“Superunknown”, Soundgarden se suben a un caballo llamado mainstream

¿El objetivo de una banda es convertirse en mainstream? Bueno, en un principio parecería que ese es el objetivo de toda formación musical: hacer llegar su música a todo el mundo de una manera accesible. Aunque dicho esto así, tampoco es del todo cierto. Los caminos que llevan a una banda de pasar de la noche a la mañana a encaramarse en lo más alto de las listas son múltiples y no siempre los deseados.

Sea como fuere, Soungarden lo consiguió en 1994 con el lanzamiento de su álbum más conocido “Superunknown”. Si ponemos nuestra particular máquina del tiempo en funcionamiento podemos contemplar cómo en marzo de 1994 el grunge estaba en lo más alto del panorama musical mundial.

Nadie podía esperar que tan solo un mes después Kurt Cobain se suicidaría poniendo todo el planeta rock patas arriba y anunciando el comienzo del declive de este movimiento nacido en las entrañas de Seattle. Un movimiento que estuvo azotado hasta la extenuación por el abuso de drogas, problemas mentales y existenciales etc… que marcaron de una manera profunda sus composiciones. Por allí estaba también Chris Cornell capitaneando su proyecto llamado Soundgarden. De las bandas que surgieron en esa época, Soundgarden eligieron el lado más oscuro, reflexivo y meláncolico del ramillete de formaciones que asomaron su cabeza en esa época. Junto a Alice In Chains formaron un frente en el que su música bebía más decaradamente de los sonidos más crudos del rock/heavy.

Soundgarden abraza a Black Sabbath como elemento diferenciador de su música y eso se deja ver en su álbum hasta la fecha más reconocido “Badmotorfinger”. Un álbum con una calidad indiscutible, lanzado en 1991, y que le sumió en una larga gira de tres años donde recogieron todo lo que habían vivido, para poder plasmarlo en una obra que intentara superar lo conseguido hasta la fecha con el disco que estamos comentando. ¿Lo consiguieron? Sin duda. Cuando entraron el estudio Chris Cornell, Kim Thayil, Ben Shepherd y Matt Cameron lo hicieron con el propósito de hacer algo grande. Algo que les hiciera ver el mundo desde su atalaya con la convicción absoluta de haber conseguido crear una obra de proporciones epopéyicas. Dificil y arduo trabajo que tuvo una recompensa casi immediata con la publicación de “Superunknown”.

Para llegar al “Dorado” los integrantes de la banda norteamericana emprendieron caminos musicales experimentales que de alguna manera se vieron plasmados en el álbum. Por un lado Chris Cornell venía de crear la formación Temple Of The Dog, creada para homenajear a su amigo Andy Wood, vocalista de Mother Love Bone, fallecido de sobredosis. Por otro lado Ben Shepherd y Matt Cameron estuvieron junto al guitarrista de Monster Magnet en la banda Hater, una formación que fijó su estilo a base de sentir e influenciarse con la música de The Stooges.

Cornell se dejó influenciar a su vez por sonidos más calmados, lentos, no tan frenéticos y potentes como lo desarrollado por la banda en “Badmotorfinger”, y los demás componentes antes comentados aportaron sonidos más arraigados en el punk y el garage. Todo esto sumó para crear una modificación sustancial en el sonido del nuevo álbum que iban a crear. En la parte técnica se reunieron con Michael Beinhorn para la producción, Jason Corsaro para el sonido, masterización a cargo de David Collins, y el toque final lo proporcionó el gran Brendan O’ Brien que dotó al álbum de ese sonido tan mainstream que les ayudó a llegar a la cima de sus carreras.

Un disco que es el más ecléctico de la carrera de la banda, y también el más largo, algo más de 70 minutos de duración. Un álbum versátil, raro, difícil de escuchar de primeras, pero que esconde canciones legendarias que quedaran en el imaginario rock para la historia. Hay mucha experimentación, psicodelia, pero sobre todo es un álbum oscuro, misterioso, que nos muestra unas letras que hacen referencia al miedo, la depresión, el suicidio es decir todo el mundo del que estaban reodeados los componentes de las bandas del llamado “grunge”. Mucha gente criticó este movimiento por entender que era el anti rock. Se entiende que el rock es jovial, con luz y destinado para ser un divertimento y no un lamentar continuo de desgracias. Allá cada cual con lo que crea que es el verdadero rock, lo que si es cierto e innegable es que todas estas bandas hicieron historia, le pese a quien le pese.

Vayámonos acercando al disco. Lo primero en lo que debemos fijarnos es en la portada. Una fotografía de Kevin Westenberg conocida como “Screaming Elf”, nos muestra a los miembros del grupo de una manera distorsionada sobre un bosque en llamas al revés en blanco y negro. Así lo corrobora Chris Cornell: “Superunknown se relaciona con el nacimiento de una manera… nacer o incluso morir: sumergirse en algo de lo que sabes nada. Lo más difícil es concretar una imagen visual para ponerle un título como eso. Lo primero que pensamos fue en un bosque en gris o negro. Soundgarden siempre ha sido asociado con imágenes de flores y colores exhuberantes y esto fue todo lo contrario.”.

Adentrémonos de lleno en la música de esta obra maestra. Son 15 temas de los que daremos cuenta de solo los más importantes a nuestro criterio para no aburrir al personal. Eso sí, el álbum no tiene desperdicio de cabo a rabo, aquí únicamente intentaremos hacer una somera guía de lo que es más primordial y esencial del álbum, centrándonos sobre todo en los singles lanzados a modo de presentación del mismo.

El primer pelotazo que llegó hasta nuestras manos de este álbum fue “Spoonman”, lanzado un 15 de febrero de 1994. La primera curiosidad que nos encontramos es que este tema fue creado originariamente para formar parte de la banda sonora del film dirigido por Cameron Crowe “Singles”. El origen el nombre de la canción es curioso, está inspirado en el artista callejero de Santa Cruz, California, Artis The Spoonman, el cual tocaba música con un repertorio de cucharas. Cornell creó una primera versión de este tema de manera acústica, para luego trabajar en una eléctrica que tuvo su estreno en la gira que llevaron a cabo con Neil Young en 1993. La figura de Artis The Spoonman, siguió teniendo protagonismo en el tema e incluso salió en el vídeo musical de la canción, tocando con sus cucharas. La canción habla de este artista y la consideración que tienen de él la gente al verle tocar en la calle. Los prejuicios que están detrás de esta situación son los reflejados en el tema. La sociedad te pone una etiqueta y no te puedes librar de ella. Un primer aperitivo del álbum que nos dejaban bien a las claras el nivel compositivo ante en el que nos encontrábamos.

Otra de las cumbres del álbum es “The Day I Tried To Live”, corte creado por Chris Cornell. Segundo sencillo del disco lanzado en abril de 1994. Una canción típica de Soundgarden con una afinación de la guitarra poco ortodoxa. Tema que poco a poco fue ganando puestos en el imaginario de los fans de la banda hasta convertirse en uno de sus temas preferidos. Cornell quiso reflejar en la canción los problemas que tenía con aislarse de la sociedad, y vivir de manera totalmente ajeno al mundo que le rodea. Quiso abrir un rayo de esperanza ante la angustia vital en la que se encontraba periodicamente y cómo afrontarla. Se quejaba Cornell que mucha gente la interpretó como si fuera una nota de suicidio, cosa que él negaba con rotundidad. Quiso abrirse y hablar a todo el mundo con franqueza como debía afrontar estas situaciones.

Llegamos al tercer sencillo del álbum, y al tema que catapultó a Soundgarden a lo más alto de las listas. Si la banda de Seattle buscaba un Santo Grial en su discografía lo encontraron en “Black Hole Sun”. Curiosamente un hit de este tamaño lo compuso Chirs Cornell en 15 minutos. Muchas veces las mejores canciones están ahí y solo hay que cogerlas para disfrutar de ellas. Se inspiró al escuchar las noticias en su coche mientras iba hacia su casa y hablaban de un eclipse. El mismo Cornell comentó: “Escribí la canción pensando que a la banda no le gustaría, luego se convirtió en el mayor éxito del verano”. Musicalmente el tema se desarrolla de manera lenta y nos va atrapando de manera pausada pero sin detenerse ni un segundo. Todo ello orquestado para llegar a un final donde todo estalla sin más. Una  mezcla bendita de rock psicodélico, alternativo y hard rock que supuso un antes y un después en la carrera musical de la banda. Cornell comentaba del tema que era una especie de paisaje onírico surrealista, una canción extraña en definitiva que jugaba con el título de la canción. La base pues de la canción es totalmente surrealista fuera de los convencionalismos de los grandes éxitos. Su creación partió de la nada y se movía casi en una plano interdimensional. Una obra maestra que puso de acuerdo tanto a público como al a crítica y que posicionó a Soundgarden como a otra de las bandas surgidas del movimiento grunge que había tomado por asalto el mainstream. Si ese fue su objetivo lo habían conseguido con creces.

Llegamos a otro de los puntos álgidos del álbum… “My Wave”. Cuarto sencillo del ábum que no hacía si no corroborar el sonido poco ortodoxo que guardaba en muchas zonas el álbum. A nivel compositivo de nuevo se utiliza compases irregulares que no son muy utilizados en el universo rock pero que eran lo suficientemente buenos como para construir el sonido de la banda y dotarles de un sello totalmente característico. Un temazo lo mires por donde lo mires, con un ritmo adecuado y la voz de Cornell acompañando cada golpe de batería de Matt Cameron. Sencillamente Soundgarden en estado puro.

Llegamos al último sencillo lanzado por la banda para este álbum, nada menos que “Fell On Black Days”. Para este simple contador de historias me parece de lo mejor de este trabajo. Una canción que lo tiene absolutamente todo, en la que Cornell se sale de nuevo con esa voz tan impresionante que la naturaleza tuvo a bien de dotarle. Cornell aborda de nuevo los miedos existenciales que le atenazaban. El tema habla del despertar terrible que podemos tener al creer que vivimos una vida segura y placentera cuando es todo lo contrario. Ese miedo ante las inseguridades y ante el futuro incierto que tantas veces nos atenaza. Es darse cuenta sin más de que estás realmente jodido. Un tema que resume claramente el espíritu del álbum y la manera que tuvieron en desarrollarlo a nivel letrístico sobre todo.

Dejamos el análisis del álbum, sin dejar de nombrar aunque sea únicamente de manera somera canciones del tamaño de “Superunknown”, “Limo Wreck”, 4th Of July”, o la que cierra el álbum llamada “Like Suicide”. Un título que por desgracia parecía una premonición de lo que pasaría en unos años en la vida de Cornell.

Poco más que añadir. Un álbum para la historia. Una obra que resume buena parte de lo vivido en la década con la irrupción del grunge y su pequeño reinado en el mundo del rock. Soundgarden tuvo el éxito que tanto anhelaba y el reconocimiento que se merecían. Pero como muchas veces pasa en esta vida, todo tiene su precio… y ellos, en concreto Cornell, lo pagaron caro. No queremos decir que por llegar alto fuera el detonante de su desaparición, peor quién sabe… a lo mejor esto, precisamente esto, no lo necesitaba Chris Cornell.            

One Reply to ““Superunknown”, Soundgarden se suben a un caballo llamado mainstream”

  1. Hopesend

    Tengo un gran recuerdo de este disco, paseaba por el centro de mi ciudad como tantos días y había una tienda de discos de toda la vida (que ya no existe) y vi el casere en el escaparate, me hechizo la portada nada más verla y entre a comprarlo. Cambio mi forma de ver la música por completo ya que venía de escuchar pop de los 80 y poco más, y abrió las puertas de más bandas del sonido Seattle. Hace una semana me a acorde de el y lo tengo en bucle en el trabajo…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *