Jimmy Page y su amor por las artes oscuras
El sentirnos atraídos por lo oscuro, lo tenebroso, lo malvado es inherente al ser humano. Lo prohibido siempre ha ejercido una influencia muy fuerte hacia la esencia del ser humano. Basta para que le prohíbas algo a alguien y esa persona experimentará como poco una curiosidad insana hacia ello.
En el mundo de la música tenemos ejemplos de este tipo para parar un tren, pero quien se lleva la palma es sin lugar a dudas uno de los mejores guitarristas de la historia del rock: Jimmy Page.
La historia de Jimmy Page con el mundo del ocultismo es para escribir varios libros. Su fascinación por la magia negra, el ocultismo y lo diabólico fue una constante en la carrera de Led Zeppelin. Sus compañeros intentaron alejarse en buena medida de todo este mundo, pero su esfuerzo fue en vano. Page impregnó todo el universo Zeppelin de un ocultismo a flor de piel.
A principios de los años 70 la veneración de Page hacia la figura de Aleister Crowley era infinita. El brujo de las estrellas del rock, era la guía que tomaba Page para transitar por este mundo. Su admiración fue tan grande que en 1971 adquirió la mansión Boleskin House, cerca del Lago Ness. En ese lugar tan extraño y a la vez atrayente tuvieron lugar varías ceremonias de la sociedad Astrum Argentum, una secta de culto esotérico fundada por el brujo antes comentado. Las leyendas que se cernían sobre esta mansión eran muy conocidas en la época: ritos satánicos, espíritus etc… todo bajo el hecho verídico de tener un túnel que conectaba con el cementerio del pueblo Foyers, y fue construida sobre una capilla del siglo XVII. Esta capilla se destruyó con un incendio con muchas personas dentro.
En los discos de Led Zeppelin la temática ocultista llegó a su máximo esplendor con el álbum “IV”. Como todos sabéis se cambiaron los nombres de los integrantes de la banda, por símbolos esotéricos. La portada incluye a un personaje misterioso que mucha gente lo atribuye a Aleister Crowley. En el álbum “III”, se puede escuchar la famosa cita de Crowley “Haz lo que tú quieras, será toda Ley”. Las
canciones del repertorio de la banda también han sido asociadas con el ocultismo. Temas como “Dazed & Confused”, “Whole Lotta Love”, “The Battle of Evermore”, “Stairway to Heaven”, “Four Sticks”, “No Quarter” y “Kashmir”, fueron acusados de contener mensajes satánicos en sus letras.
Quien se llevó la palma en este tipo de leyendas fue el tema “Starway To Heaven”, muchas personas al escuchar el álbum al revés creyeron oír esta frase: Here’s to my sweet satan» / «Aquí está mi dulce Satán”. Esto siempre fue desmentido por la banda.
Led Zeppelin tuvo un final trágico. Los detractores de la banda atribuyeron esta mala suerte, a la connivencia de Page con las artes oscuras. Cierto o no, lo que sí es verdadero es lo desdichado que fue el final de la formación inglesa.
El infortunio se cebó en la última época de la formación. Desde cuatro años atrás, 1975, Led Zeppelin empezó a tener signos de que su final sería abrupto y desagradable.
La mala suerte se cebó sobre todo con Robert Plant. Primero sufriría en la isla de Rodas (Grecia), un brutal accidente de tráfico con su mujer, sus dos hijos y la hija de Page, que estuvo a punto de acabar con sus vidas. Y qué decir de la muerte de su hijo Karac en 1977. Plant se hundió en una fuerte depresión, y su días de ídolo de masas pasaron a mejor vida.
El día 24 de septiembre de 1980 algo se rompería para siempre. Esa malograda jornada Bonham consumió vodka en cantidades industriales, terminando desvanecido por tanta ingesta de alcohol. Sus compañeros lo arrastraron literalmente hacia la cama para que se le pasara la borrachera. Fue hallado cadaver la mañana del 25 de septiembre. El mal acechó y golpeó duramente a la banda y nada fue igual.
Más apuntes que nos señalan este amor por el ocultismo de Page, fue la apertura de Page de una librería de temática ocultista llamada The Equinox. Toda clase de imaginería satanista y referencias a su maestro Crowley engalanaban esta siniestra tienda.
Decir que la “afición” por estos temas de Page fuera la causante de las desgracias de Led Zeppelin es mucho decir. Lo que sí está claro es que quien juega con fuego al final se quema.