Cuando la rabia se transforma en música y sentimientos: “A(r)mour” Boneflower

En esta época tan distópica que estamos viviendo, una de nuestras vías de escape es la cultura, y dentro de ellas como una de las artes más antiguas tenemos la música, medio de expresión, de sentimientos, de recuerdos y sobre todo, de libertad. Esta vez me pongo a las manos de mi teclado con un nuevo trabajo recibido por The Braves Records, uno de los sellos de garantía y calidad underground de la escena nacional, os hablaré del trío madrileño formado por Eric, Desan y Jaime, Boneflower y su nuevo trabajo “A(r)mour”, grabado, mezclado y masterizado en un clásico de la escena Ultramarinos Costa Brava, donde Santi García, Borja Pérez y Víctor García, forman el trío definitivo para darle ese sonido tan característico de sus estudios.

Colocándose en la cabeza del movimiento moderno del screamo/post-hardcore, nacional, donde encontramos entre otros a bandas como Viva Belgrado, Trono de Sangre, Adiós Caballos o Habitar La Mar, entre muchos otros, que por suerte he tenido el placer de verles en directo, a todas las bandas que menciono, pero en especial así fue como descubrí al trío que nos atañe en esta pequeña review, en el Resurrection Fest 2019, quedando prendado de su potencia y agresividad sobre las tablas, la cual transmiten a la perfección en sus álbumes, pero que en directo agrandan con una vuelta de tuerca más.

Con este segundo álbum, nos muestran un lado más maduro, en los apenas 30 minutos de duración, condensan esa rabia contenida que rezuman por cada poro de su piel, pero con una melodía y emotividad enmarcada en sus notas, donde los interludios musicales, “Bromelia”, “Boötes” y “Phosphorous”, sirven para descansar y recapacitar lo escuchado entre ellos, pues sus atmosferas intimistas y ausentes de distorsión, dan un respiro a nuestra mente y activaran nuestras neuronas para el resto del trabajo, pues “Saltpeter”, nos da la bienvenida con una potencia directa a la yugular, donde el screamo se entremezcla con unas armonías muy atmosféricas, que parecen extrapoladas de otra dimensión, una música muy bella y una voz que acentúa sus mensajes con cada nota, en un tema muy versátil que ya comienza deslumbrando y nos lleva a “Vestiges”, aconsejo enormemente leer las letras del álbum, para crearte un propio universo y ver que la poética y la música van entrelazadas; además este tema guarda un estribillo limpio, un sentimiento de acción triste y melancólica pero necesaria.

En su primera parte “Perennial”, nos deja con ese rasgueo enérgico de guitarras, mientras que el bajo y una percusión muy técnica conforman una base perfecta para que las estrofas gritadas sean directas, pero los estribillos queden más limpios y melódicos, donde apreciar cada nota y corear sus himnos será toda una variante novedosa en este álbum. “Polarity”, nos deja una puerta abierta hacia otra realidad, un pensamiento, un recital, un crescendo gritado que coge todo su ser en una parte final deliciosa, y un estribillo marca de la casa, que remarcan en “Starless”, en el que las atmosferas que recrean son como los rayos de luz, interrumpidos por los relámpagos vocales de Eric, desgañitándose, mientras las melodías limpias son dulces y evocadoras; uno de mis cortes preferidos junto con la parte final, porque “Tangled”, es una maravilla emocional, con dos tonalidades vocales creando algo que va más allá, otorgándole una gran corporeidad al tema a través de los sentimientos y un detalle novedoso en su trayectoria, de diez. El cierre viene dado con “Whitney”, alternando esas estrofas, esta vez, intercambiadas a un recitar limpio, pero triste y con una lírica brutal, que le da ese toque Boneflower, diferenciándolos del resto.

Sello: The Braves Records

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