La importancia de James Hetfield en Metallica
Viejos fantasmas han llegado de nuevo al seno de Metallica. Como todos sabéis hace un par de días la banda de San Francisco emitió un comunicado en el que se ponía de manifiesto la recaída en el alcoholismo de James Hetfield, su entrada en rehabilitación y por tanto la suspensión de la gira que tenía que hacer la banda por Australia y Nueva Zelanda.
La noticia ha sido un jarro de agua fría para los fans de Metallica. Hetfield llevaba fuera del alcohol al menos 17 años. Nos tendríamos que remontar a la época de grabación del álbum “St. Anger”, para ver una crisis parecida en la banda.
Lo vivido hace 17 años estuvo a punto de acabar con los de San Francisco. Si Hetfield, como vimos en el documental “Some Kind A Monster”, está fuera de juego Metallica no puede andar.
La figura del guitarra rítmica y líder a partes iguales con Lars Ulrich, es esencial para la vida de esta legendaria formación. Hetfield es sencillamente el motor de la banda. El eje entorno al cual pivota todo el engranaje de la formación estadounidense.
Mucha gente habla de la pérdida de Cliff Burton como una ausencia muy importante dentro de Metallica, siendo esto cierto, el no regreso de Hetfield sería definitivo para la historia de los cuatro jinetes.
Hetfield además de ser el compositor de casi todas las canciones de la banda, a partes iguales muchas veces con Ulrich, es el líder nato de la formación. Ulrich acapara los focos de manera mediática, pero es Hetfield el que maneja buena parte de los hilos de manera interna; de sus decisiones depende el devenir de todo lo que es esencial para el desarrollo diario de Metallica.
Si a todo ello unimos que es la voz de la banda, su ausencia se torna realmente imprescindible para el futuro de la misma.
Es cierto que en el mundo del rock nadie es imprescindible, pero hay figuras que a nuestro parecer si lo son, y este es el caso de Hetfield. Sería algo incomprensible escuchar sus canciones sin su voz.
La imagen tan deteriorada que presentaba en los últimos tiempos era un aviso de lo que estaba ocurriendo. No queremos ser alarmistas, pero entrar en una dinámica de rehabilitaciones con más de 50 años a tus espaldas, no es nada fácil de resolver.
Esperamos que Metallica salga de este hoyo. Son más viejos que hace 17 años, eso es obvio, pero también tienen más experiencia para lidiar con estas difíciles situaciones. Además la figura de Robert Trujillo se ha vuelto más grande y su aportación será fundamental para que la nave llegue a buen puerto. Recordemos que en la época del “St. Anger”, Metallica venía de tener que buscar un nuevo bajista, con las dificultades añadidas que conllevaba, suplir la baja de Jason Newsted y lidiar con los problemas de alcoholismo de Hetfield.
No caigamos en la frivolidad. El alcohol es una droga igual de destructiva que cualquier otra, y no hay que menospreciar sus efectos devastadores en la salud de cualquiera.
Hetfield es un tipo duro, y confiamos en que pueda superar esta dura prueba que le ha puesto la vida de nuevo; desde aquí le deseamos todo lo mejor y una pronta recuperación. Necesitamos a Metallica en nuestras vidas…