Catorce: “Nosotros somos el underground del underground”
Hablamos con los componentes de Catorce, una banda perteneciente a la nueva ola de formaciones nacionales que están apuntando muy alto. En esta entrevista nos dejaron las cosas muy claritas.
Una curiosidad, ¿de dónde viene el nombre de Catorce?
Jaime: Pues hasta no hace mucho, siempre decía que había surgido de una tormenta de ideas que hicimos en el local al poco de grabar nuestra primera demo, porque no teníamos nombre. Pero hace relativamente nada, recordé que surgió porque fue el número de meses que estuvimos sin uno. Así que bueno, tanto una versión como otra es exactamente igual de insulsa y carente de significado, jajaja. Fue hace muchos años, creo que yo no había cumplido ni la mayoría de edad.
¿Qué es para vosotros la música?
José Miguel: Siempre he pensado que la música son sentimientos, hay un estilo o una canción para cada momento, para cada sensación. Es maravilloso identificarte con obras que otra persona ha creado y viceversa. Es algo muy grande, que me conmueve; supongo que eso es lo bonito de la música, todo lo que puede llegar a proporcionarte.
J: Yo para evitarme el tópico de “es lo que como, respiro y blablablá” o el de “es una forma de vida”, diré que es la única manera que tengo de no querer mudarme a un bosque profundo. Y eso que ya de por sí nos da muchos quebraderos de cabeza, pero al final son más las satisfacciones que te da, sobre todo en forma de amigos y momentos, que los momentos menos brillantes.
¿Os imaginabais la industria musical así?
JM: Creo que más que imaginarla de esta manera, por romanticismo no queríamos enfrentarnos a la complicada realidad ya no solo de la industria musical, también de todas las complicaciones y el poco apoyo que a veces se recibe por parte de todos los ámbitos para subsistir como banda. Tanto es así, que Kantz (Tenpel, DLCALT) y yo hemos terminado montando nuestro propio sello: The Braves Records.
Al final resulta que hacer buena música es solo una pequeña parte de lo que necesitas para obtener algo de reconocimiento, no hablemos ya de cierto “éxito”. Es un poco triste, pero al final nos terminamos refugiando en nuestras propias creaciones, disfrutando de lo que hacemos, para poder seguir adelante.
Tampoco digo que todo sea una “mierda”, evidentemente esto nos da muchas vivencias inolvidables, nos acerca a personas increíbles (desde seguidores hasta otras que admiramos o nos inspiran) y nos hace crecer de manera personal a unos niveles que quizás no conseguiríamos sin la música. Eso no tiene precio.
J: También creo que tienes que estar muy ciego o vivir en Marte para no olerte cómo funciona la movida. De todas formas, nosotros somos el underground del underground, la última mierda, así que procuramos no pensar demasiado en “la industria” y hacer lo que nos late en cada momento.
Ya ha pasado un tiempo desde vuestro último larga duración “Agua. Naufragio. Equilibrio”, ¿cómo lo veis ahora a toro pasado? ¿Satisfechos?
J: Pues viéndolo desde la perspectiva del ahora, valoro más todo lo referente a este disco que hace poco menos de un año. Digamos que es un disco con el que nos pusimos las miras muy altas desde el primer momento, hubo quien incluso iba a echarnos un cable, pero a última hora todo se quedó en nada. La gira ha ido lenta y a parches. Pero también creo que todo tiene un por qué, y eso nos ha servido para saber un poco mejor lo que queremos y no queremos hacer, y que a todo se llega si eres paciente y le pones ganas. El secreto es aceptar que tener un buen disco es sólo el 50% del trabajo y que hay parte de ese trabajo que está totalmente fuera de tu control. Así que es mejor sentarse y disfrutar del viaje.
JM: Pues por un lado, conservamos lo orgullosos que estamos del disco; pero por otro, esperábamos haber podido compartir ese sentimiento con más gente. Siendo realistas, no ha tenido el alcance que nos hubiera gustado, sea por el motivo que sea.
¿Os consideráis parte de la nueva ola de bandas nacionales qué lo están petando?
J: Depende de lo que consideres por “petar” y por “nuevos”, jajaja. Hace poco nos llamaron “los veteranos Catorce” y no sé cómo enfocarlo. Nosotros nunca hemos sido (o nos hemos sentido) parte de nada más allá que las amistades y relaciones que hacemos por el camino, no estamos en un circuito concreto ni formamos parte de ninguna “escena”. U al menos, no lo percibimos así. Pero bueno, intentamos ser parte de un todo de bandas que le den a la música rock estatal un cariz diferente al que nos han tenido siempre acostumbrados. Así que podría decirse que intentamos formar parte de algo nuevo que alguien descubra un día y le cambie la percepción de lo que se hace por aquí.
JM: Nos encantaría, pero no creo que lo estemos petando ni mucho menos. En cualquier caso, valoramos cada muestra de reconocimiento y cada crítica que recibimos.
¿Cómo veis la escena nacional a nivel de bandas?
JM: Bastante bien, tanto en la superficie como en el subsuelo… Sigues llevándote sorpresas, la pena es que no se les den más oportunidades a las nuevas bandas. En ese sentido, es digno de alabar que algunos de los grandes festivales del país, cada vez den más cabida a algunas de ellas.
J: Pues como ya te he dicho, creo que hay bandas muy buenas, muy interesantes, y sobre todo, bandas curadas de espanto con respecto al tema de vivir de esto o ser unas estrellitas. Creo que hay bandas buenísimas ya más veteranas como Aphonnic, Tenpel, Anima, Viva Belgrado, Minor Empires, Árida, Virgen, Avida Dollars, Jardín de La Croix, Elephant Riders y algunas más y a las que podemos llamar “amigos” y con los que hemos compartido momentos maravillosos, y bandas nuevas como Ànteros, Bala, Delobos, Le Mur, Munmira, Caboverde, Dûrga u Osezno, que son bandacas que van a dejar su impronta. Todas las bandas que te comento y algunas que me estaré dejando por mi mala cabeza, creo que hacen de este un momento muy guapo para la música de por aquí, porque al no tener nada, no tenemos nada que perder.
¿Qué es lo primero que miráis a la hora de componer un tema?
J: Que no suene a Limp Bizkit, jajaja. Fuera de coñas, supongo que en diez años hemos cambiado nuestras influencias pero la intención sigue siendo la misma: que nos emocione. Ahora nos estamos poniendo más técnicos y saliendo un poco de la zona de confort, así que bueno, siempre hay algo nuevo que intentar.
¿Cuáles son vuestras principales influencias musicales?
JM: A mí me fascina el rock progresivo, pero escucho casi todo tipo de música, aunque suene a topicazo. Aún así, es evidente que el rock alternativo inglés de corte más moderno nos gusta bastante.
J: El otro día comentábamos en el local que para escuchar cosas tan dispares los unos de los otros, era acojonante cómo podíamos funcionar los tres en el momento de sentarnos a hacer canciones. Nuestras influencias han ido cambiando con nosotros. Yo adoro la música emo de los 90 (American Football, Texas Is The Reason, Mineral, Pedro The Lion…), me mola el pop de The Wombats y ahora estoy ultra metido en la música de sintetizadores, Ulrich Schnauss, Gunship, Survive…toda esa movida. Quizá estemos tirando ahora por el rollo inglés más actual de Arcane Roots, Black Peaks o Jamie Lenman. Pero ya te digo que somos muy dispares en cuanto a gustos musicales.
Un deseo…
JM: Que hubiese público suficiente en las salas como para que salir a tocar no sea un suicidio. Dicho de otra manera, que volviese el interés general por la música en directo.
J: Tocar delante de más de 50 personas en nuestra ciudad no estaría mal. Pero voy a intentar tener los pies en la tierra y a decir que seguir haciendo discos y seguir componiendo canciones que nos emocionen.
Para los seguidores de Mautorland, ¿por qué deberían escuchar la música de Catorce?
J: Supongo que porque somos gente normal que ha vivido experiencias normales y que canta sobre esas experiencias. No creo que sea difícil que te encuentres en alguna canción.