Al sur del cielo con Slayer

El 5 de julio de 1988 Slayer lanzaban uno de sus mejores discos y a la par más importantes de su carrera. No estamos refiriendo a “South Of Heaven”.

Decimos importante por una sencilla razón, la banda comandada por Araya y King venían de lanzar una obra maestra muy difícil de superar, nada menos que “Reign In Blood”; ya no se podía ir más rápido y ser más agresivos, había que intentar otras cosas.

Y así fue. Slayer bajan las revoluciones para crear un disco, compacto, agresivo, más lento que su predecesor, pero igual de potente. No supera al álbum antes mencionado, pero se queda muy cerca del mismo, lo que es mucho decir.

Slayer arriesgaron y salieron ganando, desde el comienzo con el tema que da título al álbum, ya nos damos cuenta que todo ha cambiado, Araya canta pausado, pero lleno de rabia, cambian un avión supersónico por un tanque Panzer que te va destruyendo y aplastando poco a poco.

La mano de la dupla formada por King y Hanneman se nota más que nunca. Siguen con sus intrincados solos y riffs demoledores, pero todo tiene una pausa, un orden mucho mayor que su anterior disco. Incluso Lomabardo a la batería se permite respirar, y marcar el ritmo de manera más pausible y notoria.

Ese espíritu de serpiente pitón que te engulle lentamente lo seguimos encontrando en “Live Undead”, solo al final se permiten volver a su velocidad endiablada.

Más cerca del marchamo de la banda nos encontramos con “Behind The Crooked Cross”, aquí Slayer vuelven a las riendas del caballo salvaje, y te degüellan sin piedad.

Un tema como “Mandatory Suicide”, sólo está al alcance de unos maestros del thrash metal como ellos. Una obra maestra sin discusión, en donde Jeff Hanneman brilla sobremanera.

Temas de tesitura parecida son “Ghost Of War” y “Red Between The Lies”, thrash metal nível maestro; la banda se posiciona como la mejor de su género sin duda.

“Cleanse The Soul”, nos presenta a un Lombardo haciendo el cafre de una manera casi inhumana. Nadie le puede ir a la zaga en una batería, para nosotros Dave Lombardo es uno de los mejores baterías de la historia del metal sin discusión alguna.

El cover de Judas Priest “Dissident Aggressor”, nos muestra a unos Slayer que ya comenzaban a tener querencia por realizar versiones, todo ello desembocó en su álbum “Undisputed Attitude”, donde de la mano de nuevo de Hanneman versionaban a la flor y nata del punk/hardcore.

Terminan con “Spill The Blood”, de nuevo echan mano de los medios tiempos que marcan el estilo de este gran álbum.

Slayer con “South Of Heaven”, marcan el camino de lo que sería su sonido en los años 90. En este álbum se abren a nuevas experiencias, sin dejar de lado su sello speedico y brutal.

Un álbum magistral, que no hizo otra cosa que acrecentar la leyenda de una de las mejores bandas de la historia del metal.

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