Alejandro G. Calvo: «El cine es infinito y no puede haber un único patrón de análisis para ello»

Foto: Mercedes Álvarez González 

Entrevistamos al crítico de cine y escritor Alejandro G. Calvo con motivo de la publicación de su último libro «Por qué tengo que ver esta película? Además de charlar sobre cine hubo tiempo para departir curiosidades musicales.

Antes de nada, ¿te gusta más escribir libros o hacer críticas cinematográficas?

¡Buena pregunta! Si pienso en términos de ansiedad: hacer vídeos es mucho más fácil. Me lleva mucho menos tiempo tanto de preparación como de ejecución. Pero si pienso en términos cualitativos me quedo con la escritura. Los videos siempre están respondiendo a la urgencia del estreno más cercano mientras que en los libros especialmente hablo de clásicos y películas de culto. En el texto escrito hay un espacio para la creatividad y la experimentación que no te lo pueda dar un video corto para un estreno, que son casi más reacciones que críticas en sí mismas. Otra historia son los A Quemarropa y las Retro-críticas, ahí sí que me divierto y me lleva mucho más tiempo que un capítulo de un libro. Poder analizar una película con sus imágenes es una maravilla porque ahí se equilibra emoción y crítica de una forma preciosa; hablar de imágenes a través de las imágenes. Pero vaya esos vídeos van súper escritos, así que al final siempre soy yo tecleando delante del ordenador. Y luego hay algo primordial: escribir, lo hago solo; los videos, siempre con Verónica, mi editora. Y también hay algo mágico ahí. El trabajo en común de dos personas, cómo se alinean las ideas, como Verónica mejora lo que escribo o directamente lo transforma en piezas que, más de una vez, me han emocionado profundamente.

Publicas, ¿Por qué tengo que ver estas películas?, ¿por qué tenemos que verlas?

Creo que el cine, aunque lo vivamos de forma colectiva en una sala, es un proceso bastante íntimo. Cada película nos sacude diferente a cada cual de nosotros. Lo que significa que cada uno debe tejer su propia cinefilia en función a cómo se quiere relacionar con las historias y sus imágenes. Lo que significa que no sé por qué tiene que ver nadie nada, sólo sé porque yo lo necesito tanto como el comer o el reír: para mí el cine es un salvavidas que me ayuda a enfrentarme a un mundo real que cada vez me parece más hostil. Encuentro en él una belleza que va mucho más allá del mero entretenimiento. Y como me gusta tanto siento la necesidad de compartirlo con los demás. Lo sentía con 20 años y lo sigo sintiendo ahora que tengo 46. Así que sí, es paradójico que escriba un libro sobre por qué tengo que ver una película cuando en realidad da igual lo que diga, cada uno de nosotros debe encontrar sus propias razones para entregarse a la magia del cine. Yo solo trato de acompañarles en el camino.

¿En qué te has basado para hacer la selección de films que haces en el libro?

Siempre estoy elaborando listas interminables de películas por una u otra razón (ahora mismo ya estoy pensando en el Top de las mejores películas del primer cuarto de siglo). Así que antes de escribir una sola letra antes pienso cuál debe ser el equilibrio y acudo a mis excels de películas para tratar de hacer algo que equilibre intención y satisfacción a partes iguales: sé que a la gente le va a gustar leer un texto de El resplandor de Stanley Kubrick pero a cambio te voy a ofrecer otro sobre Los demonios de Ken Russell. ¿Quieres Matrix? Ok. Pero échale un ojo a Hoop Dreams, que es uno de los mejores documentales que se hayan hecho nunca. Luego también hay imperativos. En el primer libro casi no hable de cine español, así que en este va un bloque entero donde trato de coser algo parecido a una historia paralela de nuestro cine. Y luego, no puedo engañar a nadie, no tengo tanto tiempo en la vida como para hacer videos sobre clásicos, ver películas en familia, presentar películas en cines y que todo eso no acabe de alguna forma en las páginas del nuevo libro. Así que al igual que toda película es en realidad un documental de su rodaje, mis libros también son un diario de la propia experiencia que ha significado escribirlo. Gracias a eso han entrado en el libro películas como El silencio de un hombreAnora o Vértigo, así que por mi parte, nada que objetar.

Para ti, ¿qué es lo más difícil de conseguir en una film?

Yo no pienso tanto en las películas sobre si son buenas o si son malas como en realidad si el director o directora ha conseguido llegar a buen término su propuesta. El cine es infinito y no puede haber un único patrón de análisis para ello. No es lo mismo hablar de Andrei Tarkovsky que de Adam Sandler (y a mí me gustan los dos). Así que ahí está la parte difícil: que la idea que tienen los cineastas en la cabeza acabe plasmándose de la mejor forma posible. Por eso El año pasado en Marienbad y Zoolander son dos obras maestras, cada una en su estilo, forma e intenciones y sin que nada tengan que ver la una con la otra. Y en nuestra vida hay espacio de sobra para las dos.

¿Que una película sea un blockbuster está reñido con que sea una obra maestra?

No. Hay muchísimos blockbusters buenísimos (aunque la terminología “blockbuster” esté cambiando ahora mismo): de Tiburón, que sería el primer blockbuster, a RRR o Interstellar, el cine comercial caro produce tanta cacharrería como películas magníficas. Al menos así lo sentí cuando vi de chaval Terminator 2 o la primera Misión imposible y ahora lo sigo sintiendo cuando veo Mad Max Fury Road o la última Misión imposible.

¿Qué es lo primero en lo que nos tenemos que fijar para saber si una película merece la pena?

Honestamente: si te gusta, ya merece la pena. Da igual que sea mejor o peor en términos objetivos porque la crítica siempre es 100% subjetiva. Ahora, si me quieres convencer de que Papá Piquillo es una obra maestra ya puedas afilar bien tu espíritu crítico porque te va a costar vendérmela.

¿Qué es más importante para ti en un film el director o los actores?

Todo es importante: guion, dirección, equipo artístico y técnico. Pero yo crecí en la internacional de la política de autores así que, quiera o no quiera, para mí lo que más pesa en una película es su director. Por eso me cuesta tanto con las series o los universos cinematográficos donde da un poco igual quién firme el asunto ya que todo se ha hecho en otra parte.

Para ti, ¿cuál es la película perfecta?

Aquella que no sea perfecta en absoluto. La perfección es un poco coñazo. Mientras que las películas imperfectas son una pasada, en esos quiebros me siento yo muy a gusto. Es cierto, El padrino es perfecta, Toro salvaje es perfecta, El apartamento es perfecta… y son todas películas magníficas. Pero, ya que hablamos de Coppola, Scorsese y Wilder, yo animaría a la gente a ver CorazonadaAl límite y La vida privada de Sherlock Holmes, como digo, en sus imperfecciones yo me lo paso en grande.

En Mautorland también hablamos de música… un pajarito nos ha dicho que te gusta Megadeth… es el momento de confesar…

Absolutamente. Vi a Mustaine y compañía en ¿el 95? Dios mío, ha pasado una vida entera. En esos años los vi a todos: Pantera, Metallica, Sepultura, Su ta gar, Iron Maiden, AC/DC… incluso a Manowar, que dieron un concierto para que les quitaran el carnet de heavys. Cuando me fichó Rockdelux empecé a cubrir conciertos que es algo a lo que me entregué con ilusión de estudiante y ahí daba igual si tenía que ir a ver a Wilco, a M.I.A., a Nick Cave o a una banda ignota de rock sureño en un garito de Vallecas. Fue una gran época.

Háblanos del disco que te cambió la vida.

Sin duda: “Nighthawks at the diner”, el disco que me descubrió a Tom Waits. El cómo cantar un menú de un diner puede ser una absoluta obra maestra.

Mezclemos cine y música, ¿cúal es tu banda sonora favorita y por qué?

Cualquiera de Ennio Morricone: las de la trilogía del dólar, Érase una vez en America, La misión, Cinema Paradiso, Los intocables de Eliot Ness, Días del cielo, Los odiosos ocho, Hasta que llegó su hora, Salario para matar, El clan de los sicilianos, Queimada, La cosa, El gato de 9 colas… Será por mi querencia pop pero todos esos discos los puedo escuchar sin necesidad de verlos acompañados de imágenes (aunque estas me venga de forma automática a la cabeza). Morricone es Dios y luego ya van el resto. Aunque hay, claro, muchas que me encantan, como lo que hizo Neil Young con Jim Jarmusch en Dead Man o la barbaridad de Miles Davis para Ascensor para el cadalso, todo Nino Rota, etc…

¿Qué opinas de las selecciones musicales que hace Tarantino para sus films?

Tarantino siempre ha sido el alumno más listo de la cinefilia más bastarda y eso ha hecho que pusiera de moda géneros denostados durante décadas (spaghetti western, blaxploitation, rape & revenge, artes marciales, etc). Con la música ha intentado algo parecido como cuando abre su Django desencadenado con el tema original del Django de Sergio Corbucci o como cuando conoció, de nuevo, a Morricone para que usara los descartes que compuso para La cosa de Carpenter y así bordara la maravilla musical de Los odiosos ocho. Hoy cuando voy a los conciertos del cole de los niños, las peque-bandas versionan “You never can tell” de Chuck Berry o nadie duda cuando le hablas de The Delfonics y el soul de Philadelphia. Todo eso se lo debemos a Quentin. Y mucho más.

¿Cuál es tu compositor de bandas sonoras definitivo y por qué?

Esa ya la he contestado: Morricone. Que, por cierto, tiene una entrevista-documental magnífica: Ennio de Tornatore.

Para los seguidores de Mautorland, ¿por qué deberían leer tu último libro? 

“¿Por qué tengo que ver esta película?” es un diario crítico donde trato de organizar parte de la historia del cine en bloques y así crear watchlists que empujen a la gente a ampliar su apetito por el cine. Pero también es un viaje personal, un libro sobre escribir un libro, lo contrario a la salud mental. En el fondo es como cualquiera de mis videos: un cocktail de crítica y emoción que espero que mis hijos lean cuando sean mayores y así pueda sacarles una sonrisa.

2 Replies to “Alejandro G. Calvo: «El cine es infinito y no puede haber un único patrón de análisis para ello»”

  1. Mercedes Álvarez González

    Hola, muy buenas, habéis usado mi fotografía de Alejandro G. Calvo y no habéis pedido mi permiso, os lo doy obviamente pero si podéis referenciarme, muchas gracias y un saludo.

    • Antonio Mautor

      Hola. No hemos utilizado nada sin permiso, ha sido Alejandro el que nos lo ha pasado. Deberíais coordinar estas cosas para no decir cosas que no son. Ya estás acreditada. Un saludo.

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