Crítica: Smith/Kotzen (Smith/Kotzen)

Acaba de llegarnos un álbum algo inesperado. Richie Kotzen (guitarrista con varios discos y proyectos en solitario, actualmente en Winery Dogs, y ex miembro de Poison y Mr. BIG) y Adrian Smith (miembro fundamental de Iron Maiden desde 1980) nos traen este enorme disco de hard rock, llamado como ellos mismos: Smith / Kotzen. 

Lo más sorprendente no es que ambos pertenezcan a estilos, generaciones y escuelas del rock diferentes, sino que hayan sabido conjugar sus voces y su técnica en nueve temas casi perfectos, en el que se mezclan las dos formas de hacer y componer de una manera madura e inteligente, con el punto justo de virtuosismo guitarrero, predominando el conjunto de cada una de las canciones por encima del shred y la técnica.

Muchos riffs heavies británicos mezclados con toques hard rock norteamericanos, demostrando que no sólo saben tocar, sino que (ambos, no solo Kotzen) se defienden perfectamente a la voz, y a pesar de que les separan 15 años, se han compenetrado a la perfección para dar forma a este gran disco de rock, demostrándonos que son unos grandes músicos, con unos solos al alcance de no muchos guitarristas. 

El disco fue grabado justo poco antes del parón de este año fatídico, en las Bahamas en febrero de 2020, y ha sido producido por Richie y Adrian y mezclado por Kevin “Caveman” Shirley. Aparte de las guitarras y voces, Kotzen toca la batería en la mayoría de los temas, junto a Tal Bergman (Billy Idol, LL Cool J, Rod Stewart,…). 

El arranque del mismo es simplemente bestial y nos da una clara idea de por donde van a ir los tiros, y al más puro estilo Winery Dogs, suena “Taking my chances”, con unas guitarras potentes y poderosas, en el que se empieza a vislumbrar esa brillante forma de mezclar con maestría ambos sonidos. Continúa con “Running”, el cual suena más a Smith, quien apoya en los coros la aguda y rota voz de Kotzen. Con “Scars” (en mi opinión uno de los mejores temas del disco) se van a un punto más hard blues, que nos recuerda a Black Country Communion (tiene un toque muy Bonamassa/Hugues), con un gran arpegio y un increíble sonido de las guitarras, y donde cantan ambos de manera magistral. Con una base rítmica impecable se inicia “Some people”, el cuarto tema, y empiezan a explorar otras formas de hacer rock, y donde es difícil saber dónde o cómo se mezclan ambas formas de componer.

Llegamos al ecuador del disco con “Glory road”, otro gran tema de blues rock’n’roll, tejido con mimbres muy clásicos que nos recuerdan incluso a Clapton. Y con “Solar Fire” se van de nuevo al mundo más hard rock, con el añadido de poder contar con el mismísimo Nicko McBrain a la batería como invitado estelar. El medio tiempo/balada “You don’t know me” también tiene el sello Smith y es otro de esos grandes temas de este disco. Me recuerda a muchas cosas, y a ninguna en concreto. Cuenta al final con un gran intercambio de solos de guitarra, y a pesar de durar más de 7 minutos, no sobra ni un solo segundo.

Nos acercamos al final con “I wanna stay”, el tema más “tranquilo” (por llamarlo de alguna manera) y tal vez uno de los menos inspirados, al contar con un estribillo más cercano al pop que al rock. Suerte que Kotzen y Smith lo compensan con unos inspirados y tremendos  solos. Y acaba el disco en todo lo alto con “Til tomorrow”, un tema que arranca con unas influencias algo zeppelianas y que luego llevan a su terreno con maestría y savoir faire.

Como resumen, destacar la gran producción del dúo y unos muy buenos temas, que nos demuestran cómo hacer un pedazo de disco de rock, donde dos estilos (que nos parecen tan diferentes) encajan perfectamente, como un guante, como si llevaran años tocando y componiendo juntos. Se nota que saben lo que hacen, saben a qué juegan y tienen muy claro cómo quieren sonar.

Este disco, sin ser una revolución dentro del género, si que puede ser un primer paso para renovarlo, y dar paso a una nueva generación de músicos que apuesten por esa perfecta mezcla de heavy clásico británico, junto al sonido hard blues rock con toques USA.

Totalmente recomendable 100%. Sin duda, uno de los mejores discos que vamos a escuchar en este 2021. Pon el volumen bien alto, y disfrútalo. Cuanto más lo escuches, más te gustará. 

Sello: BMG Records

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