James Rhodes: “Con mi Fundación quiero devolver a España algo de lo que me ha dado”

Entrevistar a James Rhodes ha sido toda una experiencia religiosa. Lo que comenzó como una entrevista derivó en una conversación entre amigos. Con James es muy difícil no empatizar, hacía tiempo que no conocía a una persona con un corazón tan grande. Las redes sociales a veces te traen cosas buenas, y a mí me trajo a James. Os invito a leer esta conversación en la que hablamos de muchos temas, y siempre desde el prisma bondadoso de un tipo como él.

Hablemos un poco de tu activismo, James… 

Mi activismo es accidental, antes de todo soy músico, marido, escritor, (también un poco accidental). Mi activismo viene de la indignación, me he jurado a mí mismo que si tengo un micro delante, incluso pequeño, tengo que denunciar situaciones que creo injustas… no hay opción para mí. Estoy muy contento por haber conseguido la Ley de Protección Infantil y es el momento de bajar el tono de mi activismo. Hay tantas barbaridades en este mundo que me es imposible callarme. 

Es un poco raro. Hay mucha gente en la esfera pública que están callados todo el rato. Ven cosas tan bestias como los delitos de odio y se callan. Entiendo por qué lo hacen, pero a la vez me pone muy triste todo ello. 

En la vida hay gente que se implica y gente que no lo quiere hacer. Pasa en todos los ámbitos. En el ámbito de la cultura pasa mucho. Lo digo por experiencia como crítico musical, cuando he empezado a definirme ideológicamente y a denunciar cosas públicamente también he visto mucho rechazo, gente que ha mirado hacia otro lado…

Veo increíble como hay tanta gente que piensa que si eres músico o escritor, y no eres político o periodista, tienes que callar. No tienes el derecho a opinar, no solo de política sino de muchas otras cuestiones. La cantidad de veces que la gente me ha escrito diciéndome que me calle y que me enfoque en el piano es infinita. Es muy triste todo esto, ellos creen que pensando así están en lo correcto. 

No entienden que somos seres sociales, que vivimos en sociedad y que comunicarnos e intentar que haya un mundo mejor es una obligación, creo, que tenemos cada uno de nosotros en nuestra pequeña parcela de vida. Al menos intentarlo… Si no lo hacemos, estamos perdidos. Ellos son los que quieren que no lo hagamos. Por cierto, hablando de política, ¿cómo te encontraste en el mundo de la política con lo de la Ley de Protección Infantil? ¿Cómo te sentiste de estar ahí metido? 

Me ha costado más de lo que puedas imaginar. Casi hasta el punto de volver al hospital otra vez. Contactó conmigo el jefe de Save The Children y me comentó que llevaban intentando conseguir una cita con Sánchez o alguien de Moncloa desde hacía años (2 décadas) y no lo habían conseguido. Me pidieron que los ayudara a conseguirlo. Remití una carta abierta a Sánchez, sin expectativas ni esperanza de conseguir nada. Fue llegar la carta a Moncloa y esa misma mañana me llamaron para que fuera ese mismo día a reunirme con Sánchez. Dije que sí pero indicando que iba con el jefe de Save The Children. Yo creía que con conseguir la cita y con la conversación con Sánchez en la que me prometió que se haría la ley, todo estaría hecho. El jefe de Save The Children me abrió los ojos al decirme que no se había conseguido nada, y hasta que no estuviera la ley no se podía cantar victoria. Fue totalmente verdad. Tuvimos que esperar 3 años más de lucha continua. Pensaba que al anunciar que estábamos luchando por conseguir una ley de estas características todo el mundo ayudaría y aportaría su granito de arena… pero te encontrabas a la mitad de la gente insultándome, diciéndome que me fuera a mi país, que dejara de chupar la polla al Presidente como si fuera su esclavo…

Este rechazo no fue solo en las redes, en los periódicos, en muchos sitios. Yo no me lo podía creer, me quedé muy sorprendido. Pero tomé la decisión de luchar, de apostar por ello, fue duro, pero lo conseguimos. 

Te dejaste mucho en el camino. Te veía y pensaba que no había derecho a que te trataran así. Viste de primera mano las dos caras de nuestro país…

También hubo mucha gente diciendo que nunca lo conseguiríamos. Me decían que era un ingenuo, y me lo tomé como un reto. En tres años se consiguió y ahora es una realidad en forma de Ley Orgánica. España por esta ley es un referente mundial sobre este tema. Es el país número 1 en el mundo en asuntos de protección infantil. 

Por mi parte como ciudadano de este país, que por supuesto tú ya lo eres, lo único que me queda es darte las gracias más sinceras por tu esfuerzo. La historia se escribe con gente como tú, que se mueve, que se involucra y que sabe que por el camino va a perder cosas, y no todo el mundo está dispuesto a eso. Ha sido muy valiente hacerlo por tu parte.

No había opción. No podía decir a Save The Children que ya estaba mi participación resuelta con la cita de Sánchez cuando no lo estaba. Podría haberlo hecho, pero no hubiera podido dormir por las noches. 

Siguiendo con tu faceta de implicarte socialmente, en redes sociales también lo haces mucho, y veo continuamente que sales en ayuda de cualquier persona que necesite un empujón o algo que tú puedas hacer por ellos. ¿Cómo vives todo esto?

Es difícil para mí personalmente, soy incapaz de ver alguna injusticia y no ayudar. Puede ser alguien que tiene una hipoteca, alguien que quiere hacer un máster, que necesita un laptop, facturas de psicólogos, abogados… si lo veo intento hacer siempre algo. Por esta razón he lanzado la Fundación. Es una manera de canalizar esta ayuda y dejar de hacerlo de manera dispersa, al azar. Está casi todo lo legal preparado y estará en nada funcionando. Ya tenemos cuenta bancaria, página web, proyectos en camino, citas, reuniones. Todo esto me da una alegría enorme. Ayudar así a la gente es una manera, entiendo, más responsable y no tan disgregada como en redes sociales. 

Más que responsable, que lo eres y además muy buena persona, es más ordenado. Tú no eres un semi-dios que puede estar continuamente atendiendo a todo el mundo…. 

Ojalá lo fuera. Si tengo que decir no, me siento fatal. Gano mucho dinero cada año, no necesito tanto para vivir. Tengo una suerte tremenda. Dicho esto creo que la idea de la Fundación hace más efectiva mi ayuda. Hay que poner límites. 

Esos límites son también en beneficio de tu persona. Hay un dicho muy famoso que dice: les das la mano y te cogen el brazo. Muchas veces la gente no tiene límites y se cree que estás hasta obligado a tener que hacer lo que estás haciendo y no entienden que es algo totalmente filantrópico y que no buscas nada detrás de ello.

Cuando compro un violín, un laptop, etc… para la gente en redes es una pasada, y para mí es algo bastante normal y no es algo tan grande. Mi experiencia en general es que estas personas siempre me tratan con mucho respeto y muy pocos vuelven para pedirme más. La Fundación será algo fantástico por ayudar mejor a la gente y sobre todo porque está alejada de los políticos. Todo el mundo puede donar, no está vinculado con ningún partido, es algo mío que yo gestiono. 

Háblanos de la Fundación ¿qué objetivos tiene?

Comenzamos con un taller para jóvenes en el País Vasco. Su principal objetivo es que tengan herramientas para poder lidiar con la ansiedad, depresión, auto-lesiones etc… Nos vamos a reunir con el director de un hospital público en Madrid para charlar sobre cómo lanzar una unidad de trauma infantil y para adolescentes. Habrá psicólogos y psiquiatra. Yo pagaré el salario de cada uno directamente desde la Fundación. Nos trasladaremos a Carabanchel para ver a una niña que ha sido violada, que tiene además trastorno alimenticio, intentaremos que tenga una cita lo antes posible con el psicólogo y el psiquiatra para que la puedan tratar. Todo esto sin pagar un euro, es totalmente gratis. Obviamente esto lo debería hacer la sanidad pública, pero con suerte si llamas para que te den cita, ahora mismo en Madrid, antes de 6 u 8 meses no te dan cita y si te la dan solo tienes 15 minutos de asistencia. No puedo con estas cosas. Sufro por los pequeños, ellos no votan, no pagan impuestos, son más o menos invisibles para los Gobiernos y por tanto tengo que hacer algo. SI funciona todo esto, quiero que sea un referente en toda España y trasladar la Fundación a otras CCAA. También quiero hacer algo para las personas de la tercera edad. Apoyarles, darles compañía dos o tres veces por semana, actividades sociales etc… Estoy bastante ocupado con todo esto, además soy músico, tengo conciertos, estoy lanzando un nuevo disco etc… pero me he dado cuenta qué es lo importante para mí en la vida. Tanto la Fundación como la música son igual de importantes en mi vida. Tengo mucha suerte, siento que tengo que devolver parte de lo que me han dado, ya tengo mi pasaporte español, mi familia adoptiva está aquí. Es lo mínimo que puedo hacer, intentar devolver un poco al país que amo de todo lo que me ha dado. Es así de sencillo. 

Me dejas sin palabras, no sé que decirte, me parece muy impresionante todo… 

Bueno, bueno… con el tiempo también me reuniré con gente que mueva dinero y empresas. Ahora mismo lo estoy pagando todo solo…

Por supuesto, hay que buscar financiación y que se implique toda la gente que pueda. 

Te puedes imaginar lo que cuesta pagar lo salarios de psicólogos, psiquiatras, etc… todo esto es mucho. Si fuera solo para un par de años estaría bien, no necesitaría más financiación pero quiero hacer algo que sea permanente.

Es una vergüenza ver cómo está la sanidad de nuestro país, pero lo que tiene que ver con la salud mental está mucho peor. Aparte de que está mal visto hablar de estos temas, de que hay mucho tabú, de que la gente se calla y no habla de sus problemas, encima no hay casi ayudas… 

Encima cuando la gente tiene el valor para decir que necesita ayuda, debe esperar 8 meses para que se le atienda y solo está un médico delante suya durante 15 minutos. Eso no está bien. 

No se puede mantener una sociedad de esa manera. No se le puede estar pidiendo a los ciudadanos continuamente que hagan esfuerzos para mantener una economía, para que las cosas vayan saliendo más o menos y no se les cuida. Es algo lamentable. 

Es un derecho fundamental sin más. Vamos a ver cómo sale todo respecto a este proyecto.

Me parece todo una idea maravillosa, algo muy bonito y que merece mucho la pena. Le daré,  por mi parte, la importancia que se merece. Bueno… personalmente ¿cómo te encuentras en este momento, tras el verano, tras grabar tu nuevo disco?

La verdad es que estoy en el mejor momento de mi vida. Tenemos un perrito maravilloso, es una pasada. Es mi primera mascota y estoy enamorado no, lo siguiente. Mi primer año de matrimonio, no hemos tenido ni una discusión… increíble. Vivo en Madrid, con mi piano, con todo lo que necesito… 

Además eres del Betis… ¡qué más quieres! (Risas)

El Betis está en una racha tremenda, a pesar de las marchas del equipo… Tengo mucha esperanza para la Liga y también para conseguir un puesto para Champions.

Yo soy culé, pero mi segundo equipo es el Betis. Me emocioné cuando ganaron la Copa del Rey… 

Yo estuve allí y fue un momento inolvidable. ¿Ves? Hay tantas cosas buenas para mí en España… Todo me llena, tanto las cosas pequeñas como las cosas grandes. Cada día hay que cosas que me emocionan. SI cojo el autobús y veo que el conductor me espera… me flipa. Esto es algo impensable en Inglaterra. O entrar en un médico y decir buenos días y que todo el mundo salude, me quedo alucinando. Qué decir de la comida, como menús por 12-13 euros increíbles. Todas estas pequeñas cosas son para mí muy especiales. 

Aunque seamos un país ideológicamente muy distinto, enfrentados muchas veces, en general en nuestro país hay muy buena gente. 

Las redes son un espejo de la sociedad, hay mucha mierda en ellas, en cambio en la vida real, nunca en 5 años se han metido conmigo o me han dicho alguna cosa fea por la calle. En la redes utilizan el anonimato para insultar, pero en la calle es otra cosa. La gente es muy buena y hay mucho amor. Por todo esto estoy en mi mejor momento ahora mismo. 

Lo que vayas sembrando es lo que te vas a encontrar, si buscas buena gente… la encontrarás. Creo mucho en la energía positiva, mucho… 

Mira, a veces te puedes pasar de buena onda. A veces de repente estoy escribiendo en redes un mensaje a alguien que me acaba de insultar o decir alguna cosa fea y después me siento que lo estoy haciendo mal. Estoy intentando mejorar esto. 

En redes sociales, si me permites el consejo, tienes que protegerte más. Ya sé que eres buena gente y contestas mucho a la gente, pero no hay que perder tiempo ni energía con trolls, bots etc… si no al final te puedes quemar. Gerardo TC, en una entrevista que le oí, decía que no hay que perder ni un minuto con esta gente, cuando ellos te insultan y no pierden ni un minuto de su vida en preocuparse por ello. Hay que protegerse e ir a la gente positiva.

Lo siento, si estoy contigo tenemos que hablar de música… La primera vez que te vi, fue en el festival Sonar de Barcelona. En este concierto saliste en vaqueros, con unas zapatillas con bombillas de colores y sin saber nada de castellano, ¿cómo lo recuerdas?

Hace mucho tiempo… (risas). Fue mi primer concierto en Barcelona, y lo recuerdo como una gran pasada. Lo más importante para mí fue actuar en una festival de música electrónica, llevando allí música clásica. Tocar Bach, Chopin allí fue increíble. Fue como tocar en Starlite, en Los Jardines del Botánico etc… una noche toca Drexler, otra Rosalía, y después salgo yo tocando Chopin. Todo esto para mí es una pasada. Además ahora he mejorado mi castellano, ahora puedo charlar con la gente. Quiero mejorar mi manera de tocar, quiero llevar esta música a todo el público. Muchas veces las reglas de la música clásica son muy encorsetadas, ir a tocar a sitios solo de música clásica, para solo un público determinado, para mí no vale la pena. Mi público es muy variado desde niños de 8 años a personas mayores de 80, gente que va vestida informal, muchos van por primera vez a un concierto de música clásica etc… para mí todo esto es un honor, un privilegio. 

Tú sigues luchando, como decías en tu libro “Instrumental”, contra el snobismo de la música clásica, ¿por qué sigue siendo así? Es la madre de todas las músicas, ¿no?

La gente bien quiere guardar este tipo de música para los pijos, Cayetanos etc… gente con dinero etc… Por eso me atacan, yo rechazo eso. El jefe de Ibermúsica dice que soy “peligroso”,  dice que nunca he tocado nada bueno en mi vida, etc… Es normal que me ataquen. Ven a un tipo con vaqueros, cómodo, charlando con el público, con gente de distintos sitios y clases, es algo distinto de lo que se ve en la música clásica. Ahora mismo ir a un concierto de música clásica es como ir a misa. Hay muchas reglas, protocolo, tocar de determinada manera… qué mierda! Solo necesitas dos orejas, cerrar los ojos y evadirte de esta puta mierda de mundo. 

Dentro de nada me voy a San Sebastián y A Coruña a tocar Chopin en Octubre, y es un sueño para mí.

¿Cómo te has sentido grabando un nuevo disco?

Acabo de recibir la primera edición del nuevo álbum. Está todo bien, he estado escuchándolo con auriculares y no está mal. Hay cosas muy bonitas, algunas más complicadas, pero más o menos estoy muy contento. 

Hablemos de la música actual para acabar. ¿Qué te parecen la nuevas tendencias?

Música es música, odio las categorías. Hay tantas formas de músicas y todas igual de buenas… Mi punto débil es el Reggeaton, me falta saber más de esa música para poder entenderla. Pero  escucho a Rosalía, la conozco, es muy maja, y me gusta lo que hace. Soy fan de Sabina, Leiva, La Oreja de Van Gogh, Extremoduro, Robe es una pasada. Repito, para mí, música es música. Y lo confieso he bailado mucho Reggeaton.

Con lo de la música estoy totalmente de acuerdo. Cada generación tiene su música. Si hubo alguien que dijo que The Beatles no valían… imagínate. La música tiene sus tiempos. 

Para mí hay tan pocas cosas en este mundo donde podamos encontrar un poco de felicidad, que si veo a un pequeño que con 12 años está enamorado de Chopin o de Bad Bunny me pone muy feliz. 

Ha sido un placer, James. Gracias por ser cómo eres. 

Gracias a ti, Antonio. 

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