“The Battle Of Los Angeles” (Rage Against The Machine), la ira del pueblo contra la injusticia del poder
La ira como tal no suele traer buenas cosas. Una energía desatada, incontrolable de consecuencias inesperadas, que puede desembocar en actos que nadie desea.
Esta ira cuando se vuelve comunitaria, es todavía más peligrosa. Un pueblo cansado de ser humillado, vejado y utilizado por el poder, puede llegar a tirar por la calle de en medio, y desbocarse para ajustar cuentas con quienes lo único que quieren es aprovecharse de ellos en su beneficio.
Situaciones como las que se están viviendo ahora mismo en Minneapolis, no son nuevas, ni en el mundo, ni en Estados Unidos. Sin ir más lejos todavía resuenan los ecos de los disturbios acontecidos en Los Angeles en 1992 con 54 muertos y miles de heridos.
Rage Against The Machine con su álbum homónimo lanzado en 1992, dieron respuesta a ese conflicto, y las injusticias que de manera cotidiana se cometen en su país.
Con su tercer álbum editado en 1999, “The Battle Of Los Angeles”, buscaron cerrar el círculo de denuncia social, política y comprometida que abrieron 7 años antes.
Este tercer disco, la banda californiana muestra toda su rabia hacia el sistema. Su álbum más maduro, completo, lleno de temas en los que se percibe esa ira desbocada preparada para liberarse de las cadenas impuestas por los más poderosos.
Desde el comienzo con “Testify”, pasando por “Guerrilla Radio” hasta llegar a “Calm Like A Bomb” todo nos hace indicar que estamos ante la obra definitiva de Zack de la Rocha y compañía. Temas escritos desde las vísceras, para ser punteados por el gran Tom Morello, y machacados bajo el ritmo infernal de Tim Commenford y Brad Wilk.
Curiosidad a comentar el single “Sleep Now In The Fire”, en el vídeo de presentación del mismo, podemos ver como salen pancartas en las que se podía ver como Donald Trump se presentaba a Presidente de los USA. Toda una profecía hecha realidad, que a su vez a supuesto el regreso de la banda para luchar por los derechos civiles de su país.
Temazos como “Born of a Broken Man”, “Born as Ghosts”, o “Voice of the Voiceless”, completan un álbum que cierra una de las mejores trilogías de la historia del rock activista.
Esperamos un nuevo álbum de Rage Against The Machine. Artistas como ellos son más necesarios que nunca.