Crítica: “Inspirations” (Saxon)
Siempre he sentido una gran debilidad por Saxon. Desde que descubrí su disco “Wheels of steel” allá por el 82 (el cual aún conservo junto al directo “The eagle has landed” y “Powerand the glory”), Byford y los suyos han sido siempre una gran inspiración. Esa voz tan poderosa y personal, así como el sonido de aquella formación, forman parte de los recuerdos de mi adolescencia y de mis gustos musicales.
Ahora, mientras esperamos nuevo material de la banda, nos llega este irregular “Inspirations”, un disco que pasará sin pena ni gloria a la historia discográfica de Saxon. Y no porque sea malo, sino simplemente porque no creo que cumpla las expectativas de la mayoría de seguidores de la banda. Es original, es diferente, es hasta divertido, pero… no es un gran disco.
Suponemos que el título del disco se debe a las “inspiraciones” musicales que tuvieron sus integrantes en laadolescencia y/o sus inicios como músicos, ya que la mayoríade los temas abarcan la década de los 60-70.
También es de imaginar que el aburrimiento provocado por el confinamiento les habrá llevado a seleccionar 11 clásicos de la historia del rock, y llevarlos a su terreno. He de admitir que la primera escucha me decepcionó un poco. Me descolocó. Tampoco me esperaba esa mezcla y esa producción (a cargo del mismo Biff Byford) algo pobre y deficiente. El exceso de guitarra rítmica acaba ahogando el resto de instrumentos. Pero, he de admitir que, poco a poco, a medida que lo he ido escuchando más veces, esa primera sensación de “chasco” ha ido desapareciendo.
El repertorio escogido es de lo más variopinto. Arranca con la irregular “Paint It Black” de los Stones, donde comienzan a utilizar un recurso en la voz (repetido en varios temas más), que acaba desvirtuando un poco la idea de lo que ha de ser un vocalista. La voz suena doblada en varias estrofas, algo que no favorece (en mi opinión) el resultado global del tema. Continúan con una aceptable versión de “Immigrant Song”, de Led Zeppelin, donde Byford emula (a su manera) al gran Robert Plant. Con “Paperback Writer” de los eternos Beatles, aunque vuelven a abusar de la voz doblada, parecen divertirse a tope con unos coros entre toda la banda.
El siguiente tema suena algo más a Saxon. Se trata de “EvilWoman”, tema del 69, interpretado primero por Crow y luego por Black Sabbath. De hecho, aqui Byford parece querer imitar la voz nasal de Ozzy.
Con los siguientes temas, Byford y compañía meten una marcha más al disco, endureciendo y ensuciando más el sonido, y aplicando algo más de mala leche. Y lo hacen con“Stone Free” de The Jimi Hendrix Experience, “Bomber” (homenaje al trio calavera que, estén donde estén, seguro que les gustará la versión) de Motörhead y “Speed King” de la primera etapa de Deep Purple, y nos demuestran que pueden sonar más salvajes y más brutos.
Siguen sonando clásicos. A continuación le toca el turno a“The Rocker” del inolvidable Phil Lynott (Thin Lizzy). Y llega el momento de la más “chocante”, y no por ello ni mal ejecutada ni nada por el estilo. Pero… es que la forma de encararlo (y cantarlo) no encaja con el resto del disco. No dudo que es una gran canción de AOR (estilo por el que apostó Saxon en su época), pero creo que “Hold the line” de Toto, es el tema menos “logrado” del disco. En fin… es mi opinión.
Y para cerrar el disco lo hacen con dos temas muy reconocibles, pero que tal vez no sean los más recordados o destacables de sus autores, como son “Problem Child” de AC/DC (donde la voz de Byford va al límite en algunas estrofas), y “See My Friends” de The Kinks con el que cierran este irregular “Inspirations”.
Tal vez el exceso en los efectos en la voz se les haya ido de las manos un poco, ya que en algunos momentos, la voz de Biff Byford (una de las principales señas de identidad, sino la principal de Saxon) suena como si no fuera suya. No sabemos a qué puede ser debido. Tal vez se trate del hecho de querer probar cosas diferentes. O tal vez se deba a una posible pérdida de voz de Byford (no sería de extrañar, puesto que hace poco cumplió los 70 años) que hayan querido “disimular” con dicho efecto, algo que no es tan presente en discos anteriores de los británicos.
En fin, os recomiendo varias escuchas. Creo que a la primera os quedaréis con esa extraña sensación de “chasco” y más de uno podrá llegar a pensar que están acabados. Y no creo que sea así. Siempre podréis echarle la culpa del resultado final del disco al confinamiento y la pandemia, ya que Saxon(aunque ya no sea aquella banda que sentó las bases de la nueva ola del heavy metal británico de los 80) siguen vivos, y seguro que aún les queda cuerda para rato.
Como siempre, para disfrutarlo al máximo, un volumen aceptable (de 10 para arriba).
Sello: Silver Lining Music/Militia Guard
Brutal y concienzudo análisis. Muy muy acertado. Cuando saquen algo nuevo más suyo…se verá en que han quedado. Se entrelee mucha sapienza musical y horas de audio en esta crítica. Sz