Crítica: “Running Games” (Joel Hoekstra’s 13)

¿Quién dijo que el 13 es el número de la mala suerte? Desde luego, Joel Hoekstra ha demostrado que no es nada supersticioso, y no le va nada mal con dicho número.

Se acaba de publicar “Running Games”, el nuevo disco de Joel Hoekstra’13, el proyecto en solitario del actual guitarrista de Whitesnake. Hablamos del hiperactivo (recientemente ha estado de gira también con Cher, y ha participado en el musical “Rock of Ages”) Joel Hoekstra. 

Un gran disco (compuesto y producido por él mismo) que sigue la estela de su anterior “Dying to live” (publicado en 2015), y que viene repleto de riffs cañeros, estribillos pegadizos, solos brillantes (sin duda, impecables) y mucha melodía en 12 grandes temas que combinan un sonido heavy moderno con el hard rock de los ochenta.

Para ello, se ha rodeado de un equipo competente y experimentado: Russell Allen a la voz, Tony Franklin al bajo,  y tres pesos pesados como son Vinny Appice (ex-Black Sabbath, DIO) a la batería, Derek Sherinian (SonsOf Apollo, Dream Theater, Black Country Communion) en las teclas y el gran Jeff Scott Soto (Sons Of Apollo, Trans-Siberian Orchestra) haciendo los coros.

El disco arranca con “Finish line”, con un potente y heavy riff que da paso a uno de los mejores temas de este “Running Games”, y continua con “I’m gonna lose it”, un tema más hard rock en una línea muy a lo Rainbow. Hasta el solo de teclado nos recuerda a Don Airey. Como 3er tema suena “Hard to say goodbye”, más AOR que los anteriores. 

Tras el arranque inicial con los 3 primeros temas, el disco baja ligeramente de revoluciones con el medio tiempo “How do you”, un gran tema con un buen  arpegio y un cuidado estribillo, pero enseguida vuelve a coger intensidad con “Heart attack”, otro de los mejores temas, con un potente y desenfadado riff, y posteriormente con “Fantasy”, el cual (con esa mezcla de hard rock y heavy) nos recuerda tanto a los primeros discos de Dio o Rainbow.

Seguimos desgranando uno a uno todos los temas de este “Running games”. Vamos ya por la mitad cuando comienza con una pesada y contundente base rítmica “Lonely days”, el cual va mutando en un tema más americanizado a medida que avanza, con un estribillo que nos acaba sonando demasiado comercial, teniendo en cuenta el contundente inicio del mismo. Y con “Reach thesky” pasa algo parecido. Comienzan ambos con riffs heavies, para ir derivando en una parte central en las que baja el pistón (tal vez demasiado) con estribillos muy a lo Survivor. A continuación suena “Cried enough for you”, donde invierten la tónica de los temas anteriores, ya que lo que parece ser una balada, se convierte en un potente estribillo en su parte central. Suben las revoluciones con “Take what ‘s mine”, el décimo tema de este gran disco. 

Como broche de oro suena “Running games”, el más tranquilo (y acústico) de todos los temas que componen este disco. Sin duda, una gran balada. Y cuando nos pensamos que ya está todo dicho, suena “Lay down yourlove” un gran tema con un sonido típico AOR que aparece como Bonus track, y que pone fin a estos 12 temas de buen hard rock ochentero, mezclado con destellos de heavy, pero con un sonido moderno y actual.

En definitiva, un disco con muy buen sonido y muchos detalles, que en algunos momentos nos pueden recordar a Dio o Rainbow, y en otros, a Foreigner o Survivor. Esa mezcla es la que hace tan interesante y recomendable este disco.

Algo criticable podría ser la similitud en la duración de las estrofas y la forma de cantar de Russell Allen. A medida que van sonando los diferentes temas, vemos como la métrica, el timbre y tono de voz, la melodía y las estructuras vocales, nos suenan unas a otras, llegando a resultar monótonas y repetitivas en algunos momentos. Suponemos que no es algo premeditado. Tal vez sea mi impresión (o mi oído saturado tras varias escuchas del disco), pero aunque los temas son diferentes, se parecen demasiado, debido al estilo y melodía que Allen aplica a las líneas vocales, y a la duración de las estrofas.

Aunque es innegable que este gran “Running games” es obra de Hoekstra, ni hay largos solos de “virtuosismo” gratuito, ni va de “shreeder” en ningún momento, ni pretende demostrar nada. Su estilo no es el de hacer temas instrumentales en los que lucirse. Su apuesta es la de construir temas bien compuestos, en los que ni aburre, ni pretende apabullarnos con su técnica. Con una gran maestría, se encarga de que no haya personalismos en el disco (ni tan sólo el suyo), y aunque su guitarra destaca de la mezcla final en muchos momentos del disco (con un gran sonido y unos solos impecables y bien ejecutados), realmente hay espacio de sobras para el lucimiento de todos los músicos. 

100% recomendable, y como siempre a un volumen aceptable (de 10 para arriba).

Sello: Frontiers Music

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