Metallica nos recuerdan en Barcelona por qué son los reyes del metal
Queridos haters de Metallica, siento deciros que los de San Francisco son todavía la banda más grande del planeta. Anoche en un abarrotado Palau Sant Jordi de Barcelona, dieron otra lección magistral de como se debe realizar un show antes más de 16.000 personas, derrochando poderío, tablas y eficacia a prueba de bomba.
Antes vayamos al principio, los teloneros eran los noruegos Kverletak, una de las bandas con más proyección actual dentro del mundo de los sonidos distorsionados. Los escandinavos dieron una pequeña muestra de lo que pueden hacer sobre un escenario. En general su actuación estuvo bien, no les acompaño el sonido, pero lo dieron todo para intentar caldear el ambiente. Presentaron su último disco “Nattesferd” y cumplieron con nota su misión.
Pasadas las 21,20 de la noche comenzó a sonar primero el “It’s a Long Way To The Top (If You Wanna Rock’n Roll) de los AC/DC, para dar paso con apagón de luces previo, a la celebérrima “The Ecstasy Of Gold” del gran Ennio Morricone; el Palau ya se venía abajo. La banda asalta el escenario con un acelerado “Hardwired”, seguido de “Atlas, Rise! He de decir que el sonido en los dos primeras canciones dejó bastante que desear, a partir de la tercera “Seek And Destroy” todo encajó mejor y se veía a la banda ya más a gusto sobre el tatami-escenario, que estaba situado en medio de la zona de pista del Palau.
La banda se mostró muy comunicativa durante todo el show. Hetfield como maestro de ceremonias no tiene precio y ejerció como tal, derrochando energía y simpatía. Ulrich a lo suyo acaparando la atención que necesita para sentirse importante dentro de la banda, Trujillo y Hammet muy enchufados fueron escuderos perfectos de esta gran noche de metal.
Tras enloquecer el público con “Seek And Destroy”, llegaron “Through The Never”, y “Welcome Home Sanitarium”; con este corte la comunión con el público fue total.
Curiosa fue lo desarrollado en el tema “Now That We’re Dead”, ya que hicieron los 4 una jam session especial de percusión, muy espectacular, en medio del escenario; momento para el recuerdo.
Hetfield recordó a la gente que sufre con “Confusion”, para llegar a otro momento álgido de la noche, la colosal interpretación de “For Whom The Bell Tolls.
Llegamos al meridiano del espectáculo con un temazo como “Halo Of Fire” realmente bien ejecutado por la banda, para pasar sin descanso a uno de los momentos divertidos de la noche. Mucho se había especulado sobre cual sería el cover especial que harían en Barcelona, tras versionar en los dos shows de Madrid a Obús y Barón Rojo. Nos quedamos flipando al escuchar como Trujillo a la voz y acompañado por Hammet realizaron una versión de la rumba catalana “El Muerto Vivo” que tanto popularizó Peret, momento curioso y chocante escuchar ese tema en un concierto de Metallica; a algunos no le habrá gustado pero creo que hay que reconocerles el detalle. Posteriormente Trujillo en homenaje a Cliff Burton interpretó la pieza instrumental “(Anesthesia) Pulling Teeth”.
De nuevo con la banda al completo llegó el cover “Breadfan”, para enlazar con el tema del álbum “Reload”, “The Memory Remains”, con otro momento mágico del show; todo el estadio en pie coreando el estribillo.
“Moth Into Flame”, quedó espectacular en cuanto a luminotecnia pero floja en lo musical, todo lo contrario de la exhuberante “Sad But True”, que rompió el Palau en dos.
Llegamos a la parte final del show con “One” como tema estrella, para enlazar con uno de los momentos más brutales del concierto, la enésima interpretación de la banda del “Master Of Puppets”, donde el combo de San Francisco se dejó el alma.
Primera despedida de los norteamericanos, para regresar con los bises. El primero en caer fue la brutal “Spit Out The Bone”, que enlazó con la nostálgica y bella “Nothing Else Matters”, con un Palau Sant Jordi ya reventado por los cuatro costados.
Todo acabó con “Enter Sandman” y un público entregado hasta el tuétano por los de San Francisco.
Brutal show de Metallica en la gira de presentación por nuestro país de su último álbum “Hardwired… To Self-Destruct”. Maravillosa la entrega de toda la banda, es muy meritorio ver como unos dioses de la música se siguen dejando los huevos sobre el escenario; algo de lo que deberían aprender muchas bandas.
Energía, buen rollo, música brutal y fiesta, eso es lo que nos ofrecieron Metallica; no se puede pedir más, bueno sí, que vuelvan cuanto antes.
