Los sueños cine son: “Gremlins” (1984)
Corre el año 1984 y en pleno “boom” ochentero de películas de aventuras, terror y acción aparecieron unos seres extraños en forma de duendecillos peligrosos, que arrasaron la taquilla y llenaron el planeta de merchandising proveniente de la película.
La verdad es que “Gremlins” fue un producto presentado como un film de misterio/ terror con una parte final de vis cómica bastante conseguida.
El film tiene como trasfondo el criticar a la gente que tiene mascotas como si fueran juguetes, sin preocuparse de ellas; teniendo presente que para cuidar un animal o un ser extraño como en el film, se necesita una gran responsabilidad.
La aparición del personaje de Gizmo fue tan impactante como la de E.T. en su momento. Una criatura adorable a la que había que cuidar muy bien y sobre todo cumplir tres reglas a rajatabla, a saber:
1. No exponerlo a luces brillantes, y mucho menos a la luz del sol ya que lo mataría.
2. Se le puede dar de beber agua, pero nunca mojarlo.
3. La más importante de todas, nunca darle de comer después de la medianoche.
Como visteis en el film, estas reglas no se cumplen y llega el desastre. Aquí la película realiza una alegoría de “Dr. Jekyll y Mr. Hyde”, de un ser bondadoso y precioso como Gizmo sale el mal en forma de diablillo verde, que se reproduce y crea un ejército de Gremlins con el malvado Stripe a la cabeza.
Uno de los momentos más memorables de la película es cuando todos los Gremlins se reúnen en un cine y ven la proyección de “Blancanieves y los siete enanitos”. Todos fascinados y embobados por el film se despistan y así pueden acabar con ellos mediante la explosión de una bomba.
El reparto lo encabezaba los jóvenes Zach Galligan, en el rol de Billy Peltzer, y su pareja Phoebe Cates, en el papel de Kate. Debemos resaltar la dirección del gran Joe Dante, director que se especializó en películas de contenido humorístico y de ciencia ficción; de hecho dirigiría la segunda parte del fin que estamos comentando.
Como curiosidad comentar el cambio de calificación que sufrió la película, ya que en principio se vendió como una nueva película de ciencia ficción tipo E.T. sin reparar en la violencia de la misma en algunas escenas. Las críticas arreciaron y se vio obligada la productora a variar la calificación “para todos los públicos”.
Un film entrañable a más no poder, que marcó la infancia y adolescencia de una generación que empezaba a descubrir en el cine una fábrica de sueños infinita.