Secret Wars (2015-2016), una sucesora muy digna de una obra histórica

Uno de los cómics de superhéroes más importantes y trascendentales de la historia es, sin duda alguna, “Secret Wars”. Aquella obra marvelita, junto a “Contest of Champions”, fueron los primeros “crossovers” a gran escala de los superhéroes, concretamente en los años 1982 y 1984.

Estas historias marcaron a toda una generación de lectores, los cuales presenciaron y disfrutaron un evento el cual era inimaginable previo a esas páginas. Tras aquel suceso, no se han parado de publicar eventos super heróicos con tramas y conflictos cada vez más complejos y espectaculares, cada uno mayor que el anterior. Pero, lo creáis o no, ninguno llegó a hacerle sombra a la obra que lo inició todo. Es por ello que Marvel, por falta de ideas o por el surgimiento de una grandiosa, decidió reinventar “Secret Wars” con un tono y aire modernos que le permitían al lector contemporáneo vivir y disfrutar aquello que la gente de 1984 pudo hacer. Es más, puedo afirmar con franqueza que este “remake” publicado en 2015 y 2016 no le tiene nada que envidiar a su predecesora.

Esta obra, compuesta por nueve números publicados en los años mencionados con anterioridad (además de un número adicional y especial del día del cómic gratis que actúa como precedente), cuenta con el fantástico y innovador guión de Jonathan Hickman (“House of X / Powers of X” y “Fantastic Four”), además del extraordinario dibujo de Esad Ribic (“King Thor” y “Eternals”). Cabe destacar que el dibujante de aquel tebeo suelto del día del cómic gratis fue dibujado por Paul Renaud (“Captain America” y “The Avengers”) y no por Esad Ribic, el cual ilustró todos los números de la colección principal. Más específicamente, he de comentar que el guión de Jonathan Hickman me parece sobresaliente. Aunque yo no fuese un destacado lector suyo, me ha sorprendido para bien. Él logra desarrollar a cada uno de los personajes sin dejar a ninguno colgado. Es decir, consigue darle un cierre redondo y perfecto a todos y cada uno de ellos, sin hacerlo parecer rápido ni demasiado forzado, algo que con la enorme presencia de estos sería algo normal, pero el guión de Jonathan está fuera de lo común y de la normalidad. Los diálogos y conversaciones son brutales y hay más de uno que, sin entrar en detalles, me pone los pelos como escarpias y provoca una nueva lectura por mi parte. Continuando con el análisis, le sigue el turno a Esad Ribic.

Este plasma la realidad e historia que transmite su compatriota a la perfección. Gracias a su arte y don, las viñetas te permiten adentrarte en la historia como si la estuvieras viviendo. Como muestra a los personajes, los escenarios, los vehículos, etc… lo hace parecer fácil. Al igual que con Jonathan Hickman con su escritura, cuenta con ilustraciones de todos los tamaños y tipos que incitan a una revisión y observación más detallada para apreciar la barbaridad ante la que estás. Como apunte, he de mencionar el buen trabajo de Paul Renaud en su participación en aquel número suelto pero también interesante para profundizar en la historia y el conflicto próximo. El dibujo de Paul ayuda a hacer este tebeo ameno y tan digno como cualquiera de los de la historia principal.

Como resumen y concluyendo esta reflexión más técnica, aunque siempre necesaria y gratificante para mí y para vosotros espero que también, ambos hacen de esta obra inconcebible sin su participación, ya que su compenetración y facilidad para hacer de esta obra algo soberbio es impresionante y nos demuestran, una vez más, que la fusión de un gran guión con un gran dibujo hacen de la lectura algo insuperable y único, creando un placer y gozo que deseas que no acabe nunca.

Ahora procederé a comentar muy por encima el argumento de esta obra. Su argumento tiene una premisa que puede parecer difícil de entender para los lectores casuales o que no estén muy afiliados con las tramas multiversales. Básicamente, esta es una historia en la cual los dos universos más famosos de Marvel Comics incursionan. Aquí voy a hacer un breve paréntesis para aclarar el significado de esta última palabra. Incursionar es, simple y sencillamente, el choque de dos universos entre sí y la autodestrucción de ambos. Esto se debe a diversos eventos y sucesos que lo hacen posible, los cuales no debieron ocurrir para garantizar la prosperidad y seguridad de ambos universos. En este caso, volviendo al resumen argumental, incursionan el universo principal, el 616, donde suceden y han sucedido todos los acontecimientos a lo largo de la historia. Y el otro es el Universo Ultimate, el 1610, el cual se originó hace relativamente poco este siglo, y que se convirtió en el segundo universo por excelencia a la hora de publicar cómics, con historias y variantes de personajes alternativos que destacaban por su aire fresco y propuesta innovadora. Cuando este “choque” ocurre, el personaje de Doctor Doom decide crear con un poder de origen desconocido un mundo el cual recoge “fragmentos” de tierras y planetas de ambos universos, para así crear una única y nueva tierra denominada “Battleworld”, el cual en castellano os sonará más familiar a los lectores de las primeras guerras secretas, “Mundo Batalla”. Además, en este nuevo planeta, los personajes no recuerdan nada de lo que ha pasado, salvo el Emperador Doom y su consejero y mano derecha, Doctor Strange. A lo largo del relato, presenciaremos la aparición de otros personajes muy relevantes, como Mr. Fantastic o Black Panther entre otros, destacando el primero como el líder de la resistencia que enfrentará al magnate de Doctor Doom, volviendo a ver un enfrentamiento entre una de las rivalidades más famosas de la historia de los cómics de superhéroes. Como habréis notado, la trama no tiene nada que ver con la idea original de 1984, ya que esta se basaba en la lucha y batalla entre héroes y villanos en un mundo neutral por pura diversión y entretenimiento de un personaje ajeno, mientras aquí la creación de este “mundo neutral” es originada a partir de la previa destrucción de dos universos, adoptando “partes” de estos.

Y, para finalizar esta crítica, os dejo una reflexión resumida que define perfectamente a este cómic tal y como lo siento y sentí en su día cuando tuve la oportunidad de leerlo. Esta historia es una maravilla de principio a fin. La conclusión de los hechos, de las tramas de cada personaje y generales es magnífica, no deja ningún cabo suelto y te deja con un gransabor de boca. Sabes que estás leyendo algo inusual para bien a medida que devoras el tebeo y avanzas en el viaje. El guión y dibujos, como antes he mencionado, son espectaculares, y hacen del guionista y dibujante personas por las cuales adquieres o adquirirás un tebeo en el futuro, al menos en mi caso.

Recomendadísima a todo el mundo que le gusten las historias y cómics diferentes y apoteósicos, y aunque os guiáis más por lo tradicional y sencillo, si le dáis una oportunidad, no os defraudará y disfrutaréis de una de las mejores obras de la última década.

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