Abriendo puertas hacia otras realidades…”The Doors”

Ser un adelantado a tu tiempo. Ver con claridad más allá de la realidad. Intentar percibir otras verdades que no se te muestran fácilmente. Todo esto es lo que debió sentir Jim Morrison al querer expresar al mundo lo que sentía. Todo esto era The Doors. El 4 de enero de 1967 abría los ojos al mundo uno de los mejores debuts de la historia del rock. Todos se quedaron perplejos al contemplar la llegada de “The Doors” el álbum homónimo de Morrison, Manzarek y cia.

Todo estaba creado para romper con lo establecido. Hasta el nombre la banda se había inspirado en un poema de William Blake que decía lo siguiente: “Si las puertas de la percepción se abrieran completamente, todo quedaria frente al hombre tal cual, infinito”.

Un desafío para la época. Eso significaba The Doors, el máximo exponente del rock psicodélico, hippy… que recogía el aroma de los bares, y playas californianas, además de ensalzar el espirítu bohemio y pacifista que se vivía en EEUU en esos años inmersos en la Guerra del Vietnam. No solo era eso lo que representaba la formación de Jim Morrion, también abanderaban temas como el sexo, las drogas, la oscuridad, el misticismo, la poesía… en definitiva una oda a la contracultura de la época.

Todo nace una recomendación. Arthur Lee, vocalista de la banda Love, recomienda a Elektra Records que vayan a ver actuar en la Whiskey a Go Go de Los Angeles a una banda que estaba revolucioando la escena angelina por aquella época. Hasta allí fueron Jac Holzman, presidente de la compañia, y el productor Paul A. Rotchild. Les bastó ver un par de canciones del grupo para ficharlos de un plumazo.

¿Qué vieron en ellos que tanto les llamó la atención? La combinación de 4 elementos que se complementaban a la perfección creando unas atmosferas, poco antes vistas por esos lares. Por un lado tenían a un carismático vocalista con una voz única y una energía fuera de lo común en el escenario, Jim Morrison era una bomba de megatones que estaba a punto de estallar. A su lado como fiel escudero el órgano de un tal Ray Manzarek que era el encargado de envolver toda la mística del grupo y dotarle de una sotisficación a prueba de bombas. Una guitarra simple, pero efectiva, comandada por Robby Krieger daba el contrapunto a la sección rítmica únicamente compuesta en este caso por la bateía de John Densmore. La suma de todos ellos daban como resultado un grupo fuera de serie.

Como curiosidad decir que el papel de bajista lo asumió en el álbum Larry Knechtel, no acreditado en el mismo, pero que realizó un gran trabajo, así como el del productor Paul A. Rothchild que hizo un trabajo simplemente soberbio.

The Doors entranen los estudios Sunset Sun Records un 24 de agosto de 1966 y para salir el día 31. En tan solo unos días crearon una obra maestra que aun perdura en el imaginario rock de más de una generación. Sin saberlo estaban creando un sonido y la base de un movimiento de los que serían unos de los máximos impulsores. Su fusión de rock, con blues, poesía y misticismo lo posicionó en un clásico inmediato nada más publicarse en 1967.

Pocos grupos habían tocado el tema de las drogas como ellos. La toma de otras realidades por el hombre a base alucinógenos era algo bien sabido por generaciones anteriores, pero poca gente había sido capaz de plasmarlo de manera tan evidente en unas canciones. Esto le reportaria a la banda nacer con la censura bajo el brazo, y de manera contraria adquirir una fama de contestatarios y enemigos de la sociedad puritana estadounidense.

Vamos a adentrarnos en el oceáno musical de The Doors, un álbum que no tiene desperdicio alguno…

El primer sencillo lanzado para promocionar el álbum sería, “Break On Through (To The Other Side), un tema que marcaba el espíritu de la banda, basado en las experiencias por la ingesta de drogas tipo L.S.D. tan en boga en esa época.

El tema ya desde el principio se vio envuelto en la polémica. La censura arremetió contra él, debido a que en una estrofa de la canción se podía oír como Morrison decía: “She gets high”, (ella se coloca), y claro la moralina estadounidense actúo en consecuencia. Lo que hizo fue ocultar el vocablo “high”, por una especie de suspiro para hacer inaudible la palabra.

Desde la versión original hasta todas las reediciones del álbum contienen este veto, que se quitó a partir de 1990. Las versiones en vivo y las demás que salieron a partir de esa fecha tienen la versión totalmente restaurada. De manera paradójica, la versión censurada al ser la más conocida por los oyentes y fans, sigue siendo la más escuchada.

Es curioso ver como una de las mayores influencias del tema fue la bossa nova. John Densmore estaba totalmente imbuido de este estilo brasileño, y lo introdujo en la percusión del tema. Otro de los rasgos característicos del corte es la manera de tocar de Manzarek el órgano, que se convirtió en poco tiempo en una de las señas de identidad de la banda.

Un tema que serviría a The Doors para darse a conocer en el universo rock por la puerta grande, y convertir a su vocalista en uno de los mayores iconos de la historia del rock. Aquí os

Si nos dieron psicodélia con el tema comentado, qué decir de “Soul Kitchen”, donde Ray Manzarek nos hace de guía perfecto por los surcos de esta maravillosa canción. Morrison escribió la letra de esta canción como tributo al restaurante Olivia’s en Venice Beach, cuartel general de la banda. A menudo se quedaba dormido en las instal·lacions y el personal lo tenía que echar. Un corte que tiene inspiraciones blues, y soul. El propio guitarrista de la banda Rob Krieger dijo que el principal riff de la canción esta inspirado en el cantante de soul James Brown.

Otro de los puntos álgidos del álbum es sin lugar a dudas la gran “The Crystal Ship”. Pura psicodélia y presunta canción de amor. Cuentan que Morrison escribió esta canción en honor a su primer amor Mary Werbelo. Densmore también le ayudaría en la composición del corte. Posiblemente una de las canciones que mejor representa el espíritu de la banda.

“Twenty Century Fox”, una de las canciones menores del disco, si es que hay alguna así… Un corte que pone en valor la figura de la mujer en unos tiempos en los que comenzaba su emancipación de manera más acusada. Hacen el juego de palabras con la productora de cine para insertar a la mujer como centro del universo de siglo XX.

Una de las versiones que acoge el álbum es esta maravillosa “Alabama Song (Whiskey Bar)”. Un tema compuesto a la letra por el escritor Bertolt Bretch y música de Kurt Weill que fue interpretada en la ópera “Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny”.  Se hicieron algunos cambios en algunas estrofes para adecuarla al espíritu del álbum. Morrison la hzio suya y la convirtió de la noche a la mañana en un clásico imperecedero.

La canción del álbum. Una de las obras maestras de The Doors. Nos estamos refiriendo claro está a la grandísima: “Light My Fire”.

Tema compuesto por Robert Krieger. Se nos relata en este composición como una pareja “llega a lo más alto”, en un juego de palabras que hace alusión tanto al sexo como a las drogas. La canción se sumió en la polémica desde el principio por atrevida y descarada. A tanto llegó el revuelo que el presentador de televisión Ed Sullivan pidió expresamente a la banda que cambiarán el snetido de la letra para poder salir a actuar en su programa. La banda accedió al principio, pero después Morrison hizo caso omiso y desató el escándalo.

Puro rock psicodélico, lleno de influencias blues y jazz. Solos de guitarra abrasadores y una intro de Manzarek que pasó a la historia de manera ipso facta. La canción era larga al comienzo, llegando a unos 7 minutos que tuvo que ser acortada hasta los 3 minutos para poder ser radiada. Versionada por cientos de artistas, es uno de los temas quemejor representan lo vivido en esos años en la cultura anglosajona a nivel mundial… una sencilla obra maestra.

Otra de las versiones que atesora esta obra maestra es: “Back Door Man”. Una canción blues compuesta por Willie Dixon y lanzada como sencillo por Howlin’ Wolf. La frase que da título a la canción viene referida a una persona que tiene una aventura con una mujer casada, usando la puerta trasera de la casa como salida cuando llega el marido. The Doors hacen una versión sublime, en el que toda la banda consigue dar una vuelta de tuerca absoluta a un clásico de la cultura norteamericana.

La banda norteamericana explora de nuevo las relaciones personales en el corte “I Looked At You”. Relaciones perdidas, momentos que ya no volverán. Todo esto forma parte de esta oda al desencuentro y la ruptura en la que Morrison se erige en rapsoda de altos vuelos, en un tema que sigue la senda de lo transmitido en todo el álbum.

Vamos llegando a la parte final del álbum. Se divisa en el horizonte “End Of The Night”. Un tema que surge de los primeros días de existencia de la banda. Los clubes nocturnos fueron su casa durante una temporada y allí nace este rock/blues psicodelico. Llegaron a grbar una demo del tema para pdoer grabar un disco con el sello Aura Records. El título está basado en la novela francèsa editada en 1932 “Journey To The End Of The Night”.

Vivir el momento. Uno de los lemas de la banda sobre todo para Morrison. Lo quisieron plasmar en el corte “Take It As It Comes”. Tomar la vida como te viene, disfrutando de ella, de todas las experiencias que te da. Morrison se lo tomo demasiado al pie de la letra.

Cerrar un álbum con “The End” es algo sencillamente legendari, mísitico, épico. Una canción que hace de una despedida todo un acto litúrgico, casi religioso. Morrison solía cambiar estrofes de la canción, una vez se atrevió a cambiarla de manera que dijo: “Father, Yes, son, I want To Kill You, Mother, I Want Fuck You”. Fue suficiente para levantar un escandalo en el local donde actuaban y a la vez firmar un contrato con Elektra Records.

Un tema largo, anguloso, el más psicodélico de la banda en este álbum debut. Una canción que va adquiriendo ritmo lentamente y que a la vez te atrae para sí como un agujero negro. Canciñon que quedo inmortalizada en la película dirigida por Francis Ford Coppola “Apocalypse Now”. Obra maestra absoluta.

Llegamos al final del viaje. Un álbum histórico. Una pequeña reovlución que tuvo como cabecilla a Jim Morrison, un gigante con pies de barro. The Doors marcaron una época, y su influencia llega hasta nuestros días. Una banda legendaría que creó de la nada una obra maestra que perdurará hasta el fin de los tiempos.

“This is the end, my friend”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *