Myrath y su lámpara amorosa “Shehili”

El quinteto tunecino vuelve a la carga tras más de mil y una noches sin publicar.

Mucho ha cambiado el sonido de este quinteto desde su pastoril “Hope”(2007) cargado de organillo a lo “cabra” y progresivo cargante, pasando por “Desert Call” (2010) donde se autoproclamaron desert metal y sentaron las bases de su más de una hora de prog étnico. Y el fantástico “Tales of the Sands” (2011) donde mostraron lo mejor de sí mismos. 

Ahora descorchan sus botellas, tras el comercial pero poderoso “Legacy” (2016) cuales Djinn liberados y presentan “Shehili”, un álbum sinfónico-étnico a caballo entre el metal progresivo y el hard AOR. 


Dividiendo el análisis en tres partes, en la primera y más comercial siguiendo los pasos de “Legacy” (2016), incluiría los singles “Dance” y “No Holding Back”, muy facilonas ambas, y “Born to Survive” mucho más elaborada con estructura mas prog al estilo de sus admirados (y míos) Symphony X con incursión a fondo en lo tribal. Han publicado un vídeo para este tema grabado en directo en su Túnez natal digno de ver. En ellas destaca la orquestación, un Elyes Bouchoucha magistral al teclado y un derroche de optimismo desmedido en sus letras.


Por otra parte, el bloque AOR compuesto por “Wicked Dice”, “Monster in My Closet” donde no faltan algunos riffs groovetas cada vez más instalados en el progresivo y tecladitos, con un Zeher Zorgati superándose con buenísimo registro vocal. Y la especialmente moñas, con pianito Nyman, “Stardust”. Amor y noches en vela con unos arreglos espectaculares y estribillos ultrapegadizos.


Y por último el bloque valiente y diferente, el que hace de Myrath una gran banda con musicazos, sacando ese Djinn hechicero y encantador de serpientes. El buen “You’re Lost Yourself”, donde brillan los cambios de tempo para lucimiento de todos y cada uno de los miembros de la banda. Al igual que en “Lili Twil”, con cierto aire a Virgin Steele, para mí de lo mejor del disco. Esa combinación de lenguas que tanto usaban en sus inicios, orquestación épica y Malek Ben Arbia coloreando con notas doradas una suerte de progresivo sin riesgos pero mucho acierto.Misma sensación con “Mersal”, prog folklórico de muchos quilates, que además de la darbuka presente en casi todos los temas, interviene flauta y clarinete a tono para el embrujo del tema más oscuro del disco. Los arreglos orquestales hacen el resto y redondean un tema muy malouf, como en su día el grandioso “Beyond the Stars”.”Darkness Arise” es un tema que perfectamente firmaría Symphony X. Un temazo superprog, el más poderoso dentro de la dulzura del disco, donde poco protagonismo tiene la sinfónica en favor de la potencia. Comparable a su temazo “Merciless Times” pero perdiendo la étnica.

Cierra “Shehili”, o la oportunidad perdida de haber hecho su “Odyssey”. Un temazo con un potencial tremendo, que limitan a poco más de 4 minutos. Teniendo la épica en sus manos (siempre nos quedará “The Unburnt” para el flipe, más actual que nunca por cierto) y la base perfecta con el contexto del regreso a casa para combinar y combinar sin parar.


Ya han girado por nuestro país en 2018 presentando alguno de los temas de este disco, que para mí gusto se queda un poco flojo y carente de potencia, aún siendo un digno trabajo. Este año forman parte del cartel del Sweden y el Wacken. 


Los Djinn son seres caprichosos, extravagantes y juguetones según el maestro Rushdie. Los hay de mejor y de peor corazón, unos adoptan formas animales y otros humana. Myrath tienen forma humana y han ido endulzando su corazón y también su música, consiguiendo madurez. Ahora demuestran que pueden desenvolverse muy bien dentro del metal blanquecino, optimista y versado en el amor, pero ojo, es peligroso ser un Djinn y arriesgar a que cualquier Aladdin pueda frotar tu lámpara y sus deseos te salpiquen de pop, fama y dinero.


Sello: earMUSIC

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