Crítica] “El puente de los espías” – Steven Spielberg
Siempre que te dispones a ver una nueva película de Spielberg, sabes que como poco te hará pasar un rato agradable; “El puente de los espías” no es una excepción. Ambientada en los años de la guerra fría, un esplendido Tom Hanks encarnando el papel del abogado James Donovan realiza un encargo que pocos pueden hacer: mediar entre U.S.A. y la U.R.S.S. por la liberación de un piloto norteamericano acusado de espionaje.
El film relata de manera concienzuda una parte de la historia contemporánea llena de sombras y dudas como fue la “guerra fría”. La figura de James Donovan se erige como catalizador del devenir de los acontecimientos, y de la noche a la mañana se convierte en un héroe anónimo que si salen bien las cosas todo el mundo lo ensalzará, pero que si se tuercen, tendrá que salir solo del atolladero sin ayuda de su gobierno.
El tono de la película no incurre en sentimentalismos baratos yankis, y es bastante crítica con la sociedad americana de la época y con su aparato político. El final si peca algo de ser ñoño, pero es el sello inconfundible de Spielberg.
Las interpretaciones son esplendidas, con un Tom Hanks, fabuloso como hemos dicho antes, bien acompañado de otros actores y actrices que ejercen de secundarios pero que dotan a todo el largometraje de una gran profundidad; me quedo con el trabajo de Alan Alda, Mark Rylance o Eve Hewson.
Uno de los puntos fuertes del film es lo bien hilvanado que está el guión, gracias sobre todo a la aportación de los hermanos Cohen co-escritores junto a Matt Charman. Los diálogos están muy bien resueltos y envuelven la trama de manera efectiva.
Por último destacar la fotografía de Janusz Kaminski sencillamente brutal.
Gran película de Spielberg, de las mejores que ha realizado el director norteamericano en los últimos años.