“Dark Matter”, la resurrección de Pearl Jam
No soy dudoso. Pearl Jam es una de las bandas de mi vida. Eso no es obstáculo para reconocer que desde la publicación del álbum “Yield” por lo menos a mí me han emocionado poco. Sí, es cierto, han seguido componiendo buenas canciones, álbumes aceptables, pero la sensación de tener el piloto automático puesto se ha repetido en muchas publicaciones.
Esa realidad ha cambiado de repente y con la publicación de “Dark Matter” la banda norteamericana nos ha devuelto la fe en ellos. Era difícil pensar que tras tantos álbumes con un perfil bajo, nos iban a regalar su mejor disco en casi dos décadas. ¿Cuáles han sido las razones para haber publicado una obra tan solvente como “Dark Matter”? Lo fijaría primordialmente en dos puntos clave. Uno, que aunque suene a perogrullo es esencial para que un disco funcione: los músicos están en estado de gracia.
He visto en este trabajo a los componentes de Pearl Jam totalmente enchufados. Vedder cantanto a un gran nivel. McMcready fino en sus solos y riffs, el combo Ament y Gossard más colaboradores que nunca y cómo no un eficaz Matt Cameron a las baquetas. El otro punto esencial del buen hacer de este álbum es la mano del joven y a la vez experto productor Andrew Watt. Un tipo que se ha ganado el respeto de la industria al revitalizar carreras de artistas ya en el ocaso de sus carreras como Ozzy Osbourne o The Rolling Stones. Su mano prodigiosa para dar el punto exacto de lo que necesita cada canción también se ha visto reflejada en el hacer de este gran trabajo. No hay que olvidar que estuvo presente en el disco en solitario de Eddie Vedder “Earthling”, de ahí su entrada de manera rauda y veloz en el mundo de los de Seattle.
El álbum fluye como la seda, es un portento de riffs y melodías de una factura realmente impecable. Hay de todo, canciones directas, puro rock casi punk, a toques psicodélicos, baladas de gran factura y sobre todo una frescura que hacía mucho tiempo que no se veía en las composiciones de la banda superviviente del movimiento grunge.
El comienzo del álbum me ha recordado directamente al “Ten”. Una apertura psicodélica, directa a la ensoñación es la antesala al primer corte del álbum llamado “Scared Of Fear”. Una canción directa marca de la casa. Han vuelto y por el buen camino, eso se nota a la primera de cambio. Un estribillo perfecto ante una canción maravillosa para abrir el disco. En definitiva un corte que evoca a lo mejor de Vedder y cia sonando en 2024.
Aunque el álbum mire a veces al pasado este álbum suena a actualidad, a unos Pearl Jam unidos al tiempo que están viviendo. “React, Respond” es una canción resultona, de fácil escucha. La encuentro de un nivel menor a la primera, pero me gusta el empleo que han hecho del bajo en este tema. Suena pop, no es el tipo de corte del que Pearl Jam hagan mucha gala, pero me gusta que intenten meterse por otras lides menos fáciles para ellos y saquen la inspiración que poseen.
Una de las canciones que más me ha gustado del álbum ha sido sin lugar a dudas “Wreckage”. Elegida como tercer single de presentación del álbum, tiene ese aura de canción típica de Pearl Jam y me hace rememorar canciones tipo “Daughter”. Creo que el fuerte de este tema está en su sencillez. Me encanta ese acorde que se repite a lo largo de la canción. Tiene un aroma muy a Eddie Vedder, podría haber estado en cualquier álbum en solitario del vocalista.
“Dark Matter”. El primer single de lanzamiento del álbum nos dio una buena muestra de lo que íbamos a encontrarnos en este disco. Cierto es que a veces puede sonar algo sobreproducido, pero en general creo que recoge la esencia de lo que significa este álbum. Una canción oscura como su nombre indica, en la McCready resalta por encima de todos. Sin lugar a dudas es uno de los que más inspirados está en este disco. Temazo sin más.
Llegamos a la mitad del álbum con un tema a medio tiempo llamado “Won´t Tell”. Es cierto que Pearl Jam abusa mucho de este tipo de temas. Es un corte también bastante pop, melódico, creado para estar en la radio para deleite de muchos. Se me queda algo corto, no es una mala canción, pero podría haber tenido un resultado final mejor.
Una de las mejores canciones del disco es “Upper Hand”. De nuevo un medio tiempo, recurso muy utilizado en este álbum, con una intro de larga duración que poco a poco se va mostrando para terminar en un espectacular tema. Es inevitable que te venga a la cabeza un tema como “Better Man”, tiene un desarrollo muy parecido. La última parte del disco con unos Vedder y McCready dejándose el alma es de lo mejorcito del álbum. Una canción que te sirve de todas todas a recuperar la fe en este grupo.
Una sorpresa viene a continuación… “Waiting For Stevie”. Un corte con un nombre extraño que evoca a una anécdota que le ocurrió a Eddie Vedder. Esta canción la estaba componiendo en pleno proceso de grabación de “Earthling”, mientras esperaba en el estudio que apereciera Stevie Wonder. Aromas noventeros, riffs, ritmo pausado y contundente. Una gran canción made in Pearl Jam que termina de manera relajada para hacer una especie de outro que da entrada al siguiente tema del álbum.
La vena punk nos llega de la mano de “Running”. Un tema que te deja sin aliento, con un Vedder que se sale y la banda detrás de él como si fuera una locomotora desbocada. Recurso muy utilizado en los últimos discos de la banda. Ese apego a realizar temas ásperos, casi de “garage” que a veces resultan y otras veces quedan algo vacíos. Esta vez creemos que es un tema que no desentona con el conjunto de canciones que componen el álbum, y lleva consigo una gran factura. No es lo que mejor se le da a Pearl Jam, pero cuando lo hacen su nivel suele ser casi siempre más que aceptable.
Bajamos revoluciones con la vacilona “Something Special”. Vedder toma la batuta, la guitarra y se pone en plan trobador como a él le gusta. Una canción que baja algo el nivel del álbum, pero que se complementa bien con el resto de lo mostrado. Nada del otro mundo, pero que te deja buen sabor de boca… al fin y al cabo ese es el objetivo de la música, ¿no?
Me ha gustado mucho “Got To Give”. Un corte que suena mucho a lo que ellos son. La banda se muestra alegre mostrándonos un rock vital, jovial, con ganas de vivir y seguir conquistando metas aunque el tiempo te vaya diciendo que eres algo viejo para según qué cosas. Pearl Jam cien por cien.
Llegamos al final de este viaje con “Setting Sun”. De nuevo viene un medio tiempo lleno de percusiones tribales, arreglos acústicos, la voz de Vedder yendo y viniendo. Me ha sorprendio esta forma de acabar el disco, esperaba algo más de contudencia, pero creo que la guinda del pastel les ha quedado bastante aceptable. Te despides del álbum pensando que esta vez han dado en el clavo, y este tema es un broche más que digno.
Poco más que añadir ante la primera impresión de este álbum. Os digo la primera porque los discos van evolucionando dentro de ti, y tienes que revisitarlos continuamente para ver si las sensaciones se mantienen inalteradas con el paso del tiempo. Este es un álbum que habrá que visitarlo muchas veces, son un puñado de canciones que tienen mucho que decir, y que con el paso del tiempo estoy seguro de que ganarán en intensidad y poesía.
Ver este regreso de Pearl Jam ha significado para todos los fans de la banda, entre los que me incluyo, una gran noticia. Esta es la banda que nos emocionó hace tantos años y que en 2024 ha conseguido de nuevo hacerlo. Hemos esperado mucho para ver y escuchar una obra a la altura de la leyenda que significa Pearl Jam. Los de Seattle son más que una banda, son los supervivientes de toda una generación, de un movimiento. Algo que a veces les ha pesado, pero que por suerte con este “Dark Matter”, han soltado lastre y se han vuelto a reencontrar. Una resurrección en toda regla.