“Conan El Bárbaro”, espadas, brujería y Schwarzenegger

Recuerdo como el primer día el estreno en cines de “Conan El Bárbaro”, llegué a la puerta para comprar la entrada y me dijeron que era para mayores de 18 años y no podía pasar. Mi gozo en un pozo, yo ya era por esa época muy fan de los cómics de Conan. Las aventuras relatadas por maestría por Robert E. Howard y adaptadas al cómic Marvel me parecían fascinantes. Esa mezcla de espadas, brujeria, malhechores, fuerza bruta y honor me maravillaban.

La adaptación llevada a la gran pantalla por John Milius y co-guionizada por el mismísimo Oliver Stone, creo una gran expectación en 1982. Vivíamos años de apertura en España, y ver tanta violencia, desnudos y sangre era un espectáculo que pocas veces se había visto hasta la fecha en las salas de cine de nuestro país.

Para más interés patrio, la película se rodó en La Ciudad Encantada de Cuenca y parte en Almería, con lo que la curiosidad se disparó en nuestro país. Como anécdota podemos ver en el film a un pequeño Conan, encarnado por nuestro querido Jorge Sanz.

La pieza clave de la película fue la elección de Arnold Schwarzenegger como actor que encarnaría al peculiar héroe. El austriaco era un total desconocido hasta la fecha. Sus éxitos provenían del mundo del culturismo y poco más. Milius sabía de sus limitaciones como actor, por eso le dio poco papel que decir, y si mucha violencia. Eso era en concreto lo que quería transmitir el director, un mundo en el que el acero era más importante que las palabras.
Como contrapartida se eligió a James Earl Jones como el villano a batir. Su personaje era el de Thulsa Doom, un malvado rey tirano asiduo de los cómics de Kull, para los fans de Conan esto fue una traición en toda regla. Aún así el acierto fue pleno, la voz penetrante del actor, (venía de hacer la voz de Darth Vader), y su presencia escénica dieron la piedra de toque para que resultara más que creíble su interpretación.

Ambientación logradísima. Una fotografía fantástica que recogía de manera maravillosa los paisajes de nuestro país, dando a todo un visión indómita y tenebrosa. Debemos resaltar también el cuidado vestuario que dotó a todo el film de una credibilidad máxima.

Uno de los puntos fuertes del film, fue sin lugar a dudas la banda sonora a cargo de Basil Poledouris. El productor Dino de Laurentis quería música pop para el film, Milius se negó en rotundo y apostó por el compositor griego. Fue un gran acierto, la banda sonora creada para el film se ha convertido por méritos propios en una de las mejores de la historia. Épica, orquestación y musicalidad hacen de ella una verdadera maravilla para los oídos.

El film destacó más por los aspectos comentados que por la adaptación en si. Una versión libre de la obra creada por Howard, pero que sirvió para dar a conocer al mundo el universo de Conan y sobre todo a un musculado Schwarzenegger, que en tan solo dos años se convertiría en una estrella mundial al hacer “Terminator”.

Os dejamos por aquí su maravillosa banda sonora:

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