“Layla And Other Assorted Love Songs”, el peor amigo de la historia de los amigos
De todos los guitarristas a los que adoro y admiro, si tuviese que quedarme con uno… que no sé porque tendría que quedarme sólo con uno, pero… pon que si no la humanidad podría llegar a extinguirse. Si tuviese que quedarme sólo con uno, sería con Clapton (y que me perdone Jimi).
Hay algo en mi querido Eric, que me atraviesa desde que le oí por primera vez, en la casa del guitarrista de mi primera banda, con dieciséis años. Y no es que sea rápido, o técnico, un guitar hero, etc, etc, etc… Es que puedo tararear los solos, es que compone (poco) canciones que me dejan pasmado, y tiene una voz (de la que él se ha avergonzado muchas veces) que me emociona. Pero sobre todo, es que yo entré en el Blues de su mano, y seguro que no es justo darle crédito por todo un genero, mayoritariamente negro además, pero para mi fue así:Clapton inyectó el Blues en mis venas. Yo soy un creyente: “Clapton is God”. Tal vez, ahora que lo pienso, los solos de “While my guitar gently Weeps”, también ayuden a ponerlo en lo alto de la lista.
Lo primero que escuché de él fue el disco “Wheels of Fire”, de Cream (madre mía, esa versión en directo de Crossroads), su paso por los Bluesbrakers de John Mayall, luego llegué a Blindfaith, y de ahí, pasé a su trabajo en solitario… Me volvió loco el “Unplugged”. A día de hoy,es de los pocos discos que puedo tocar de principio a fin (ni de lejos a su nivel, pero ¿y lo que disfruto, qué?)
Se puede decir que tenía hambre de Clapton.
Y entonces, descubrí Derek and The Dominos, y esa maravilla de disco que es “Layla and other assorted love songs”.
Hay miles de documentales, y escritos, sobre este disco, poco puedo aportar.
Pero la historia de esta grabación es única.
Se han hecho miles de millones de discos DE amor. Como compositor puedo afirmar que es realmente fácil escribir canciones de amor, porque es algo universal, todos lo sentimos y, paradójicamente, suelen ser muy poco personales y bastante genéricas. Pero no sé si se han hecho tantos discos POR amor. Literalmente, este disco fue una declaración de amor a la mujer de su mejor amigo, de la que llevaba años enamorado y con la que tenía un lío. Cuando lo terminó, fue a casa de ella para que lo oyese y viese lo mucho que la quería. Y ella lo escuchó, alucinó, porque el disco es de otra galaxia, y eligió al otro. Lo que precipitó a Clapton a un abismo de alcohol y heroína que duró décadas y que casi lo mata. ¡Qué historia!
Para mejorarla, decir que su mejor amigo, y marido de su amor, era George Harrison. Y que el disco lo grabó con la banda que George armó para su debut en solitario “All Thing Must Pass”. Así que el bueno de Eric, le robó la banda a su amigo, para grabar un disco con el que quitarle la mujer. Bueno, pues con todo eso, hay algo en la música de esta joya, que justifica todo lo anterior. Es tan bueno, que da igual si Eric fue el peor amigo de la historia de los amigos. ¿Puede el arte justificar a la persona? En este caso, sin duda.
(Por cierto, George debía estar de acuerdo conmigo, porque siguieron siendo buenos amigos después de todo este drama)
La grabación del disco tiene también historias increíbles. Si no las conoces, investiga, porque fue una grabación mítica, con una mega banda, incluido Duane Allman cuyas guitarras casi ensombrecen las de Clapton. Mi historia favorita, que además no sé si es verdad, es que se metieron en el estudio, abastecidos de todas las sustancias toxicas imaginables, cerraron puertas y ventanas, y no salieron en semanas, hasta que lo tuvieron terminado. Me encanta visualizar la imagen de ese Clapton, dejándose el alma en la cinta, para que la mujer de sus sueños le quisiese. ¿Hay mejor manera de hacer música? Y eso se nota tanto en el disco. Puedes escuchar ese peligro, esa exposición, esa honestidad. Es un tipo que lo único que quiere es que ella le quiera. No quiere ganar dinero, ni fama, ni nada… sólo quiere que ella diga que sí. ¡Que maravilla!
Podría ir tema por tema, pero no lo voy a hacer, pon el disco y ten tu propia aventura. Pero sí voy a pararme en “Bell Bottom Blues”, compuesta por Clapton y Bobby Whitlock, porque para mi es la estrella del disco, por delante de Layla. Pocas veces he oído un lamento tan sincero y desgarrador. Hay canciones que no puedo entender cómo las han compuesto, ni de donde han salido. Canciones que parecen que han existido siempre, bueno, pues para mí, “Bell Bottom Blues” es una de ellas. La voz de esa canción me pone los pelos de punta, y me dan ganas a mí de decirle que sí, que no se preocupe, que todo va a salir bien.
“Layla and other asorted love songs” es un disco mágico. Totalmente producto de su momento y de su época, una época donde la música era algo más que relleno de festivales y anuncios, una época donde la música cambiaba el mundo, donde tenía más de religión que de pasatiempo. No sé si se volverá a hacer rock de esa dimensión, pero igual no hace falta, ya tenemos discos como Layla.
Yo me siento muy afortunado por poder darle al play y que comience a sonar “Have You Ever Loved a Woman” y que esa voz que oigo me haga plantearme si yo he querido alguna vez así.
Quiero creer que sí.
Gracias Antonio, me ha encantado la historia! Que pena que no seas guionista. Son los ingredientes de un largo, una película mítica del rock… en serio, plantéate escribir, aquí tienes una futuro inversor en sala (9€ de la entrada y 20 pavos de palomitas). Ahora en serio, agracias por abrir mi mente a esta historia y escuchar la canción de nuevo: maravilla