Machismo en el rock y metal: Marta Fernández e Irene López (Subterráneo Webzine) nos hablan del tema
Recordamos esta entrevista hecha en el webzine Nos Gusta La Música.
Hemos querido saber de primera mano como veían dos periodistas del ámbito musical metalero, todo el tema del machismo en general y con respecto al rock y metal en particular. Hemos hablado de estos géneros por ser con los que habitualmente trabajamos, no hace falta ser muy listo para saber que se dan en todos de igual o parecida manera. Además hemos utilizado preguntas cliché para hacernos eco de lo que se oye en la calle. Agradecer desde aquí de manera infinita la valentía para hablar de estos temas a Marta Fernández e Irene López, directoras de la estupenda plataforma Subterráneo Webzine, donde se pelea a muerte por el underground. Desde Nos Gusta La Música recomendamos dicha web y os dejamos el enlace para que la visitéis: https://subterraneowebzine.com
Empecemos por el principio, aunque no se pueden equiparar ¿qué es para vosotras el feminismo y el machismo?
M.F: Resulta muy complicado definir un término tan amplio en una sola frase y más teniendo en cuenta que los feminismos está en constante evolución. Simplificando mucho, se podría decir que es un movimiento social que surge como reacción a un sistema machista, que pretende que mujeres y hombres alcancemos la igualdad formal y material. Como dijo una de las madres del feminismo “es un modo de vivir individualmente y de luchar colectivamente”.
Respecto al machismo, la RAE lo define como: “Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres” a lo que añadiría que es la ideología dominante que articula las sociedades mediante el sistema sexo-género.
I.L: El machismo es ir en metro tranquilamente, y tener que sentirte violenta, incómoda y en cierto modo, asustada, porque, un desconocido que pasa, se sienta a dos centímetros de ti, y se cree con derecho a darte la chapa sobre lo guapa o fea que le pareces. El feminismo es la toma de conciencia de que ese hecho está ocurriendo. Es el coraje para no dejarte cohibir, levantar la cabeza y enfrentarle.
Machismo es tener que soportar continuamente que menosprecien tu trabajo, o conocimientos porque tienes tetas. Lo que ese tipo de actitudes te coartan, te acomplejan y te cabrean. El feminismo es el empoderamiento, es ser consciente de tu valía. Es darte cuenta que no le debes explicaciones a nadie, y menos aún, por ser del sexo femenino.
Últimamente corre por las redes sociales sobre todo el término “Feminazi” ¿qué opináis de él? ¿Hay algo de verdad detrás de ese nombre/adjetivo?
M.F: El término feminazi fue creado por un ultraderechista americano en la década de los 90 para referirse a las mujeres que reclamaban el derecho de controlar su natalidad. Es un término que surge desde el neomachismo con el objeto de atacar toda reivindicación que considere “excesiva” por parte de las mujeres. El machismo actual ya no es el que afirma que las mujeres deben estar en la cocina, que dicho explícitamente, es un pensamiento bastante impopular. Por lo que han necesitado reinventarse para evitar una pérdida de privilegios y generar una nueva iconografía que genere más simpatías dentro de la sociedad.
I.L: Quienes usan este término ven el feminismo como un ataque, una amenaza. Es fruto del miedo. Y usan ese tipo de palabras como un método más para descalificarlo.
¿Cómo vivís el día a día el machismo como mujeres?
M.F: Las mujeres vivimos el machismo de una manera muy normalizada, es algo que forma parte de nuestra cultura y se puede percibir constantemente en algo aparentemente tan inocuo como es el lenguaje, en cuestiones como la problemática que vivimos como mujeres cuando caminamos solas por la calle de noche o el punto más extremo, que sería la violencia machista. Lo más complicado del machismo es aprender a detectarlo, y para ello es importante realizar un trabajo personal de autocrítica, ya que reproducimos de manera cotidiana un montón de actitudes machistas que identificamos como si fuera algo biológico en lugar de una construcción social.
I.L: El machismo está tan arraigado y se esconde en tantísimos aspectos de la vida, que, aun siendo conscientes de su existencia, seguimos sin percibirlo en todas las situaciones, porque desde pequeños vamos aprendiendo y reproduciendo comportamientos machistas que se instauran en nosotros como algo inherente.
Y darte cuenta de ello, de las huellas que nos deja la sociedad, requiere un ejercicio de análisis, en primer lugar de una misma, y después de todo lo que nos rodea.
¿Pensáis que queda mucho por hacer para equiparar en derechos a hombres y mujeres?
M.F: En la actualidad, hemos logrado alcanzar prácticamente la igualdad legislativa (con matices) y esa es una de las razones de que socialmente se tenga la percepción de que el machismo está prácticamente erradicado y el feminismo es algo innecesario. El siguiente paso que tenemos que dar, es atacar el origen de esa desigualdad, que es desde donde se construye todo el sistema.
I.L: Hay que romper muchos, muchísimos, esquemas, y para eso tenemos que empezar por la educación. Es muy necesario, y básico, que todos tengamos una perspectiva mínima de género.
“Las mujeres son las peores enemigas de las mujeres”, ¿esta frase es un tópico machista, o esconde algo de verdad?
M.F: Es un tópico que pretende llevar a cabo el “divide y vencerás”. El peor enemigo de las mujeres es el machismo, ya que en su nombre se nos asesina, esclaviza y viola a nivel mundial.
I.L: Me encanta responder con preguntas… ¿En qué casos haríamos tal afirmación? ¿En casos en los que una mujer juzga a la otra por su vestimenta, por su forma física, o por la cantidad de veces que tenga relaciones sexuales en X período de tiempo? ¿De qué es consecuencia el que nos analicemos de esa manera? La respuesta es el machismo. El machismo es el verdadero enemigo, lo demás es sólo consecuencia del mismo.
Entremos en el ámbito musical, y en concreto en el rock. Supuestamente el rock (incluyo metal claro está) nace de la rebeldía, de lo contestatario etc… ¿cómo es posible que haya machismo entonces en él?
M.F: Por mucho que tratemos de idealizarla, la escena no es ninguna burbuja de cristal. Aunque es innegable que posee un componente de rebeldía, especialmente en sus orígenes, no deja de ser un reflejo de la realidad en la que vivimos, donde se reproducen exactamente las mismas opresiones que sufrimos y ejercemos cotidianamente.
Mucha gente opina, que las pocas mujeres que hay en el rock y el metal, “no se dan a valer”, por su pose, sus vestimentas provocativas etc… ¿qué opináis?
M.F: Forma parte de la cultura machista que se nos juzgue por nuestra imagen y nuestra sexualidad y, por supuesto, el rock no es una excepción.
Las mujeres no nos tenemos que “dar a valer” en ningún ámbito y mucho menos por nuestra estética. Tenemos derecho a que se nos respete y punto, no es nuestra obligación vestirnos o actuar de una manera u otra para que alguien decida si nos hemos ganado su respeto. En cualquier caso, lo lógico es que dentro de cualquier estilo musical por lo que nos “tendríamos que dar a valer” será por la música que hacemos, ¿no? ¿Qué pinta la estética ahí? Eso debería ser, como mucho, algo complementario, una simple puesta en escena o una estrategia de marketing.
I.L: Pues que es tan ridículo como decir que cualquier batería que se quite la camiseta por calor, es un manco, o es menos bueno. Qué tontería ¿Verdad? Pero… ¿Y si lo hiciese una chica? ¡Qué escándalo! ¿Eh?
Viene todo de lo mismo. Una mujer se pone un escote pronunciado y se le interpreta provocación. Instantáneamente se piensa que la intención de la susodicha es que otros la miren. “Menuda fresca…”. Incluso se adjudican el derecho de mirarla sin ningún disimulo, e incluso de tocarla, porque al fin y al cabo “lo va buscando”.
Partiendo de esa base – machista – se crean esos juicios de valor totalmente absurdos.
¿Qué opináis de bandas como The Iron Maidens, banda tributo de los Iron Maiden, que son publicitadas con fotografías que lo único que realzan son sus atributos? ¿Creéis que ellas consienten esto?
M.F: Me resulta curioso que realices una pregunta sobre una banda de música y que ésta no tenga ninguna relación con la música que desarrollan. Creo que el enfoque con el que construyes tu pregunta es muy significativo en sí mismo. Como decía antes, la primera mirada que se dirige hacia las mujeres músicas suele ir dirigida hacia su imagen, relegando la técnica musical a un segundo plano. La única respuesta que te puedo dar es que tienen derecho a explotar su físico como les dé la gana y que para mí no es importante.
Creo que, desde los medios, tenemos la responsabilidad de trabajar mucho sobre esa perspectiva con la que tratamos a las bandas que tienen mujeres entre sus filas.
I.L: ¿Es que esto no lo hacían ya Manowar? Por poner uno de muchísimos ejemplos. ¿Pensarías que a ellos les “obligaron” de alguna manera a llevar esa indumentaria? No tiene cabida pues planteárselo sobre una mujer. Cada uno sale en la portada de su disco, o en las fotos de promoción, como le apetece y gusta.
¿Dónde está el límite entre la libertad de la mujer de ir como le dé la gana y qué por otra parte no sea tomada en serio por cómo viste? ¿Es parte del machismo también el tomar a la mujer en serio, o no, según enseñe más o menos su cuerpo?
M.F: Es curioso que desde el rock siempre se haya reivindicado la no discriminación por llevar tatuajes o pelo largo, pero que esto no aplique cuando hablamos de la estética de las mujeres. De nuevo, el foco está proyectado en el punto erróneo, el ojo que mira es el que tiene que respetar a las personas independientemente de cómo vayan vestidas. Es exactamente igual de conservador el empresario que no te contrata en su empresa porque lleves tatuajes, que el señor que piensa que porque vas vestida de una manera concreta tiene derecho a acosarte o menospreciarte. Creo que nadie debería tener que vestirse de una forma determinada para ser tomado en serio.
I.L: ¿Y el de un hombre?
Con la respuesta anterior ya contesto a esta pregunta. Si me arreglo y me maquillo, voy incitando. Si voy de chándal y sandalias, soy una dejada y una descuidada. Si voy con ropa ancha, soy una machorra, o una lesbiana. Si voy con vaqueros… ¿Veis por dónde voy? Por supuesto que es parte del machismo.
Al aspecto siempre se le ha dado excesiva importancia, e independientemente de que eso sea un error, no veo por qué, en una mujer, la forma de vestir, tenga que ser lo que la represente y defina.
¿Qué os parecen grupos como Steel Panther, que en sus conciertos buscan “chochitos”, “tetas” y demás?
M.F: ¿No me preguntas si Steel Panther “se dan a valer” por cómo van vestidos? (risas) La verdad es que me parece que es algo bastante casposo lo de que traten al cincuenta por ciento del público como trozos de carne. No me gusta la actitud de los músicos perpetuando ese concepto de mujer como groupie, que precisamente es el que tratamos de desterrar.
I.L: No les he visto en directo y tampoco tengo intención de hacerlo, me parece una banda bastante rancia y manida, independientemente de su búsqueda de “chochitos” y demás maravillas.
Pero entiendo que no han oído hablar de la cosificación, ni son conscientes de que con ese tipo de actitudes contribuyen a que se nos siga tratando como objetos de disfrute para los hombres. A que se nos deshumanice hasta el punto de llegar al acoso y a la violación.
Si ese es el tipo de trato que quieren dar a gran parte de las personas que consumen y apoyan su música… Allá ellos. Conmigo desde luego que no cuenten.
El metal extremo no sale indemne de la utilización de la imagen de la mujer de manera gratuita. Infinidad de portadas con mujeres violadas, desnudas, ¿hay necesidad de esto? ¿Tan poca imaginación hay?
M.F: No es extraño que se utilice como reclamo la violencia hacia las mujeres en una sociedad en la que la cultura de la violación está normalizada. El uso de este tipo de violencia no es algo exclusivo del metal extremo y ha sido utilizada habitualmente por otros estilos de música, como el heavy metal o el hard rock.
De hecho, de una forma algo menos explícita, la violencia simbólica aparece constantemente dentro de la publicidad generalista que podemos ver a diario. El hecho de que no se le dé importancia pone de manifiesto lo naturalizada que está este tipo de violencia dentro de la sociedad.
IF: Como consumidora de metal extremo, hasta hace bien poco, había obviado este tipo de bandas/letras y lo que implican. Aunque casualmente (o de forma inconsciente) no he prestado demasiada atención a formaciones de dicha temática.
A las que sí, las excusaba pensando que es una iconografía, o con que están destinadas a crear controversia. Pero, después de hacer un análisis concienzudo, no puedo (ni debo) disculparlas, y mucho menos apoyarlas; porque lo cierto es que con este tipo de letras/artes, se perpetúa el sexismo. Se apoya el trato a la mujer como objeto desechable, a su objetificación, reforzando actitudes que pueden derivar en violencia verbal y física.
Quizás no estaría mal pensar en otra historia que contar, que no implique regocijarse en el sufrimiento de un 35% por ciento de la sociedad, que ha sufrido ese tipo de maltratos, torturas, o ha resultado asesinada.
Me sorprende ver como compañeros periodistas musicales se erigen en portavoces de decir si hay o no machismo en el mundo del rock y el metal ¿qué opináis sobre esto?
M.F. Partiendo de la base de que me encanta y me parece absolutamente necesario leer y escuchar a los hombres hablando de machismo, hay que tener en cuenta que forma parte del mismo machismo que ellos traten de sentar cátedra sobre qué es machista y qué no lo es, ignorando o ridiculizando nuestra opinión. Para cualquier situación de desigualdad es básico escuchar y dar voz a la parte afectada, ya que si no lo haces y además, intentas invalidar su perspectiva, de una manera inconsciente estás haciendo uso del mismo privilegio que tratas de criticar.
I.L: Que se hable del tema es importante, y que se generen opiniones y debates también, de ahí siempre se aprende. Pero creo que aquí también interviene el factor Internet, o las propias redes sociales, en el que se mueven millones de verdades absolutas cada día. Todos tenemos una opinión, que es la única válida, y podemos hacérsela llegar a montones de personas.
Sois una excepción en el mundo del periodismo de rock y metal, ya que dirigís un medio especializado como Subterráneo Webzine siendo mujeres, ¿cómo vivís esto?
M.F. No creo que seamos una excepción. Nosotras lo vemos diariamente en nuestro propio equipo, cada vez hay más mujeres que se interesan por los medios especializados en música. Lo que sucede es que las personas que apoyamos la escena desde la retaguardia somos poco visibles y en general, solemos desconocer quiénes están detrás de los medios y por eso asumimos directamente que son hombres.
I.L: Cuando empecé con Subterráneo, allá por 2009, sí que era más extraño encontrarse con mujeres dirigiendo, o participando en medios; pero ya existían radios como Fan Metal Show, por ejemplo, que ha dirigido durante años Yamna Castellanos. Pero actualmente, y quitando de ejemplo a Subterráneo, existen infinidad de compañeras en medios. Así de primeras se me vienen a la cabeza Galiza Metal, Metal Obscura, Metalspain, El Metal en España (dirigidos por mujeres) y redactoras como en Diario de un Metalhead, Metalcry, Metal Korner…
¿Habéis sido objeto de actos machistas sobre vosotras de parte de compañeros de profesión o músicos?
M.F: Debido a mi forma de ser, me resulta muy cómodo el anonimato y la barrera comunicativa que supone internet para evitar ciertas actitudes. En este caso concreto, como el grueso de las relaciones públicas en Subterráneo Webzine lo lleva Irene, prefiero cederle el testigo a ella para responder.
I.L: Empecé con 22 años, cuando ni me había planteado que existía el machismo, y encima me dio por “volverme extrema”. Sí, me han menospreciado en muchísimas ocasiones. Y lo siguen haciendo.
Porque se asume que una mujer no sabe de música, no tiene oído, que está ahí por las melenas, porque es una groupie, o porque es novia de X músico de la banda. Y, ay amigos… Qué sorpresas os llevaríais.
“Ah ¿Pero tú escribes?”, “¿Te gusta el metal? A ver… Qué bandas…”, “¡Anda, pero si sabes de música!” No, queridos, invierto, además de dinero, más horas de las que tengo en realidad, porque me gustan vuestras greñas.
Justificaciones, explicaciones… Todas innecesarias.
¿Desde vuestro medio que hacéis o procuráis hacer por la igualdad de género?
M.F: En Subterráneo Webzine aparecen habitualmente bastantes bandas con mujeres y en marzo de este año hicimos una semana temática con motivo del 8M para visibilizar y dar protagonismo a mujeres músicas dentro de la escena underground. Pero nuestro objetivo es que la presencia de mujeres se normalice, y no se reduzca a esa fecha como algo anecdótico, y especialmente que desaparezca esa absurda etiqueta musical de “Female Fronted metal band” como si fuese un estilo en sí mismo.
I.L: El que seamos un porcentaje muy alto del staff, ya es significativo; pero sobre todo, ofreciendo contenidos con otro tipo de perspectiva. Huyendo de clichés, de tópicos y típicos y formando parte de la propia escena.
¿Qué opináis de géneros musicales como el Hip-Hop, donde aparentemente son bastante machistas y encima es uno de los géneros que más triunfan en la actualidad?
M.F: No creo que el hip hop sea mucho más machista que otros géneros musicales, como decía antes, los estilos no son micromundos independientes de la realidad, sino que son un reflejo de la misma. Prefiero reconocer la brecha que se está abriendo en este estilo y nombrar a las increíbles bandas de hip hop con mensaje feminista que existen en la actualidad, como La Ira, Las Krudas o Furia.
Por último, ¿qué se puede hacer para que nuestra sociedad mejore y los modos machistas se vayan atenuando?
M.F: El machismo no hay que atenuarlo, hay que erradicarlo. Y eso sólo se puede hacer mediante la educación. Por mucha autocrítica que hagamos algunas personas cuando somos adultas e intentemos modificar nuestras conductas, sólo es un parche sobre todo lo que llevamos aprendido. Es necesario cambiar totalmente los cimientos para poder construir una sociedad justa.
I.L: Lo ideal sería que se nos diese una educación al respecto desde pequeñas, pero de momento, utilizar la cabeza, pensar y ser críticas. Y en la medida de lo posible, transmitir los nuevos conocimientos a otras personas.