“A View From The Top Of The World”, un nuevo paso en la carrera musical de Dream Theater

Vaya por delante que soy un profundo admirador de Dream Theater. Los norteamericanos siempre me han parecido una banda muy interesante, valedores de ejercer el mejor metal progresivo del mundo. Es cierto que suenan muchas veces repetitivos, que tiran de composiciones demasiado enrevesadas y que puede parecerte todo igual; aún así en el género que desarrollan, son sin lugar a dudas los más grandes.

Desde la salida de Mike Portnoy de la formación, ya nada fue igual. Mike Magnini siendo una grandísimo baterista no ha podido suplir la vacante de Portnoy. El anterior rompe parches de Dream Theater ofrecía al grupo algo más que una batería, era uno de los jefes; y eso no es fácil de superar. Portnoy además aportaba mucho a las composiciones de los álbumes, algo que solo en este último ha empezado Magnini a hacer.

Llegan con un nuevo trabajo llamado “A View From The Top Of The World”, a mi gusto uno de los mejores discos que han firmado en la última década. Me suena a Dream Theater de verdad, nada de experimentación rara. Temas con empaque, producidos maravillosamente y realizados con mucho saber hacer. Parece que por fin la máquina vuelve a estar engrasada. Supera con creces álbumes como “The Astonishing” que nos dejó bastante fríos.

Un álbum en el que Jame Labrie sale reforzado. Su voz en estas canciones, un total de 7, está acorde totalmente con la exigencia de los temas. Nada de estridencias, de agudos imposibles de imitar en directo… Todo en un tono medio que refuerza la contundencia de los cortes, haciéndolos muy creíbles. El resto de la banda en una línea similar. Petrucci a lo suyo con sus riffs eternos, y la batuta a los teclados de Rudess que sigue siendo uno de los pilares básicos de esta banda.

El comienzo marcado por “The Alien” y ““Answering the Call” nos muestra un sonido contundente, metal progresivo en toda regla, con un riffs muy bien diseñados por parte de Petrucci, y una sección rítmica adecuada para lo que piden este tipo de composiciones.

“Invisible Monster” es uno de los puntos álgidos de esta nueva obra. Dream Theater saca toda la artillería y crea una canción con muchas vertientes, que la convierten en un tema con un sello muy de la casa. Su fase intermedia es muy buena y nos recuerda mucho a los primeros álbumes de los norteamericanos.

“Sleeping Giant” y “Trascending Time” son unos cortes que siguen la línea de su álbum anterior “Distance Over Time”. Unos arreglos duros, repetitivos y que huele mucho a rock progresivo setentero. El piano de Jordan Rudess se erige como el gran protagonista y nos hace de guía perfecto ante los cambios de ritmo continuos de ambas canciones.

Uno de los mejores cortes del álbum es sin duda “Awaken The Master”. Oscuro, melódico, muy de álbumes como “Awake”. Toda una demostración de por qué son una de las mejores bandas del mundo en este género. Petrucci se pone ropas de gala y se pone al frente de este batallón melódico que hará las delicias de todos los seguidores de la banda.

Cerramos con el tema que da nombre al álbum. “A View From The Top Of The World”, cierra el disco como nos tienen acostumbrados. Una pieza larga y compleja, en donde abren el tarro de las esencias y lo desparraman sin dejar una gota dentro de él. Cambios de ritmo, riffs machacones, estribillo melódico; en definitiva metal progresivo en vena.

Buen álbum de Dream Theater, me ha parecido mucho mejor que su anterior trabajo y los devuelve a la senda que no tuvieron que abandonar. Creo que con el paso del tiempo este disco será uno de los más representativos de la dilatada carrera de los maestros del progresivo; algo que no se puede decir todos los días.

Sello: InsideOutMusic/Sony Music

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