Toundra y su receta mágica del éxito

El caso de Toundra deberá estudiarse en las universidades dentro de unos años. La banda madrileña ha ido subiendo peldaños poco a poco hasta erigirse en una de las formaciones más importantes de este país. Su secreto es sencillo, mucho curro, honestidad y mirar a la gente a los ojos. Su música abre fronteras, atraviesa géneros y concita halagos allá por donde pasan; nada se detiene ante ellos.

Llegan con “Vortex”, su quinto álbum de estudio, atrás ha quedado titular sus álbumes con números romanos y esta vez se lanzan a poner nombre y seña a su nueva obra. Un disco dedicado a toda esa gente que ha ayudado a la banda de rock instrumental a llegar hasta donde ha llegado.

En este álbum su sello ya es más que inconfundible, en lo musical estamos ante el disco más enérgico de la banda; supura electricidad por los cuatro costados. Además los cortes que componen “Vortex” guardan una aroma vintage, retro y crudo que da un empaque superior a este nuevo viaje de los madrileños.

Su propuesta es adentrarnos en paisajes oníricos, ya mostrado desde la misma portada del álbum, viajes alucinógenos llenos de emoción y ensueño. Cada tema tiene su propia vida y resolución, algo que realza más si cabe la obra.

Tras una intro tan sugerente como “Intro Vortex”, nos regalan la enigmática “Cobra”, un temarral de más 8 minutos donde demuestran que si están donde están es por méritos propios; un primer single fantástico.

Como tema “made in Toundra”, podríamos definir “Tuareg”, tema con sello inconfundible. Sorprendente y evocador es “Mojave”, el punto culminante de “Vortex”, en donde todo cobra sentido y a la vez todo se envuelve en brumas.
Más convencionales pero no exentos de calidad son cortes como “Kingston Falls” o la extraña y alienígena “Roy Neary”.

Estamos de enhorabuena, habemus nuevo álbum de Toundra; somos un poco más felices.

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