“The Number Of The Beast”, la clase magistral de Iron Maiden

Nos encontramos ante uno de los álbumes esenciales, imprescindibles, de la historia del heavy metal. Máximo representante de la NWOBHM, “The Number Of Beast”, marcaría un antes y un después en la carrera de IronMaiden; sencillamente se instalaban en lo más alto del Olimpo del rock, con tan solo un par de discos editados (“Iron Maiden”, “Killers).

Con una producción perfecta de la mano de Martin Birch, y la llegada de un nuevo vocalista a la banda, un tal Bruce Dickinson, Maiden puso la directa hacia el sonido que cultivaría a lo largo de su carrera, y que le serviría de marco diferenciador con respecto a las demás bandas. Último trabajo en el que se sentaría a la batería el gran Clive Burr, siendo sustituido por Nicko McBrain en 1983. Por cierto es el único disco en el que Burr compuso un tema, y en el que Adrian Smith comienza por primera vez a componer para “La Doncella”. 

La entrada de Bruce Dickinson en la banda en sustitución de Pau Di Anno, supuso un giro copernicano al estilo de Iron Maiden. Si en los primeros discos la banda sonaba a más punk, rock y trazas de heavy metal, en esta obra se meten de lleno en el heavy metal con un corte más épico. Steve Harris supo ver el potencial de la voz de Dickinson, y así adaptar las canciones para que el fantástico vocalista diera todo lo que tiene dentro. 

Algo a destacar también en la creación de este soberbio monumento al heavy metal, fue la aportación de Dickinson en alguno de los temas que lo componían. Su toque quedó reflejado en cortes de la talla de “Children Of The Damned”, “The Prisioner” o la maravillosa “Run To The Hills”. Eso sí, en principio no pudo aparecer en los créditos de los temas. 

Un álbum que como podréis imaginar se tuvo enfrentar a las mentes calenturientas de la censura. Su portada con un Eddie teniendo bajo su abrigo al mismísimo diablo, el título del disco, y demás parafernalias, hicieron que los británicos pasaran a engrosar la lista de grupos “adoradores” del diablo y demás sandeces. Ya sabéis, que hablen de ti, aunque sea mal. Si a todo esto unimos una serie de anécdotas y leyendas alrededor de la grabación del disco, todo influyó para que la tormenta perfecta se diera de manera inevitable. 

Los 8 temas que conforman esta “Enciclopedia Británica” del Heavy Metal (nueve, si contamos “Total Eclipse” que se incluyó en 1998), crean una obra maestra del género indiscutible aunque pasen 1.000 años. Comenzar con la gran “Invaders”, ya nos daba una pista de la grandeza del asunto. Un corte muy Maiden, con un ritmo trepidante, con riffs salvajes y potentes, coloca a la banda directamente en el pedestal que se merece. Harris tira de Historia, algo marca de la casa también, para inspirarse en una letra que habla de vikingos y sajones. Siendo un buen tema, es de lo más flojito del disco. 

“The Children Of The Damned” busca su inspiración en el film “El Pueblo De Los Malditos” (1960) basada a su vez en la novela “The Midwich Cuckoos” (1957 – John Wyndham). Uno de los mejores cortes del álbum sin duda. La canción va de menos a más y se desparrama con la voz de Dickinson haciendo de las suyas. 

“The Prisioner”, encontró su inspiración en la serie de televisión inglesa del mismo título. Utilizaron como introun diálogo de la serie realizado por el actor Patrick McGoohan. En lo musical es un corte rápido, potente y muy coreable en directo. Uno de los temas en mi opinión más infravalorados del repertorio de Maiden, que debería tener una consideración mucho más alta. 

“22 Acacia Avenue” es la continuación del tema “Charlotte The Harlot” incluido en el primer álbum de la banda “Iron Maiden”. La historia narra el dolor de un hombre al saber que su novia se prostituye y en esta segunda parte nos muestra el domicilio de la misma. Un corte marca de la casa, que a mi gusto es de lo que menos aporta a todo el álbum; siempre hablando de un nivel altísimo, claro está. 

“The Number Of The Beast” la canción que da título al álbum, es posiblemente una de las tres mejores canciones de la historia musical de los británicos. La maravillosa intro en la voz de Barry Clayton, nos introduce en el mundo tenebroso del diablo; sencillamente magistral. Steve Harris se inspiró para hacer este tema, en una pesadilla que tuvo al ver el film “La Profecía II”. Musicalmente el tema es colosal. Directo, a la yugular, la obra cumbre del heavy metal; sencillamente sobran las palabras. 

“Run To The Hills”. ¿Puede existir un tema más grande que éste? Uno de mis cortes preferidos de este álbum. Lo tiene todo, ritmo, velocidad, agresividad, estribillo y épica. Un puto clásico por los cuatro costados. Fue el primer single del álbum, y la temática versa sobre la conquista de los ingleses en los territorios indígenas de América. Obra maestra.

“Gangland”. Bajamos un poco el nivel compositivo, y nos encontramos ante un corte que no aporta mucho a lo ya escuchado en esta maravilla de álbum. Sección rítmica atronadora, riffs alocados y el tema de los gangsters de trasfondo. 

“Total Eclipse”. Tema no incluido en la edición primera del álbum. Se incluyó en la remasterización de 1998. Tema de corte ecologista que nos muestra a un DaveMurray desatado, y con una destreza en la guitarra fuera de toda discusión. 

“Hallowed Be Thy Name”. El tema. Este álbum es grande porque entre otras cosas, esconde una joya en el final. Mi canción preferida del disco sin discusión. Dickinson crea una de las atmósferas más grandes jamás creadas en una canción de heavy metal. Los pensamientos de un hombre que espera en el corredor de la muerte su destino, se reflejan de manera asombrosa en esta obra maestra. De menos a más. Un final apoteósico. Grande hasta decir basta. 

Poco más que añadir. Una de las obras cumbres de la historia del heavy metal. No queremos ser pesados. Con esta reseña lo único que hemos querido hacer es rendir homenaje una vez más a este grandioso álbum de IronMaiden. Qué suerte que hayan existido y sigan todavía ahí. Up The Irons!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *