“Cartoon Darkness”, la bofetada punk de Amyl & The Sniffers
El punk vive una segunda juventud sobre todo con el chorro de bandas que nos están llegando desde Australia. Un claro ejemplo de ello es la banda más puntera en este género ahora mismo en ese país… me estoy refiriendo a los descarados Amyl & Sniffers.
Acometen un nuevo asalto sónico de la mano de un álbum llamado “Cartoon Darkness”, un trabajo mucho mejor pulido en la producción que en sus obras anteriores, y que es una buena muestra del poderío que va cogiendo esta banda con el paso del tiempo. Un disco que nos llena la cabeza de ideas sociales y reivindicativas y que pone el acento en la puta mierda de mundo en el que vivimos. Toda una crónica de los tiempos en los que nos ha tocado presenciar.
Comencemos por dar de nuevo lustre a la producción del álbum. Este artefacto punkarra ha sido grabado en los estudios 606 de los Ángeles propiedad de la banda de Dave Ghrol, Foo Fighters. A los mandos de la nave destructora de mundos se encuentra el productor Nick Launay que ya se ha visto las caras con artistas de la talla de Nick Cave, Yeah Yeah Yeahs, o los mismísmos INXS. Todo un seguro de vida para que todo suene donde tiene que sonar.
No aportan grandes cosas nuevas en este “Cartoon Darkness”, queremos decir que las canciones siguen la senda marcada en álbumes anteriores, temas directos, frescos y rápidos… eso sí están perfectamente ejecutados. Eso sí ya se puede vislumbrar algún acercamiento a variar de tonalidad en las canciones y no ir a piñón fijo. Amyl & The Sniffers destilan punk rock por los cuatro costados y eso se palpa en los temas que nos han cocinado a fuego lento.
Debemos destacar a Amyl Taylor como el alma de la banda. Su voz es ya inconfundible para los amantes del género. Muy versátil con sus cuerdas vocales, lo mismo parece Debbie Harry, como Patti Smith o como una Nina Hagen llegada de la Alemania más ochentera. Da lo que tiene que dar a este tipo de canciones y les imprime un carácter sin duda de gran voltaje. Prueba de ello son temas como “Jerkin’”, “Tiny Bikini”, o la alocada “Motorbike Song”.
Hay aromas de los años 60 en cortes tan efectivos como “Big Dreams”, que te transporta a ambientes áridos, de desierto, frontera en vena. Un tema que merece la pena degustar con pausa y saborear el timbre de voz de Amyl.
También tenemos algo de estilo disco en cortes de la talla de “U Should Not Be Doing That”, me encanta el rollo que destila este corte… vacilón hasta decir basta. De este estilo es la extraña “Me And The Girls” donde todo huele a discoteca por la mañana con la peña ya tirada por los suelos y sonando voces robóticas que te indican que tu sitio ya no está ahí.
Los de Melbourne son una banda a tener muy en cuenta el futuro. Tener las ideas claras en un momento vital como en el que nos movemos, no es fácil. Estamos rodeados de mentiras, redes sociales tóxicas, políticos de mierda. Lo más fácil es quedarse apoltronado en casa y lamentarse de lo mal que está todo. Bandas como Amyl & The Sniffers te invitan de manera desenfadada a mirarte al espejo y a hacerte preguntas. La música muchas veces es más directa que cualquier ensayo filosófico o político que analice la actualidad, es un termómetro perfecto de emociones y ellos con su punk lo consiguen.
No sabemos cuánto tiempo seguiran manteniendo este nivel, pero creemos que como banda tienen un futuro bastante esperanzador. El punk ha encontrado una nueva casa, se encuentra en Melbourne y tiene como principales actores a este grupo de locos que lo único que quieren es hacerte pasar un buen rato y que tu mente no se quede hecha mierda con la riada de basura que se cosume diariamente.
Amyl te has ganado mi corazón.