegando a colocarse de manera sorprendente en el nº 2 de Billboard durante 12 semanas consecutivas e incluso ser nominados para los premios Grammy; pasaron de tocar en pequeños recintos, a protagonizar giras de envergadura siendo unos de lo cabeza de cartel junto a IRON MAIDEN en el “Monster of Rock” de ese año.

David Mustaine lo había logrado, el patito feo expulsado de METALLICA llegó a lo más alto y se consagra como unos de los tótem del metal, siendo capaz de mirar cara a cara a los Hetfield y compañía, y quitarse en cierto modo los complejos que le hacían limitarse como compositor y músico.

Todo no iba a ser bueno, y tras la gira europea, comenzó la americana y estuvo cerca de encontrar la muerte al ingerir de manera abusiva, tranquilizantes y alcohol, lo que fue el principo del fin del abandono de las sustancias estupefacientes y su abrazo hacia el lado cristiano y religioso que ahora profesa.

Lo que vendría después en el ámbito musical fue bueno, pero no llegó a las cotas alcanzadas por el “Countdown”, “Youthanasia” les mantuvo en lo alto y comenzó la caída del grupo en lo compositivo que se vio reflejada en su disco “Risk”, donde ya no estaba Menza y sería la última grabación con el grupo de Friedman, cerrando la mejor etapa del grupo.

El pasado 6 de noviembre se lanzó al mercado la edición que celebra los veinte años de la grabación de este álbum, la caja contiene, además de la edición remasterizada del álbum, un segundo cd con un directo del mismo año 1992 en San Francisco, un nuevo libreto, un poster y postales, éste es el track list:

CD 1

01. Skin O’ My Teeth02. Symphony Of Destruction03. Architecture Of Aggression04. Foreclosure Of A Dream05. Sweating Bullets06. This Was My Life07. Countdown To Extinction08. High Speed Dirt09. Psychotron10. Captive Honour11. Ashes In Your Mouth

CD 2 – Live At Cow Palace, 1992

01. Intro02. Holy Wars…The Punishment Due03. Skin O’ My Teeth04. Wake Up Dead05. Hangar 1806. Countdown To Extinction07. Foreclosure Of A Dream08. This Was My Life09. Lucretia10. Sweating Bullets11. In My Darkest Hour12. The Conjuring

No me puedo resistir a reseñar esta obra maestra, aunque no la realizaré de manera exhaustiva, por no aburrir al personal, se ha hablado mucho del disco y poco más podría añadir, resaltaré de cada tema lo más llamativo y, sobre todo, me centraré en su himno “Symphony of Destruction”.

El álbum se abre con “Skin O’ My Teeth”, recuerdo como el primer día, el comienzo alucinante con la intro de batería, Menza rompe las baquetas y todo se desencadena, tema rápido y directo, gran solo de guitarra a mitad de canción, pasarela perfecta para el pelotazo del álbum.

“Symphony of Destruction” o la piedra filosofal de MEGADETH, no sólo consiguieron su consagración con este álbum, sino que encontraron la canción que todo grupo querría tener, un himno que cuando suena en cualquier parte sabes de quién se trata, Mustaine señalo en 1992 lo siguiente del tema:

“Básicamente lo que habla esta canción es sobre pescar a una persona basada en el estereotipo Numbskull (es decir una persona tonta, idiota o estúpida) y hacerle un cambio… O sea ducharlo y afeitarlo, colocarlo en un traje de mono y que pueda dirigir el país. Es decir, que sea un típico mono desde ese día. A medida que comienza a ser una marioneta política, las cosas empiezan a empeorar en el país.

En fín, es sobre los grupos de personas que llegan a su propia destrucción por un líder que es más o menos un títere de un gobierno fantasma. Casi todos los líderes que hemos tenido y que no han acabado con una bala en la cabeza son unos títeres políticos. ”

Mustaine también recuerda cómo se inspiró para componer el tema:

“Fue lo que comunmente se conoce como un golpe de suerte. Lo recuerdo como si fuera ayer. Conducía por la Riverside Drive en Toluca Lake rumbo a mi casa e iba anotando todo lo que me salía en el papel. Incluso llegué a escribir parte de la letra en el reverso de los papeles donde tramitaba mi salida de la cárcel”

Marty Friedman también recuerda como fue su grabación: “Esto era lo más parecido a un ‘hit’. La versión original de esta canción era mucho más larga, pero tuvimos que editarla bastante en la pre-producción para poder sacarla en el disco. Realmente me gustaba como todas las canciones de Megadeth, pero lo que más me llamaba la atención era su simpleza y el ritmo que no cambiaba mucho.

Después del temazo, el disco prosigue con “Architecture of Agression”, uno de los temas más brutales del disco, es una mezcla de heavy y thrash metal a la vez, estribillo muy melódico y Menza destrozando la batería, tema donde la base rítmica lleva la voz cantante; Effelson y Menza se salen. Sigue la estela de este tema, el corte “Foreclosure of a Dream”, algo más lento que el anterior, combina partes pesadas y lentas con otras más melódicas, Friedman realiza un gran solo.

Punto culminante del álbum es “Sweating Bullets” que a la postre se ha convertido en otro de los himnos del grupo, una canción que lo tiene todo, cambios de ritmo constantes, voz de Mustaine agresiva y desafiante y un final brutal, Metal por los cuatro costados.

Con “This Was My Life”, nos relajamos un poco, tema que baja la intensidad de lo ofrecido en el álbum, no es un mal tema pero es de lo más flojito del disco.

Llegamos al tema que da nombre al disco”Countdown to Extiction” tema de corte, por así decirlo algo melódico, con toques a medio tiempo, todo engalanado con unos punteos de guitarras excepcionales; radicalmente opuesto es el siguiente tema “ High Speed Dirt”, de corte speedico, con buenas guitarras y ritmo adecuado, simple pero muy efectivo.

Una de las sorpresas de álbum es la cibernética “Psychotron”, con una base rítmica a prueba de bombas, tema en el que se van intercalando pequeños solos de guitarra que dan al tema una calidad excepcional; además hay que unir la ambientación que consigue crear el grupo, con unos efectos que terminan por hacerte creer que un Cyborg te va a asesinar.

Llegamos a la última fase del disco con “Captive Honour”, tema muy metálico a la vez que melódico, recordemos que comienza con guitarras acústicas y que desemboca en puro heavy metal, el solo de guitarra es de los que hacen época; y se cierra definitivamente el álbum con “Ashes in Your Mouth” broche de oro que vuelve a sus raíces Thrash, alternando de nuevo melodía, para finalizar de nuevo con contundencia y agresividad, puro MEGADETH.

Terminamos, disco capital, sin este “Countdwon to Exctintion” no sólo los MEGADETH no serían lo que son ahora, incluso me atrevería a decir que el Metal de ahora tampoco sería igual, hace unos días Mustaine óa la prensa que vuelve a entrar en el estudio en breve, sigo esperando una segunda parte de todo esto, o, como poco, algo que me recuerde esta obra maestra; grandes MEGADETH.

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