“Sound Of White Noise”, el punto de inflexión de Anthrax
Renovarse o morir. Eso es lo que debieron de pensar Scott Ian y cía a comienzos de 1990. Tras la marcha de Joey Belladona, una de las bandas más importantes de la historia del thrash metal tenía una difícil disyuntiva, buscar un cantante continuista con la labor de su anterior voceras, o dar un golpe de timón y mirar hacia otros caminos; eligieron lo segundo.
El 17 de mayo de 1993 Anthrax publica “Sound Of White Noise” y presenta en escena a su nuevo vocalista un semidesconocido John Bush, cantante de la banda de heavy metal Armored Saint. El cambio era radical, adiós a los bermudas, al rap metal, y bienvenida a un metal más recio, con empaque, y con la maravillosa voz de Bush trepanándote los oídos.
Anthrax arriesgaba y ganaba. Su cambio radical, como siempre, trajo detractores y críticas negativas. Por otro lado se unieron a la causa una gran pleya de seguidores que vieron en este cambio una decisión valiente.
Posiblemente los de New York sean una de las bandas más maltratadas de la historia, lo tienen todo para ser mucho más grandes, pero nunca lo han sido. Ese cambio tan radical les ayudó a que parte de la escena los tomara en serio, y que vieran en ellos el verdadero potencial que tenían.
Ponerse en manos del productor Dave Jerden, que tuvo a sus mandos los álbumes de Alice In Chains, “Facelift” y “Dirt”, dio un nuevo rumbo a su sonido, y lo convirtió enmás metalizado.
Desde el comienzo con “Potters Field”, ya te dabas cuenta que todo había cambiado. Anthrax entra en una nueva era, y al escuchar la voz de Bush todo se torna más contundente, serio y furioso.
EL hit del álbum aparece pronto, “Only”, sería la bandera de las nuevas aspiraciones de la formación neoyorkina. No es la canción del álbum, pero si representa hacia donde ellos habían puesto sus expectativas. El final del corte es de los que hacen escuela.
Temas que seguirían la estela del anteriormente comentado, pero metiéndole más caña burra aún, serían “Room For One More”, “Packaged Rebellion” o la brutal “This Is Not An Exit”, (título que cierra el álbum) en donde la voz de Bush se vuelve aplastante y demuestra claramente por qué lo eligieron para sustituir a Belladona. Un corte inspirado en el film American Psycho, la novela de Bret Easton Ellis.
La dupla formada por “Hy Pro Glo” e “Invisible forman el nudo gordiano del álbum. Dos canciones que rayan la perfección y que lleva a la banda a otra dimensión. Surca por los mismos ríos de potencia y mala leche el corte “1000 Points Of Hate”.
Una de las reliquias del álbum, es el maravilloso medio tiempo – balada “Black Lodge”, un corte antes nunca visto en la discografía de Anthrax y que los catapultó a banda capaz de reinar en lo más alto del metal si se lo propusiera.
La fórmula del pentotal sódico ( el suero de la verdad) se hace canción en “C11H17N202SNa”, y parece por un momento que la banda quiere reverdecer viejos laureles, y volver a sus raíces sónicas.
“Burst” es un digno representante del sonido del álbum, y un Scott Ian sublimen te hace temblar desde el segundo uno.
Anthrax con este álbum no sólo consiguió dar un giro a su carrera, si no que creo una maestra para ello; pocas bandas en este planeta pueden conseguir esto.
A mi gusto la época de Bush es la mejor de la banda, con Belladona eran y son una buena banda, con John Bush eran algo más.