“Now and then”(Paul Stanley’s Soul Station), no solo de rock vive el hombre

Hace poco más de una semana que se ha publicado lo más nuevo de Paul Stanley. Sin
duda, para más de uno se tratará de una rareza o una excentricidad de “divo”, pero creo
que para alguien que lleva tantos años en esto, realmente se trata de un divertimento que le
sirve para explorar nuevos terrenos en la música. De hecho, tal como dice Paul Stanley en
una entrevista reciente: “No se puede tocar vestido como en Kiss hasta los 90 años”.


Esta “delicatessen” se llama “Now and Then” y es un compendio de 14 acarameladas y
suaves canciones, adornadas con coros y vientos que le dan ese agradable toque soul.
Aquí no hay ni rastro de las poses, los tacones, la pintura o la actitud de “Starchild”. A sus
casi 70 años, Stanley Berth Alsen (su verdadero nombre) ya está de vuelta de todo. En este
disco, todo está aderezado con ingredientes propios de otra banda (que ya empezó a
construir hace años), que nada tiene que ver con Kiss.


Arropado por un grupo de músicos con dilatada experiencia, Paul Stanley ha querido rendir
homenaje a la música y las bandas que marcaron su primera juventud, los clásicos del soul
y del R&B. «Now and Then» está compuesto por catorce temas que incluyen nueve
versiones de clásicos de la Motown, así como cinco nuevas composiciones que siguen la
misma línea estilística.


Soul Station lo componen un grupo de músicos desconocidos por estos lares, pero que
llevan años tocando con Stanley en conciertos que éste ha ido realizando por los USA. La
banda está conformada por el guitarrista y corista Rafael «Hoffa» Moreira, el bajista Sean
Hurley, los teclistas Alex Alessandroni y Ely Rise, el batería y corista Eric Singer, el
percusionista RayYslas, los coros de Gavyn Rhone, Crystal Starr y Laurhan Beato, el
trompetista Pappenbrook, un trío de cuerdas y un trompetista.

“Now and then” arranca con “Could it be I’m falling in love”, un gran clásico del 73, de The
Spinners, que ya muestra por dónde van los tiros en este disco, y continúa con los temas “I
do”, y “I, Oh I” (buscad el video, os lo aconsejo), ambos compuestos por Stanley. En ellos
destacan la cantidad de coros, vientos, arreglos de cuerdas y un sonido Filadelfia tremendo.
El cuarto tema es “Ooo baby baby” de Smokey Robinson & The Miracles, lanzado en el 65,
con un trabajo de voces y coros increíble. Y a continuación “O-o-h child” de The Five
Stairsteps del 70. Pedazo tema, donde suena también Gavyn Rhone como voz principal en
un par de estrofas.


“Save me (from you)”, otro de los temas compuestos por Stanley, es el que viene a
continuación. Y luego un lento y románticon tema de The Temptations llamado “Just my
imagination (Running away with me)” del 71. Stanley se luce con la composición en
“Whenever you’re ready (I’m here)”, el siguiente tema, donde le acompaña Crystal Starr a
las voces. Y sigue con “The tracks of my tears”, otro tema de Smokey Robinson & The
Miracles, también muy antiguo (en concreto, de 1965). Y llega el momento de uno de los
temas que tal vez sean más conocidos, que Stanley interpreta haciéndolo suyo. Se trata de
“Let’s stay together” de Al Green, un clásico del 74, que seguro que todos habremos
escuchado alguna vez antes.


El disco se acerca al final, y lo hace con un tema de The Delfonics llamado “La-la – Means I
love you”, lanzado en el 68. Y continúa con “Lorelei”, el último de los cinco temas
compuestos por Stanley, y tal vez el que menos influencia Motown tiene. Y otra gran
canción. Se trata de “You are everything”, de The Stylistics (y posteriormente versionada por
Diana Ross y Marvin Gaye), con un gran solo de guitarra de Rafael “Hoffa” Moreira. El disco
acaba con “Baby I need your lovin”, una canción optimista de The four tops, del 64.
El que espere un disco de hard rock al más puro estilo Kiss va a quedar terriblemente
decepcionado, y aunque más de uno enarque las cejas al oír los primeros acordes o la
primera estrofa, creo que es un buen disco. En “Now and then” Stanley se aleja varios años
luz de su imagen de frontman de una de las bandas de hard rock más potentes de la
historia, para convertirse en un emulador de Otis Reading o Smokey Robinson. Y se nota
que lo disfruta al máximo. Aquí el rock (como lo entendemos nosotros) brilla por su
ausencia. Todo es soul, R&B y mucho sonido Filadelfia y Motown.


Así que, mientras nos quedamos a la espera de ver a Paul Stanley junto al resto de Kiss, en
el final de la gira de despedida (una vez la pandemia nos lo permita), disfrutemos de este
homenaje a la música negra de los años 60-70, cuando “Starchild”, aun era un crío.
Esta vez no hace falta que pongáis el volumen al 11. Con un poco menos bastas. Eso sí,
que no falte un buen bourbon para degustarlo.


Sello: UMG Recordings

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