«Even In Arcadia», Sleep Token sigue explorando nuevos caminos
Una de las grandes sensaciones del rock/metal de los últimos años es sin lugar a dudas Sleep Token. La legión de seguidores que los veneran han encontrado en su fusión de géneros y en su presencia enigmática un filón para no dejar de perder la fe en la música. Este eclecticismo en su propuesta entraña riesgos grandes, el primordial es la pérdida de identidad pudiendo llegar a ser totalmente irreconocible el sello de la banda creado en un principio. Algo así les ha ocurrido con este nuevo trabajo llamado «Even In Arcadia». La banda británica parece que abandona ya por completo los sonidos más contundentes para abrazar de lleno el pop y hip hop de toque atmosférico con aromas totalmente mainstream. El triunfo conseguido con su obra «Take Me Back To Eden» hacia presagiar que la banda liderada por Vessel estaba ya instalada en un sonido y formas de las que se aprovecharía en discos próximos, pero insistimos parece que no ha sido así.
Desde un primer momento con el tema «Look To Windward» tenemos la certeza de la apuesta de la banda y su alejamiento de los sonidos tan abigarrados que los vieron nacer. El camino parece que no tiene vuelta atrás y por supuesto que esto tendrá consecuencias inmediatas… estamos seguros que buena parte de los fans que los siguieron abandonarán el barco. Pero no queremos adelantarnos, el tiempo dirá el devenir de esta situación para Sleep Token.
El concepto del álbum gira en torno a la famosa pintura Et In Arcadia Ego, que sugiere la llegada de la muerte incluso en los paraísos más idílicos. La narrativa del álbum parece girar en torno a la dualidad entre la belleza y la pérdida. Todo es juego que se debate entre lo efímero y divino.
Este cuarto envite de la banda parece que se queda en el camino de conseguir algo, no consiguen dar en el clavo con las composiciones y todo queda en tierra de nadie. La estructura es similar que la de anteriores discos pero se dulcifica más aún. La fórmula de base pop con arreglos electrónicos y riffs pesados ya no sorprende y se repite hasta la saciedad. En este álbum te vas a encontrar eso a de manera reiterativa.
Cortes como «Emergence» o «Gethsemane» nos ofrecen fraseos rapeados, riff desatados y esa voz de Vessel que parece realizada por ordenador, de lo fría que suena a veces. Aún así no podemos negar que los chicos tienen sus adeptos que encuentran en este tipo de música algo de lo más varguandista en el mundo del rock. Pero insistimos, creemos que este álbum no aporta nada nuevo a lo ya visto en sus tres anteriores trabajos… bueno sí, más popy todavía. Esta orgía pop la podemos ver claramente en cortes del tipo «Past Sell», «Provider» o «Damocles», canciones desprovistas de cualquier atisbo de olor a metal y que facilmente podrían encumbrarse en un festival indie cualquiera de nuestro pais.
De lo poco que nos resultado algo estimulante del álbum ha sido uno de sus primeros singles, me estoy refiriendo a «Caramel», un corte que mantiene la estructura del anterior disco y que no se adormece en melodías enteramente pop, dando el callo metalero cuando tiene que darlo. Pero vamos, es un espejismo dentro de este desierto de corte continuista sin más.
Por último comentar la canción «Infinite Baths», un tema que parece no estar tan deslavazado y encontrar un sentido musical mucho más coherente. Es un buen broche para un álbum conformista que vive de las mieles del triunfo y poco más.
La irrupción de bandas como Ghost o Sleep Token en el mundo del rock ha insuflado algo de aire fresco en el mundo de los sonidos distorsionados, mientras los suecos siguen dando lo que hacían desde el principio, Sleep Token parece que se han quedado sin ideas en un puñado de temas que se encuadran en un ámbito comercial y sin pretensiones de perdurar en el tiempo. La banda debería pensar cuál es el camino verdadero que quieren tomar y reafirmar algunas ideas que han quedado difuminadas. Todo lo que sube baja y no sería la primera vez que una banda que llega a lo más alto del mundo rock, sea olvidada en un cerrar y abrir de ojos. Esperamos que recapaciten y encuentren la senda perdida.