“Will The People”, un álbum más en la carrera discográfica de Muse
Odiados y amados por partes iguales. Con los británicos no hay término medio que valga. Una carrera llena de altibajos, aunque predomine la calidad a la mediocridad, hacia ver con pocas expectativas un nuevo trabajo del señor Bellamy y cía. ¿Ha defraudado este nuevo trabajo? Pues que queréis que os diga, nos hemos quedado más o menos igual. Es decir Muse sigue sin salirse de la tónica que ha rodeado sus últimos hijos fonográficos, mucho ruido y pocas nueces.
Es cierto que los tiempos de “Showbiz (1999)”, “Origin of Symmetry (2001)”, o “Black Holes and Revelations”, ya nunca volverán (o por lo menos eso creemos). Pero lo que sí le pedimos a la banda es un poquito más de variedad, o mejor dicho, ideas claras para acometer nuevos trabajos. Bellamy en su afán de abrazar todos los géneros posibles muchas veces termina por no dar con la tecla. Ejemplo de ello es este “Will The People”. Un álbum más en su discografía , que si bien no es un mal producto, no aporta absolutamente nada a su carrera y nos deja igual de fríos que una siesta en invierno.
El álbum no es malo, para que me entendáis. Pero tienes la sensación de que lo has escuchado antes. También es cierto que cada vez aguanto menos la voz de Matt Bellamy… no sé si será que me estoy haciendo viejo. Me suena a estridente, y se erige como principal protagonista de todo el conglomerado que monta el trío británico.
La temática del álbum se dirige a apuntar a los males que vivimos en la actualidad. La globalización como eje del mal absoluto, los problemas con el Brexit, la guerra etc… Un esquema que de partida parece muy incendiario, pero que al final nos sabe a poco. El comienzo es algo descacharrante con el corte que da título al álbum “Will The People” tiene un ritmo clavado al archiconocido himno de Marilyn Manson “The Beatiful People”, un tema resultón que hace de digno representante de lo que nos deparará el disco.
Me ha gustado “Compliance”. Sí, parece sacado de una banda sonora de los años 80, pero me ha hecho gracia. Es una canción que funciona y le da una nota de color fantástica al trabajo. Vamos que te hacen incluso mover el esqueleto.
Nos vienen casi metaleros con uno de los cortes más sobresalientes del álbum “Kill Or Be Killed”, un título que lo hubiera firmado hasta el mismísimo Lemmy Kilmister. Suena grueso, potente y raudo. Quién sabe lo que hubiera sido de este grupo si se hubiera dedicado a fomentar los sonidos más abruptos. A lo mejor no estaba haciendo esta reseña.
Me parece especialmente freak “You Make Me Feel Like It’s Halloween”, no sabes muy bien si están de coña o realmente han querido hacer un tema que coquetea con el rock industrial. No es malo, pero me parece confuso con respecto al sentido final del álbum. Notable en cambio se nos muestra el corte “Won’t Stand Down”, aromas de sus primeros álbumes asoman por aquí llegando a esbozarte una sonrisa.
Destacaré por último “Verona”. La mejor canción del álbum. Mezcla techno con U2 y la voz de Bellamy, muévelo y tendrás esta canción. Muy chula. Joder, que me ha gustado. Lo digo y no pasa nada.
No daré más la matraca con este álbum. Si eres seguidor/fan de Muse no te desagradará, si no te gusta Muse pilla otra cosa.