“The Unforgiven”, Metallica clama ante lo imperdonable

Si uno no arriesga en esta vida no gana. Si esperas sentado a que te lleguen cosas buenas, mucho nos tememos que no conseguirás nada. En la música pasa igual, si una banda va a piñón fijo, no perderá seguidores pero difícilmente los ganará. En la enésima vuelta de tuerca en la carrera de Metallica, el tema “The Unforgiven” representa una nueva cota alcanzada por la banda de San Francisco; subieron a la cima y pusieron su bandera.

“The Unforgiven”, es una power ballad, que nos la encontramos en el celebérrimo “Black Album”, ya sabéis el trabajo que llevó a la banda al mainstream más absoluto. Ulrich y compañía querían hacer una balada que saliera de los estándares establecidos para las canciones lentas en el metal o el thrash metal en concreto. Su deseo era huir de temas ya creados por la formación norteamericana como “Fade To Black” o “One”. Metallica optó por cambiar él método de composición, distorsionando los versos y modificando la melodía de los coros, poniendo en el epicentro de la canción a la voz de James Hetfield.

Hetfield por primera vez en su carrera modula su voz, como si se tratara de un crooner a la antigua usanza. En una entrevista concedida por el productor del álbum Bob Rock, comentaba que se había inspirado en la manera de cantar de Chris Isaak, famoso por su tema “Wicked Game”.

El comienzo del tema suena a western por los cuatro costados. La banda supuestamente utilizó el comienzo de la banda sonora del film de Clint Eastwood, “The Unforgiven”, aunque otros hablan que se trata de “Por un puñado de dólares”. Lo que sí es cierto es que la banda utilizó la melodía al revés para que no apareciera en los títulos de crédito y así no tener problema con los derechos de autor.

El tema en lo letrístico tiene una aroma íntimo, de contrición ante las vicisitudes de la vida. Una persona que está llegando al fin de sus días y se pregunta del por qué de las putadas que ha tenido que padecer.

La canción tuvo dos secuelas, por un lado “The Unforgiven II”, insertada en el álbum “Reload”, más hard rock y “The Unforgiven III”, con aroma más metalero incluida en el álbum “Death Magnetic”.

Sea como fuere, estamos ante una de las canciones más bellas escritas por Metallica, que quedó algo eclipsada por la balada de desamor “Nothing Else Matters”.


Aquí os la dejamos:

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