“Waterloo”, ABBA llegan al estrellato
¿Qué tienen en común Napoleón y ABBA? Pues nada menos que uno de los himnos eurovisivos por antonomasia, el tema: “Waterloo”. Pero vayamos por partes y pongamos la máquina del tiempo en marcha para dirigirnos hasta 1974. El año en el que ABBA conquistó el mundo.
El grupo sueco vivía obsesionado con el certamen de Eurovisión, estaban en la creencia de que sería su autopista directa al éxito en toda Europa. Romper el muro de cristal que separaba a Suecia del dominio anglosajón de la música era una misión casi imposible. Ellos no cejaron en el intento y utilizaron el festival para llegar al estrellato.
Ya lo intentaron en 1973 con el tema “Ring Ring”, una canción pegadiza que quedo tercera en el proceso de selección de su país y que les puso en el mapa de la música escandinava.
Esta canción formó parte del álbum hómonimo debut de ABBA y les impulso tanto que llegaron a hacer una gira con gran éxito por toda Suecia. Todo eran preparativos para el asalto final que se produjo el 6 de abril de 1974.
En Septiembre de 1973 entraron en el Metronome Studio con la misión de crear un segundo álbum, pero sobre todo componer un tema que les llevara a lo más alto de Eurovisión. El porpio Björn decía lo siguiente: “Sabíamosque el Festival de Eurovisión era la única ruta que tenía un grupo sueco para triunfar fuera de Suecia”.
Los compositores del grupo Björn y Benny tenían en mente crear una canción absolutamente eurovisiva… pegadiza, con ritmo y con un estribillo que nunca se te olvidara. La base melódica estaba creada, pero necesitaban dar un nombre adecuado al tema. El primero que salió de sus mentes musicales fue “Honey Pie”, pero no terminaba de encajar con el ritmo de la canción. Tras ojear diversos libros llegaron a Waterloo, la legendaria derrota que sufrió Napoleón a manos de ingleses y prusianos en la ciudad belga con el mismo nombre, el 18 de junio de 1815.
La canción musicalmente hablando es una bomba de megatones de tonalidades pop. Una canción que hubieran firmado los mismísimos The Beatles. Todo empasta a las mil maravillas. El piano es el hilo conductor del tema y las voces de Agnetha y Frida llenando de color las notas musicales que suenan de manera pegadiza y trepidante.
Stig Anderson letrista del grupo utilizó este hecho histórico para crear una metáfora de amor. En esta historia se cuenta como una mujer cae rendida ante el amor de un hombre, al igual que cayó Napoleón en esa batalla. La letra algo surrealista decía cosas así: “El libro de historiaen el estante, siempre se repite a sí mismo. Waterloo, fui derrotado; ganaste la guerra. No podría escapar si quisiera, sé que mi destino es estar contigo” El monstruo había tomado forma.
Seguimos con la cronología. El 4 de marzo de 1974 los suecos lanzan su segundo álbum con el nombre de “Waterloo” y además con el nombre de ABBA por primera vez, por si no lo sabéis ABBA son las primeras letras de los nombres de cada uno de los componentes del cuarteto. Acababan de clasificarse para el festival y todo iba viento en popa.
El 6 de abril de 1974 (Brighton UK), ABBA gana el festival y ya nada sería igual para ellos y para toda la industria musical sueca. Un grupo europeo fuera del ámbito anglosajón se erigía en una vía alternativa para el consumo de música. Su actuación dio la vuelta al mundo y se convirtieron en eternos. Mucha culpa de ello tuvo su alocado vestuario, nunca antes visto en televisión, diseñado por Inger Svenneke. Toda una amalgama de botes largas, brazaletes, plataformas etc… Todo se preparó para arrasar y eso es lo que pasó.
En 2005 con movito del 50º aniversario del concurso los espectadores de 31 países eligieron a “Waterloo” como la mejor canción de Eurovisión de la historia. Desde 1974 ha sido uno de los singles más vendidos en la historia de la música. Una canción y un festival que catapultó al estrellato a ABBA y fue el comienzo de una corta pero intensa carrera que les llevo a cambiar las reglas establecidas en el pop hasta ese momento… pero eso es otra historia que ya os contaré.