“Violator”, la magia de Depeche Mode
Hablar de Depeche Mode es hablar de algo más que de un grupo de música. La formación
capitaneada por Dave Gahan y Martin Gore ha sido capaz de trascender géneros y ser
aceptada y reconocida por aficionados a la música pertenecientes a estilos muy dispares. La
cima como grupo la alcanzó con un álbum que marcó un antes y un después en su carrera. Nos
estamos refiriendo a “Violator”.
¿Por qué Depeche Mode es un grupo tan aceptado por gente con gustos musicales tan
diferentes? Podríamos definirlo como una formación “bisagra”, una banda que aunque es
reconocible dentro del ámbito del techno, ellos aplican a sus temas influencias de ámbitos
muy dispares rock, soul, jazz, rock progresivo etc… se dan la mano bajo cuerda y amalgaman
de una manera maravillosa los temas que son capaces de crear Gahan y cía. A todo esto hay
que añadir la utilización de todo tipo de instrumentos en sus composiciones que acompañan a
los teclados o sintetizadores. Lo acústico està también muy presente en sus temas y dotan así
de sus composiciones de un aura cuasi rock que los hace totalmente todo terreno.
No debemos olvidar su estètica. Temas oscuros, casi góticos, que atraen a multitud de
personas que van en busca de lo prohibido, lo etéreo, lo maldito… Esa dificultad en
encasillarlos es realmente el punto fuerte del grupo.
Hablar de esta obra es complicado. Ya han corrido ríos de tinta sobre lo que fueron capaces de
hacer en este trabajo Depeche Mode. Algo sencillamente irrepetible. Su consagración mundial
llegó como un tsunami de proporciones gigántescas y ya nada fue igual para ellos.
Siendo este su séptimo disco, ya habían demostrado con creces que eran los reyes del
techno/synthpop, con “Violator” se proclamaron reyes absolutos de un género del que son los
principales impulsores. La transformación en super estrellas mundiales ya es indiscutible y ya
nadie duda de que estamos ante una de las bandas más importantes de la historia de la música
contemporánea.
19 de marzo de 1990. Con el lanzamiento de “Violator” Depeche Mode revientan las listas y
colocan cada single que sacan en número uno mundial. No se recordaba un impacto así casi
desde la salida del “Thriller” de Michael Jackson. El mundo no estaba preparado para una obra
tan mayúscula.
La suerte del álbum viene marcada con el lanzamiento de su primer single, “Personal Jesus”.
Una canción que se salía del tono, o lo anteriormente hecho por la banda, y muy ayudados por
la MTV pegaron un pelotazo de órdago a nivel mundial. La fecha 29 de agosto de 1989 está
grabada en fuego para todos los seguidores de la banda y fans de la música en general, ese día
se lanzó el single y la locura no hizo más que comenzar.
Depeche Mode se erigen en una formación de estética y maneras rock y base techno, un
còctel molotov con una onda expansiva salvaje. Gran ayuda en toda esta parafernalia la ofreció
el fotográfo y director Anton Corbjin quien trabajo en los vídeos que lanzaron, así como en
diseñar la portada, y las fotografías del mismo. Su impronta se dejó notar de manera notable y
así dotó de una fuerza superior a todo lo que emano de esta obra maestra.
No debemos olvidar y señalar las aportaciones del productor Mark “Flood” Ellis (New Order,
Ministry, U2, Erasure…) y el Dj François Kerkovian que fue el encargado de mezclar todos los
cortes del disco a excepción de “Enjoy The Silence”. Su trabajo con el grupo alemán Kraftwerk
también dejó su poso en las mezclas que creó para “Violator”.
La formación de Depeche Mode que asaltó los cielos estaba formada por Dave Gahan, Martin
Gore, Andrew Fletcher y Alan Wilder. Un Alan Wilder que le dio su toque al álbum
proponiendo a la banda reducir el tiempo de pre-producción y evitar así la pasividad con la que
habían trabajado en álbumes anteriores. Martin Gore fue el alma mater del disco. De él
surgieron las principales ideas para crearlo. Presentó demos e ideas inacabadas par así abrir a
los demás la posibilidad de crear las canciones con una gran libertad.
El lanzamiento de dos singles tan potentes como “Personal Jesus” y “Enjoy The Silence” de
manera prèvia al del disco, levnató la expectación a cotas altísimas, dejando claro que
Depeche Mode querían reventar las listas de éxitos. Porque “Violator” es eso claramente… una
álbum lleno de hits. Un parque temático sin fin de música sin fisura alguna.
“World In My Eyes” Curiosamente abre el álbum, un corte que no sigue la estela de las
canciones del álbum. Es un sencillo bailable, que podríamos incardinar en el ramillete de
composiociones creadas por la banda para mover el esqueleto. Se me vienen a la cabez temas
como “Just Can’t Get Enough” o “Master And Servant”. Todo es sintetitzador, percusión
electrónica, voces robotizadas etc… una oda al synth/pop en toda regla. Alan Wilder sostiene
el tema con una base electrónica perfecta y ensalazando la letra que apela al amor y muestra
al mundo que Depeche Mode había llegado a la cumbre. Un corte que parece simple pero que
encierra una complejidad brutal. Una maravillosa mirada al pasado con pretensión de futuro.
Marin Gore nos crea esta maravilla oscura y gòtica llamada “Sweetest Perfection”. Uno de los
cortes más experimentales del álbum, posiblemente el que más se sale de la horma creada
para hacer este álbum . Gore ya empieza a aportar esas notas de cuerda a las que tanto
recurrirá a lo largo del disco. Un tema lento, que va serpenteando como una pitón y que
termina por estrangularte.
La letra parece abrazar el tema de las drogas y hay que poner este corte en conexión con
“Clean”, la canción que cierra el álbum y que también sugiere esta temática. Una de las
canciones en las que Gore lleva la voz cantante y Gahan hace las segundas voces.
Uno de los temas más pop del álbum, sencillo, electrónico que va ganando en fuerza a medida
que se va desarrollando, llegando a un final apoteósico.
“Personal Jesus”. El comienzo de todo. Como hemos comentado ante la irrupción de este
single cayó como una bomba de megatones en la escena musical y ya nada sería. El aroma
country, blues techno que destila el álbum, sumado al vídeo de Corbjin rodado en Almería, fe
la marca con la que Depeche Mode cambiaron el rumbo de su carrera. Su éxito fue tal que el
gran Johnny Cash se encargó de hacer una gran versión. También realizó otro cover de cierto
éxtio el controvertido Marilyn Manson.
Martin Gore se inspiro en el libro “Elvis and me” de Priscilla Presley para crear el tema. Lo
describe así: “Es una canción que trata sobre ser Jesús para alguien más, alquien que te da
esperanza y atención. Es sobre cómo Elvis fue su hombre y su mentor, y lo asiduo que se da
en las relaciones amorosas; cómo el corazón de todos es en cierta forma como un Dios.
Jugamos con esas partes de una persona que son como Dios pero las personas no son
perfectes, y ese no es un punto de vista equilibrado de alguien”.
La guitarra por primera vez se erige en el principal actor de una canción de Depeche Mode.
Pilló a todo el mundo por sorpresa, un giro de guion en la música de los británicos que los
encumbró de 0 a 100 en un abrir y cerrar los ojos Versionada, mezclada, remixada. Se han hecho múltiples interpretaciones y versiones de una canción sencillamente eterna. Obra maestra.
Una de las canciones más extrañas del álbum fues sin lugar a dudas “Halo”. Fue un corte que la
crítica tuvo dificultades para clasificarla. Ya sabemos que los que escribimos de música nos
ponemos nerviosos si no sabemos dónde ubicar un tema o un estilo. Con “Halo” pasó algo
parecido con sus arreglos tan dispares. Un tema que va desde el rock progresivo al jazz fusión
con toda la base de teclados de Alan Wilder, haciendo de este tema una representación genial
de lo que buscaba Depeche Mode en este disco: no someterse a ninguna regla establecida en
el grupo con anterioridad.
El mundo de lo hipnótico y lo oscuro nos llega de la mano de “Waiting For The Night”. Un tema
creado casi a dos voces entre David Gahan y Martin Gore, es un viaje alucinógeno, cósmico,
podríamos decir que etéreo. El minimalismo se apodera de todo y dota a la composición de
una simplicidad tan perfecta que resulta paradojicamente muy enreversada. Es una mirada
dark wave en toda regla. Uno de los sellos de Depeche Mode se manifiestan de manera
clarividente en esta composición de recursos góticos y brumosos. Fue un corte que aparició
casi desnudo, sin la utlización de ningún instrumento addicional y solo con una base
electrónica. Una especie de vuelta a los orígenes de la banda en toda regla.
Llegamos a uno de los puntos álgidos del álbum: “Enjoy The Silence”.
El silencio, la ausencia de sonido, la palabra ausente. Tenemos sobrevalorados diálogos, los
discursos, las habladurías etc… le damos muchas veces demasiada importancia a palabras que
lo único que hacen es hacernos daño y que se volatilizan al instante sin dejar rastro alguno.
Decía un tema de El Último de la Fila, que si lo que vas a decir no es mejor que el silencio no lo
vayas a decir. Y es eso, la verdadera esencia del silencio nos da paz, nos hace recapacitar, y
sobre todo somos dueños de él. El silencio es de gente capaz y las palabras se apegan tanto a
personas diligentes como a asnos sin remedio.
Depeche Mode conseguirían con su tema “Enjoy The Silence”, incluido en su álbum “Violator”,
llegar a la cúspide de su carrera. Una canción que es una oda al encuentro del ser humano con
el silencio, con el sosiego, en definitiva con lo que puede controlar y ser director de su destino.
La letra del tema creada por Martin L. Gore. explicita como las palabras son innecesarias, nos
hacen daño. Un corte que evoca a las mejores canciones de soul y gospel, que hablan del alma
del ser humano, y de su capacidad de resistencia.
Muy evocador es el videoclip que acompañó al single. En él se puede ver a David Gahan
ataviado con capa de rey y corona, emulando al “Principito”. Las imágenes nos transportan a la
búsqueda de ese silencio que es lo único que puede dar la plenitud a un rey que huye de las
cosas materiales.
El origen del tema creado por Gore era de corte acústico, pero Alan Wilder le vio potencial
para introducir bases electrónicas, acelerar el ritmo y crear así un hit inmortal.
Curiosamente una canción dedicada al silencio, fue la que encumbró definitivamente a
Depeche Mode. Un corte creado para que nos paremos a pensar que hacemos con nuestra
vida, que huyamos del ruido, y que busquemos refugio en nosotros mismos, el único sitio al
que nadie más que nosotros puede acceder.
Otro de los pelotazos de “Violator” fues in lugar a dudas: “Policy Of Truth”.
Tercer single que se lanzó y una de las canciones más famosas del álbum junto a “Personal
Jesus” y “Enjoy The Silence”. Uno de lo temas más bailables del disco, con una sampler de
cuerdas que se ofrece de guia para acompasar toda la canción.
El enterno dilema sobre la verdad y la mentira y la utilziación en según que casos de cada una.
Una reflexión sobre el poder de la honestidad y cómo intentamos hacer uso de ella sin morir
en el intento. Aunque parezca que es una canción de temática política, su intención es abordar
la problemática de cómo debemos comportarnos para arreglar las cosas, qué es lo que
debemos aportar para conseguirlo.
Un himno de Depeche Mode que se ha convertido en un imprescindible en cualquier directo
que se precie de la banda británica.
Vamos llegando a la parte final de la obra que la inicia: “Blue Dress”.
Otra canción de corte sencillo, sin alaracas, en la que de nuevo Martin Gore agarra el testigo
de ser un crooner de excepción que se viste de cuero y negro para hablarnos de fetichismo.
Relaciones humanes, sentimientos, deseo. Todo ello se conjuga en un tema que tiene como
base un efecto de alarma en tono bajo que sirve de soporte para toda la composición.
Romaticismo, lírica, resulta a veces hasta conmovedor escuchar esta canción. Consejo: prueba
a hacerlo con la luz apagada… y si es en compañia, mucho mejor.
Tras el tema llega un interludio llamado no oficialment “Interlude #3 que se desarolla hasta
desembocar en la pieza final: “Clean”.
Un bajo electrico nos hace de introducción en este tema. Un corte que auna el compendio de
sonidos que Depeche Mode gusta de meter en sus obras. Base sintètica, efectos Electrónicos,
todo guiado bajo la batuta de Alan Wilder. La canción va emergiendio lentamente tras el
interludio antes aludido que ejerce de base. El tema más oscuro del disco . La fortaleza del ser
humano, nuestra existencialidad… oscuridad. En definitiva: Depeche Mode.
Podría estar escribendo días enteros sobre lo que me evoca este álbum. Obra maestra sin
paliativos. Nada fue igual para Depeche Mode tras “Violator”. ¿Sabéis que os digo? Creo que
para los que vivimos su publicación algo en nuestras vidas cambió también. El poder de la
música es infinito y eso lo sabe Depeche Mode.