Crítica: “Ten” – Michael Sweet
La eterna voz de Stryper vuelve, pero esta vez sin sus compañeros de “cruzada cristiana”. Es lo bueno del sello italiano Frontiers, que nos da a conocer las carreras en solitario de grandes voces de los 80, al margen de sus bandas nodriza, como ha hecho también con Jack Russell de Great White o Stephen Pearcy de Ratt.
Esto les permite a estos cantantes explorar nuevos parajes que se salen de lo encorsetado de los grupos que les dieron la fama, aunque en esta décima entrega en solitario de Sweet, el frontman no se aleja mucho de su sonido primigenio.
Desde aquí reconozco que Stryper me gustaron en su día pero nunca fueron mi banda de cabecera, partían pues desde una segunda fila en mis preferencias.
He de decir también que me parece que Michael es uno de los cantantes que mejor conserva sus facultades vocales con el transcurso de los años, apenas se nota diferencia entre su voz de los 80 y la de ahora.
Para la ocasión se ha rodeado de grandes de la escena actual y pretérita, entre ellos Tracii Guns, Joel Hoekstra, Gus G, Todd Latorre o Jeff Loomis, lo cual le da un extra de calidad al producto.
Yo dividiría el disco en dos partes, la de las canciones directas y rápidas y la de las más densas. En las primeras el álbum tiene un dinamismo que pierde en cierta medida en las segundas. El comienzo es muy bueno con tres temas que podrían ir en cualquier disco del grupo cristiano de rock por antonomasia, “Better part of me”, “Lay It Down” y “Forget, forgive” para decaer en una descafeinada “Ten” y en una balada, “Let it be love”, ni la mitad de acertada (era difícil, la verdad) como “First love”.
“Shine” y “When love is hated” vuelven a elevar el nivel creativo del disco a una nota de notable y en “Ricochet” la intervención de Tracci Guns y el buen estribillo merecen una mención especial.
En definitiva, un disco que si fuiste fan declarado de Stryper seguro que te gusta y si no lo fuiste a muerte, podrás encontrar en él cosas interesantes, aunque no te mate de placer. A mí, por lo menos, es lo que me ha pasado.
Sello: Frontiers Records