Fracción ddp: “Creemos en el poder de la música para conmover, mover y, con el movimiento, cambiar el mundo”

Os presentamos a Fracción ddp:

Queremos saber de vosotros, habladnos de los comienzos de la banda…

En el hervidero de los primeros años ochenta (1983) en León, nace Fracción ddp. Era una escena dominada por Los Cardiacos, y más adelante Los Deicidas, Opera Prima, Fundición Odessa, etcétera. Sus inicios quedan marcados por el último concierto de Parálisis Permanente, el 13 de mayo de 1983 en la sala Tropicana de León, horas antes del fatal accidente que costó la vida a Eduardo Benavente. Esta peripecia se relata en el libro Negroscuro de Pablo Martínez Vaquero .https://www.edmilenio.com/esp/negroscuro.html


La influencia de Parálisis Permanente y de Joy Division coexisten con otras corrientes dentro de la banda. Sin embargo, en 1984 la banda desaparece con la marcha de Fran para iniciar estudios universitarios en Valladolid. Los otros tres miembros continuan con el nombre de Posesión Infernal, en una corriente decididamente siniestra, registrando dos temas en el recopilatorio de bandas leonesas “Oye tú, ¿qué pasa aquí?” de 1986.En 2014 Fran reúne a la banda de nuevo y graban ocho canciones que se publicarán en 2016 por Discos Lemuria bajo el título “La extraña historia de Fracción ddp, el grupo de la movida leonesa que editó su disco 33 años después de desaparecer”.Con nuevos integrantes: Carlos Rodríguez a la batería, Santi Rodríguez al bajo, José Milán a la guitarra y Fran Zin como guitarra y voz solista, la banda afronta una nueva andadura realizando varios directos y grabando seis temas adelanto de lo que será el segundo álbum de la banda. En el momento de escribir esta reseña ya se han publicado tres de los temas, con sus respectivos vídeos; en los que también se ha podido apreciar la faceta de Fran Zin como dibujante de “la astronauta Jane”.

¿Cómo estáis viviendo la pandemia?

Para Fracción ddp 2020 era el año de lanzamiento de cinco vídeos promocionales del nuevo trabajo y para empezar a prodigarse en directo, una vez consolidada una formación estable. Las circunstancias han obligado a cancelar los conciertos previstos, con lo que nos hemos centrado en la elaboración de los videoclips, que también han sufrido algún retraso, y en la preparación de lo que será el segundo álbum de la banda, que girará en torno al empoderamiento de la mujer.

¿Qué queréis conseguir en el mundo de la música? 

Creemos en el poder de la música para conmover, mover y, con el movimiento, cambiar el mundo. Se empieza por cambiar el ambiente de la sala en la que actúas, conseguir activar las emociones y el pensamiento de quien te escucha, con el ritmo o la intensidad, por una parte, y con el texto y el mensaje, por otra. A partir de ahí, todo es posible. La “acción” forma parte de Fracción ddp.

¿Qué es para vosotros el rock, metal, en definitiva los sonidos distorsionados? 

Es una herramienta más para conseguir esa intensidad, esa conmoción. El rock es historia, pero creo que, al margen de las etiquetas, todo ese poder que desprende puede ser renovado continuamente.

¿Cómo es la manera de componer en vuestra formación? 

Las canciones son obra de Fran Zin fundamentalmente, tanto letra como música. En el nuevo disco habrá varios temas que son fruto de la colaboración de Fran con Emad Alí Khan, músico californiano afincado en Valladolid y que ha proporcionado las ideas musicales que han servido de base a temas como “Arrastrado y fiel” (ya publicado) y otros inéditos: “Fiesta canibal” y “La madriguera”.

Los arreglos les hace cada integrante de la banda, aprovechando el conocimiento que tienen de su instrumento, para conseguir como banda que la canción alcance su máxima expresión.

¿Qué queréis expresar con vuestra música? 

Es importante que el relato del rock, punk, o como se llame, evolucione. Hablar de las cuestiones universales desde la perspectiva de hoy. A veces se puede tratar de relatos muy íntimos, otras de grandes historias, pero el enfoque pretende ser siempre actual y emotivo.

Decidnos una banda que os sirva de referencia en vuestras creaciones 

No sabría decir una. No tratamos de parecernos a nadie. Nos han influido desde los ya citados de los años ochenta: Parálisis Pemanente o Joy División, pasando por Dream Syndicate o REM, a grupos de punk rock, como The Clash, The Wire, MxPx o Weezer.

Habladnos de  vuestro  actual material publicado ¿satisfechos con el resultado?

El álbum de 2016  resultó mucho mejor de lo que podíamos prever en nuestros mejores sueños. No fue fácil para una banda que llevaba más de 30 años sin tocar juntos. Los temas que estamos presentando en este 2020 están grabados en DOBRO, con Dino Martín en la producción, y el resultado nos parece difícilmente mejorable.

Tres discos sin los que no podríais imaginar la vida…

Me voy a referir a tres discos con los que crecí: Live bullet de Bob Seger and the Silver Bullet Band, Unknown pleasures de Joy Division y el London Calling de The Clash. No son los mejores de la historia, pero mi vida no habría sido igual sin ellos.

¿Qué opináis de las bandas tributo? 

No me interesan como espectador. Es evidente que no aportan nada. Otra cuestión es que, como banda, me merezcan el máximo respeto dado que son la vía de supervivencia de muchos profesionales de la música. 

Un deseo… 

Como banda, tocar en directo y repetir la comunión con el público que se dió en nuestro último concierto, en el teatro Cervantes de Valladolid.

Como ser humano, que la pandemia se acabe con el sufrimiento más limitado posible en todos los aspectos.

Para los seguidores de Mautorland, ¿por qué deberían escuchar vuestra música?

No voy a decirlo con mis palabras, sino con las del blog de Addison de Witt al hacer la crítica de “La extraña historia de Fracción ddp”: 

“Como si de un milagro maldito y satánicamente poético se tratase, la escucha del álbum es fortificante y sumamente sugestiva. No hay en el tracklist relleno ni momento de bajón, y lo que escuchamos son ocho temas redondos y perfectamente construidos. Letras que abordan la temática siniestra y post-punk propias de la época, estribillos de gran pegada, bajos borboteantes, coros femeninos que aportan una luz que incide sensualmente en los parajes oscuros y reptantes que aportan las guitarras y la voz de Fran Zin. Una sorpresa que resurge, elevándose cual vampiro hambriento, de entre las tumbas del cementerio de los olvidados de los primeros años ochenta. No se pierdan este milagro perverso de la oscuridad musical patria, estoy seguro de que les encantará el viaje, tal vez ahora si, el último a las catacumbas donde se gestaron las canciones más tenebrosas de la historia del rock español”. 

Sobre los nuevos temas, puedo recordar las palabras de Juan el Avispero sobre el vídeo de “La astronauta Jane”.

“En una primera vista, el trabajo de video: actriz, la trama, los dibujos, absorben  casi toda la atención. Está muy chulo, original y con mucho gancho visual; pero el tema (la canción) subliminalmente se hace notar. Tanto que le echo una segunda escucha, sin fijarme en la pantalla, y hay un temazo de PowerPop de esos que se hacen imprescindibles en cualquier fiesta con piscina.”

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