Crítica: “Another State Of Grace” – Black Star Riders
La polémica con Black Star Riders siempre estará servida. Su parecido con lo que hacía Thin Lizzy es más que evidente y hay gente que les trata únicamente como unos clones de la banda de Phil.
Vamos, que esto me suena, es lo mismo que pasa ahora con Greta Van Fleet y lo que pasó hace ya décadas con Krokus o Kingdom Come.
Yo, ¿qué queréis que os diga?, me dejó llevar y evalúo si me gusta o no el disco, sin pensar mucho que Ricky Warwick cada vez se asemeja más en cuanto a su rango vocal a Lynott.
Y si en la música en concreto nos centramos, nadie podrá negar que el disco que nos ocupa tiene una buena dosis de buen rock and roll que, a estas alturas, no encuentras en ningún otro lugar y eso yo lo agradezco, más allá de cualquier parecido.
Y ya sé que la sombra del cantante irlandés es muy larga, pero también lo era la de Bon Scott y todos seguimos disfrutando de una maravilla como “Back in black” cuando le sustituyó Brian Johnson. ¿Os imagináis haber arrinconado por aquel entonces a AC/DC porque no se habían renovado?
Temas de este disco como el que le da título “Another state of Grace”, en el que sacan a relucir las raíces irlandesas de la banda, o “Ain’t the end of the world” son temazos le pese a quien le pese.
Pero no creáis que la banda se ha quedado anclada en la década de los 70 todo el disco. Ellos viven en 2019 y también oyen música que, por supuesto, les influirá de alguna manera. Y así, en “In the shadow of the war machine” y “Poisoned heart” se acercan mucho a las sonoridades de las que, por ejemplo, unos Foo Fighters han hecho santo y seña. Y la verdad sea dicha, a los Riders se les da bastante mejor que a los de Grohl, con todos mis respetos al batería de Nirvana.
La producción es otro de los puntos clave de este disco, y eso es mérito de Jay Ruston, ya curtido en estas lides por sus trabajos con Steel Panther y Anthrax.
Y es que ahora mismo el tándem Gorham/Warwick es toda una garantía tengan a quien tengan a su lado, y si, además cuentan, con los backing vocals de Pearl Aday, hija del mítico Meat Loaf, mejor que mejor.
Termino diciendoos que dejéis a un lado todos los perjuicios y les deis una oportunidad, no os van a defraudar seguro.
Sello: Nuclear Blast