Luminaria: “El rock es una llamada a hacer las cosas de forma pasional”
Desde Alicante nos llega Luminaria, una banda con las ideas muy claras y con ganas de hacerse un hueco en el difícil panorama musical de este país.
Para quien no os conozca, habladnos de los comienzos de la banda…
Realmente ya he perdido la cuenta de los años que han pasado desde que surgió la idea de montar Luminaria. Se me da muy mal eso de las fechas. Ha habido etapas de inactividad, constantes cambios de formación, pasos adelante y muchos pasos hacia atrás, etc. Alicante no es una ciudad que destaque por su abundante escena musical y sacar adelante un grupo que hace una música minoritaria no es sencillo, así que sólo puedo decirte que ha sido un proceso lento, muy lento.
¿Qué queréis conseguir en el mundo de la música?
Lo más grande a lo que puede aspirar un artista es a que sus canciones se conviertan en algo importante para quienes las escuchan, en parte de su vida, en auténticos himnos. Tiene un lado muy egocéntrico todo esto, pero saber que lo que compones se incorpora al inconsciente colectivo de un grupo, se hace parte de su identidad, creo que es lo más ambicionado por cualquiera que escriba canciones. No se me ocurre nada más grande que el hecho de que nuestros temas puedan llegar a significar para algunas personas lo mismo que para nosotros han significado las canciones de nuestros ídolos, las que nos han hecho llorar, reír, etc. Si consigues llegar a lo más profundo de quien te escucha creo que todo lo demás (reconocimiento, relevancia, etc) viene solo.
¿Qué es para vosotros el rock?
Pregunta complicada. Es un “sentimiento” difícil de definir, que a menudo se puede intuir mejor cuando se contrapone a algo que “no es rock”. Te diría que es una cierta llamada a hacer las cosas de forma pasional, sin importar modas, actualidades, presiones sociales, etc. Se puede hacer rock desde muchas disciplinas artísticas: literatura con gusto rock, cine, cocina… es una llamada de lo salvaje, de lo auténtico, un sintonizar con quien eres sin que tengas que amoldarte a unos clichés que suelen venir impuestos por modas prefabricadas. Lovecraft es rock porque es algo totalmente auténtico, un cuadro de Munch es rock… una tortilla de patatas en su sencillez y en su pasar de lo que se supone que es guay es algo totalmente rock también, por absurdo que parezca.
Desde un punto de vista negativo, por desgracia, el rock puede llegar a convertirse en una especie de jaula, en algo sectario, en otro cliché de los que se supone que nos debería ayudar a escapar, llegando muchas veces a que desde las filas de la “autenticidad rockera” se coarte o se llame al orden a artistas que tratan de expandir su discurso más allá de esas fronteras, ya que es un movimiento paradójicamente muy conservador, de forma que preferimos verlo desde el prisma positivo. Como canta Rosendo “…ansias de libertad…”
¿Cómo es la manera de componer en vuestra formación?
Esta es más sencilla. El 99% de las canciones las llevo terminadas de casa al resto del grupo. Llevo la idea principal en cuanto a estructura, instrumentación, “sabor” de los arreglos, etc y sobre eso vamos trabajando, arreglando, haciendo, deshaciendo, comentando, peleando, etc. Tardamos mucho tiempo en tener una canción terminada, damos muuuchas vueltas a todo. El proceso de escritura de las letras es especialmente lento. El resultado puede gustar o no, parecer más o menos sencillo, pero nuestro trabajo es de orfebres, aunque sea con elementos muy simples Es más complicado componer un buen tema de cuatro minutos que un desparrame cósmico psicotrópico de quince.
¿Qué queréis expresar con vuestra música?
En un primer momento la idea era crear música negativa, expresionista. Quizás necesidad de exteriorizar desazón, desorientación respecto al mundo, pero con el paso del tiempo hemos incluido colores más claros en nuestra paleta. La mayoría de nuestra música es triste o al menos introspectiva, pero vamos añadiendo la belleza y cierto placer por estar vivos dentro del discurso. Quizás acabemos haciendo música más vitalista incluso, nunca se sabe. La rabia adolescente va quedando lejos ya.
Decidnos una banda que os sirva de referencia en vuestras creaciones
Paradise Lost, banda infravalorada como pocas. Tuvieron su momento de rozar el cielo de la fama con “Draconian Times” pero tomaron el camino difícil de la experimentación y lo han pagado caro. Es una banda que nos encanta a los cuatro, especialmente su época más accesible. Me resulta imposible entender cómo sus discos más “rock” no han sido comprendidos como las auténticas obras maestras que son. Curiosamente en su giro hacia el doom más lento en sus últimos discos es donde menos originales e interesantes nos resultan. Ojalá lleguemos a componer alguna vez canciones tan memorables y redondas como ellos.
Tenéis ahora mismo publicado el álbum “ Himnos del Desencanto” ¿satisfechos con el resultado?
El lanzamiento de este disco está resultando ser una historia muy rocambolesca. A fecha de esta entrevista aún no ha salido. Tras haber sido preparado todo para sacarlo hace muchos meses, una serie de circunstancias difíciles de creer nos han hecho tener que retomar parte de los procesos que creíamos acabados. Al no poder dedicarle nuestro tiempo a jornada completa las semanas y los meses pasan sin que nos demos cuenta. Estamos pagando el ser unos novatos y el gestionarlo todo nosotros mismos. Por otra parte nunca he creído que esas respuestas que dan los grupos de “estamos satisfechos al 100% con el disco” sean honestas. No puedes quedarte satisfecho del todo nunca, y menos aún con el primer disco, en el que vas a ciegas y ni sabes lo que quieres. Hay cosas con las que estamos contentos y cosas con las que no, pero en algún momento hay que dejarlo. Los discos no se acaban, se abandonan. Eso también hace más estimulante la vida de un grupo, el querer superarte. Si el primer disco ya es “perfecto”, ¿qué vas a hacer en el segundo?
Tres discos sin los que no podríais imaginar la vida…
Esta también es complicada. Cuatro personas con gustos diferentes e infinidad de títulos para elegir. Tratando de escoger los que puedan haber sido más importantes para el grupo diré:
“Senderos de traición” de Héroes del silencio, por lo que significa para el rock español y en español, su atemporalidad y su perfección en sí mismo.
“Disintegration” de The Cure. No conozco a nadie que escuche este disco con atención y no caiga enamorado. No hay una nota, una palabra que sobre. Todo está donde tiene que estar. Canciones tristes, otras enérgicas, atmósferas sublimes, etc, etc. Una obra maestra, sin más.
“One Second” de Paradise Lost. Canciones sencillas, abundancia de teclados, un halo de oscuridad diría que “seductor”, melodías y más melodías. Otro disco que causó un efecto importante a la hora de entender cómo se compone.
¿Qué opináis de las bandas tributo?
La respuesta sencilla es que no nos gustan, que nos gustan lo más mínimo. Incluso que nos perjudican directamente. Pero sólo son una consecuencia del mundo en el que vivimos, no una causa por sí mismas. El público es a la vez el que manda y a quien más se manipula, en un circuito de causa-efecto difícil de entender. En general nadie quiere cosas nuevas dentro del rock. Es un genero envejecido que necesita renovarse para no morir. A la gente joven no le interesa el rock, es algo que debemos aceptar. Prefieren el trap y similares porque es algo nuevo, algo propio de su tiempo, no del de sus padres o abuelos. Si enciendes la radio y lo más rock que suena es AC/DC ¿cómo esperas que un chaval de 15 años se identifique con eso?
Volviendo al tema, los tributos son pan para hoy e invierno nuclear para mañana, es envenenar el suelo del que ha de brotar el alimento musical de futuras generaciones, pero no creo que debamos apedrear en la plaza del pueblo a esos músicos por buscar el aplauso rápido y el beneficio económico. A menudo las bandas de verdad nos quejamos de que nos quitan los sitios para tocar, pero ¿nuestra propuesta es lo bastante buena para atraer al público? Son tiempos muy conservadores a todos los niveles, nadie arriesga en nada. Quizás con un grupo tributo a Luminaria tendríamos más éxito que ahora.
Un deseo…
La caída del neoliberalismo, por ejemplo. Mientras esperamos sentados a que eso ocurra… que se nos juzgue y se nos valore por nuestros méritos y nuestros fallos a nivel musical y creativo, que nuestros éxitos lleguen –si llegan- por nuestra obra y no por el dinero que podamos (o no) gastarnos en promociones y demás tramoyas del mundo musical. Lo dicho, un sueño.
Para los seguidores de Mautorland, ¿por qué deberían escuchar la música de Luminaria?
Sólo podemos sugerirles que si les gusta el rock en castellano, la música hecha desde la víscera pero cuidada hasta el detalle, le den una oportunidad a nuestras canciones, probablemente descubran algo que les emocione.
Un saludo y muchísimas gracias por el apoyo.