“Mellon Collie And The Infinite Madness”, The Smashing Pumpkins llegan a la cima
Hay momentos en la carrera musical de una banda en la que se sabe que han llegado a la tierra prometida. Ese lugar donde todo es reconocimiento, y se ensalza la labor realizada durante años en pos de convertirse en una referencia del género que transitan,
Eso le ocurrió a The Smashing Pumpkins en 1995. El lanzamiento del doble álbum conceptual “Mellon Collie And The Infinite Sadness” les llevó a lo más alto de su carrera, siendo venerados tanto por fans como por crítica.
Un álbum muy ambicioso. Nada menos que 28 cortes que resumen el estilo musical, y la manera de ver la música del combo compuesto por Billy Corgan y compañía.
Corgan se mostró con la fuerza de crear un monstruo tan bello y grande como éste, queriendo emular a leyendas como Pink Floyd y su “The Wall”. Es mucho decir que este álbum es tan grande como el comentado, pero ni que decir tiene que es uno de los álbumes referencia de todo el movimiento de rock alternativo que surgió en la década de los 90.
El álbum se separó en dos partes, por un lado “Dawn To Dusk” y por otro “Twilight To Starlight”. En tal monumental obra la formación norteamericana se devanea por multitud de emociones que van desde la rabia, la tristeza, la alegría, lo melancólico, creando un crisol de emociones sin parangón.
Aunque el peso compositivo recayó en gran parte sobre la figura de Billy Corgan, el bajista D’Arcy Wretzky aportó también calidad y buen hacer a un disco casi irrepetible.
Para poder canalizar tanto arte en 28 temas, la banda eligió cinco temas como single a modo de presentación con brocha gorda del maravilloso universo que nos planteaban.
Abrieron fuego con la maravillosa “Bullet With Butterfly Wings, un tema imperial, melódico hasta decir basta y con un estribillo de los que hacen historia.
A título personal el sencillo “1979” es nuestra preferida del álbum. Una canción melancólica y jovial a la vez, que sencillamente es perfecta. Aunque no se quedan atrás los otros tres maravillosos sencillos, “Zero”, “Tonight Tonight” y “Thirty-Tree”.
Aunque estos fueron los sencillos, el álbum guardaba otras maravillas del calibre de “Jellybelly”, “Love”, “Bodies” o “By Starlight”.
Una álbum denso, que trata de la vida y de la muerte. En palabras del propio Billy Corgan el álbum está basado en “la condición humana de la pena mortal”.
Como ya dijimos el álbum fue un éxito de crítica y público. La revista Rolling Stone lo posicionó en el puesto número 487 de la lista de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos y la revista Time lo nombró como el “Mejor álbum de 1995”.
The Smashing Pumpkins no llegarían a este nivel de excelencia en los demás álbumes que posteriormente vendrían. Pero una cosa es cierta, pocas bandas llegan a El Dorado y ven la ciudad de Oro, y ellos lo consiguieron con este disco.