“From Zero” el renacer de Linkin Park
Reconozco que hace unos años no hubiera creído que hoy estaría escribiendo esta reseña. Linkin Park fueron una de las bandas que marcaron el tempo de una generación, y una de las formaciones capitales del mal llamado “nu metal”. La pérdida de Chester Bennington no hacía presagiar que pudieran recomponerse y darse una nueva oportunidad, pero en el mundo de la música todo es posible.
Este regreso ha estado marcado por la polémica. Por un lado los fans acérrimos de la banda que han abominado de ver cómo el micrófono lo cogía alguien como Emily Armstrong (metida en polémicas también por la Cienciología), la propia familia de Chester que recibió este reemplazo como un insulto, etc… pero el poco tiempo transcurrido desde que saltó la noticia del regreso de la banda parece que ha puesto todo en su sitio.
Estamos ante una nueva etapa de la banda, que guarda sus esencias originales en cuanto a sonido, pero que cede el testigo a Emily para que sea la guía hacia una nueva época. Sinceramente creo que si tenían que volver esta era la mejor manera, reconociendo que tenía mis prejuicios al respecto, me ha convecido esta resurrección de Linkin Park.
Pongámonos en situación. En el plano musical Linkin Park se dirigía hacia la deriva más absoluta. Su último disco de estudio
con Chester fue “One More Light (2017)”, un trabajo edulcorado hasta la saciedad, totalmente pop y que renegaba de los sonidos que los hicieron grandes. Partiendo de ahí con poco que hicieran en este disco iban a superar tal desaguisado. Se vuelve a la senda de los sonidos distorsionados de la que nunca debieron salir.
La llegada de otro componente nuevo más, el batería Colin Brittain, ha sumado en la dirección de los sonidos que ya conocíamos de la banda y que tanto nos agradaban. Esto increiblemente suena a Linkin Park cien por cien. Es un gran regreso y nada fácil de realizar.
El álbum nos muestra la gran interacción vocal entre Emily Armstrong y Mike Shinoda que es el jefe absoluto de la banda. Con su primer adelanto “The Emptiness Machine” nos retrotraen a momentos del pasado ya vistos en álbumes como “Meteora” o el archiconocido “Hybrid Theory”. Emily nos muestra una fuerza en sus cuerdas vocales que dota de empaque a todos los cortes del álbum. Ha sido una acierto contar con ella.
Siguen la senda marcada por el tema anteriormente comentado temas de estructura similar como “Cut The Bridge”, “Two Faced” o la más experimental “Overflow”, donde la banda se atreve a salir de alguna manera de la norma marcada en sus canciones. Se intuye que en próximos lanzamientos Shinoda y cía buscarán nuevos terrenos donde poder sacar todo lo que tienen dentro.
No todo en el álbum guarda la misma disposición en la muestra de las canciones, hay temas que abordan la musicalidad del grupo desde una perspectiva más introvertida, más intimista.
Tenemos por un lado “Stained” y por otro la bien elaborada “Good Things Go”. Linkin Park también sabe manejarse en estas lides más melódicas… solo hay que mirar a su pasado para saberlo.
Me quedo por último con una de las mejores canciones del disco “Over Each Other”, un tema creado para que Emily demuestre
que no se han equivocado con ella y que tiene un futuro de lo más esplendoroso dentro de la formación norteamericana.
Todo suena bien en el disco, es un regreso que abre un mundo nuevo para una banda que ya la creíamos dentro del pasado y que
no volvería a escribir letras de oro en el mundo del rock. Linkin Park ha buscado regresar sin intentar sustituir a alguien tan grande como Chester Bennington, eso era imposible. Desde la honestidad han creado un artefacto de gran calado que les pone el carril de nuevo de las grandes bandas de este planeta; por cierto lanzarán una edición deluxe edition del álbum donde incluyen tres nuevos temas para engradecer si cabe aún más esta vuelta de tuerca a su carrera musical.
Qué bueno ver que Linkin Park están aquí con nosotros. Sinceramente creo que Chester lo está celebrando.