“Skeletá”, el nuevo paso hacia adelante de Ghost
Un nuevo capítulo en la discografía de Ghost. Una de las sensaciones a nivel mundial del mundo del rock, nos ofrece de nuevo un conjunto de canciones que no defraudarán a sus acérrimos fans pero que no aportan nada especial al conjunto de la obra de la formación capitaneada por Tobias Forge… pero vayamos por partes.
Skeletá es una nueva piedra en la construcción teatral y ampulosa que ha conseguido crear Forge. Todo un universo que gira en torno a su figura papal que ahora se reencarna en el Papa V Perpetua. Todo sigue en la misma onda, la mitología diabólica, la ya reseñada teatralidad, y ese puñado de canciones melódicas y fáciles de digerir que lo han encumbrado a lo más alto del star system rockero mundial. Cabe preguntarse qué hubiera pasado si el nivel de bandas nuevas del mundo rock/metal hubiera sido más alto, ¿Ghost estaría ahí? Quién sabe, lo cierto es que con este Skeletá lanzado por el sello Loma Vista Recordings sigue dándole crédito para estar ahí arriba.
Dicho todo esto si analizamos el conjunto de 10 piezas que nos presenta, no encontramos nada nuevo como ya hemos comentado antes. Creemos que es un álbum más flojo que sus anteriores álbumes y que ha
entrado en una especie de meseta musical con el piloto automático puesto. Esto no quiere decir que nos encontremos ante un mal disco, las canciones están
perfectamente producidas y Forge si sabiendo dotar a su música de ese encanto tan especial que lo hace único… pero esto ya lo hemos visto. Creemos que
estamos ante una encrucijada musical y que en el futuro deberá plantearse aportar algo más a sus canciones… el tiempo dirá.
En el plano letrístico y argumental “Skeletá” pone los ojos sobre las visicitudes del alma humana, nuestros miedos, anhelos, recuerdos etc… en contraposición a la temática de “Impera” en el que se abordaba el auge y caída de los imperios o lo referido en “Prequelle” centrado en las plagas y la decadencia del planeta. Los temas del álbum escudriñan estos aspectos de los sentimientos humanos desde un plano existencialista.
No quiero pasar por alto la estupenda ilustración que representa la portada del álbum creada por el artista Zbigniew Bielak que muestra a las mil maravillas todo el universo Ghost, entremezclando utopía con realidad, y dando rienda suelta a todo el simbolismo que acompaña la parafernalia de Ghost.
Pasemos a desgranar los temas que componen el
álbum. En líneas generales encontramos una mezcla típica de Ghost centrada en el AOR, rock clásico, pop y heavy de corte melódico. 10 temas que aunan el buen
hacer musical de Forge, pero que insistimos nos parece algo por debajo de lo ofrecido en sus discos anteriores.
Desde el comienzo todo nos suena muy familiar, con “Peacefield” da entrada a las melodías tan características de la casa con una mezcla de hard rock clásico tipo Van Halen con un tono nostálgico. Todo desemboca en “Lachryma” que nos parece algo más oscura pero con retazos luminosos que la hace una canción más completa que la anterior. Uno de los
mejores cortes del álbum.
“Satanized” fue el primer adelanto del disco y refleja fielmente lo que significa este disco. Letras sobre posesiones y demás paparruchas diabólicas que nos pone en el centro de la escena de nuevo al Papa.
Llegamos a una de las baladas del álbum. “Guiding Lights” es una canción suave y melódica ya oída por estos lares que poco aporta a la discografía de Ghost. Algo más de empaque tiene “De Profundis Borealis”, sonidos algo más pesados, nos recuerda algo al mundo de King Diamond y sus Mercyful Fate. De lo mejorcito del trabajo.
Temas como “Cenotaph” y Missilia Amori” se encuentran en la misma tesitura hard rock melódica que es el tono general del álbum, siendo el momento más alegre del disco la última comentada. Todo ello
para llegar a “Marks Of The Evil One”, canción puente para “Umbra” canción resultona que sigue en la línea de lo descrito anteriormente, resaltan unos coros de lo más efectivos.
El cierre adecuado a esta nueva obra teatral de Ghost lo escenifica la efectiva “Excelsis”, una balada introspectiva acompañada de una guitarras acústicas muy acertadas y Forge que le da el toque íntimo que requiere el tema.
Estamos ante un buen disco de rock. Algo más íntimo y personal que los últimos de Ghost pero que adolece de la chispa necesaria para superarlos. Quién sabe, a lo mejor con el paso del tiempo y de las escuchas el álbum crezca y se llene de la fuerza suficiente para encontrar un artefacto de gran categoría dentro de la discografía de Ghost. El tiempo dirá.