Crítica: “Fuego” (Astrobahn)
Tras ocho años en silencio desde aquel “El mundo se para” (2013), los madrileños ASTROBAHN, están de vuelta con un álbum que regenera sus convicciones musicales, donde las sensaciones se filtran por un embudo cargado de rock, donde las letras se envuelven en una lucha, una crítica social, con la que despertar desde lo más bajo, para unirnos, para mirar a un futuro con el que poder adquirir una calidad de vida lo suficientemente honesta para volver a creer, y todo esto se alberga en “Fuego”.
Esa esencia, se ha guardado en Abel Guzmán (voz y guitarra) y Jorge Martín (guitarras y voz), que en silencio se han mantenido trabajando, resurgiendo de las cenizas como un fénix, reinventando su sonido, al que han ayudado los dos nuevos miembros, Elena García (bajo y voz) y Miguel García (batería y percusión), como un soplo de aire fresco en pleno mar de arena. Y esto se nota, con temas más enérgicos y rockeros como “Banderas” o “Que no paren de bailar”, recordándome a bandas como CATORCE o incluso ELEFANTES, pero con un sello propio y elegante, recreando atmosferas y jugando con los tempos.
Aunque el sello de identidad de la banda, podría recaer en canciones como “Todo por hacer”, muy nivelada tanto a nivel musical como instrumental, creciendo a cada paso y haciéndote pensar con su toque progresivo y su sensibilidad al cantar, dejándonos también joyitas instrumentales como “Kreuzberg”, que juega con el post rock, donde cada instrumento encaja en su puzle mágico, desvelándonos el tercer elemento en “Ciclón”, un señor temazo, técnico y diferente, que te hará abrir los ojos y comprender el renacer de ASTROBAHN, que continua con “Agujero Negro” y tiene su culmen con un tema homónimo “Fuego”, en el que guardan una frase en su interior, un speech de Salvador Allende, que quedará por hoy y siempre en el recuerdo de muchos, acompañados por la increíble instrumentación de este cuarteto que han vuelto con muchas ganas.
Sello: Nooirax Producciones.