“Californication”, el sueño americano de Red Hot Chili Peppers

Sol, playa, libertad, oportunidades… suena bien ¿no? Como todos sabéis esto podría ser el paraíso muchas vendido por los norteamericanos, su “American Dream”. La cruda realidad es otra, y así lo recogieron en esta lección maestra, Red Hot Chili Peppers; nos encontramos ante su obra cumbre: “Californication”.

Flea y compañía nos muestran un crisol adornado de drogas, abusos, desenfreno y el tórrido sol de California. La tierra prometida desde su reverso oscuro. Te pueden ir bien las cosas, pero también te pueden ir rematadamente mal.

Un álbum que marcó a mucha gente. Un disco que se lanza a finales del siglo XX y que nos indica que las luces ya se van a apagar y que las ensoñaciones de la década de los noventa quedarán en nada, en solo eso, un sueño sin más.

Una obra que nos mostró los últimos coletazos contestatarios de Red Hot y nos indicaba el principio del fin de la época dorada de la banda.

Musicalmente el álbum tiene una aroma íntimo, desenfadado, y triste a la vez. La fuerza en las composiciones de John Frusciante, que no le pierden prendas a meternos en terrenos blues y rockeros a la vez, dota al álbum de una fuerza palpable.


La banda refleja como para bien o para mal los excesos los han llevado hasta ahí. Todo desde el punto de vista nostálgico, de mirada perdida en una piscina de color sangre, muestra de lo que allí se ha vivido.

Comenzar un álbum con “Around The World”, me parece un acierto más de este trabajo. Furia, funk, y mucho rock que nos abre el telón de este teatro de vanidades del que todos participamos.

Uno de los temas más grandes para mi de la discografía de los californianos, es sin lugar a dudas “Otherside”. Un medio tiempo perfecto, con una cadencia maravillosa, y la sección rítmica de la banda por las nubes.

“Californication”, nos trae a los Red Hot del álbum “Blood Sugar & Sex Magik”, tema central del álbum, y que refleja de manera fehaciente el espíritu del mismo.

”Scar Tissue”, en donde Frusciante y su maravilloso slide nos lleva a lo más alto, a tocar la luna con la punta de los dedos. La llegada de Frusciante de nuevo a la banda, levantó el espíritu de Red Hot Chili Peppers. Su guitarra magistral creó himnos imperecederos para todos los fans de la banda. Su anterior guitarra Dave Navarro, era más de corte hard, y así lo demostró en su anterior álbum “One Hot Minute”

La producción a cargo de Rick Rubin, la formación barajó otros nombres como Brian Eno, e incluso David Bowie que por esa época estaba muy metido en labores de producción.

La acogida por parte de la crítica, aún siendo positiva a nivel general, no fue tan buena y apabullante como su gran éxito “Blood Sugar & Sex Magik”.

En definitiva un álbum que nos mostraba la verdadera cara de este “sueño americano”, lleno de postureo y falsedad, que llevaba a la gente a la destrucción más absoluta; eso sí siempre bajos los rayos del sol, californiano que no es poco.

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