North Of South: “Debe existir una generación de bandas que hagan evolucionar al Metal”
Seguimos con nuestras entrevistas en Mautorland. Le toca el turno a North Of South.
Para quien no os conozca, habladnos de los comienzos de la banda…
Hola, Antonio. Permíteme que, en primer lugar, te agradezca la posibilidad de dirigirme a los lectores de Mautorland y de hablarles de este proyecto.
North of South se presentó en sociedad en este pasado verano de 2018, aunque, oficiosamente, ya empezó a cobrar forma mucho antes. Hacia 2012-2013 comencé a trabajar en las composiciones de mis primeros temas. En mi cabeza siempre rondó la posibilidad de montar una banda en el sentido convencional. Sin embargo, la premisa de querer hacer una música verdaderamente innovadora, ecléctica y muy heterogénea en su estilo convertía en todo un reto encontrar a otras personas con un enfoque artístico y musical similar en una ciudad pequeña como León, con una escena local muy dinámica, pero con una tradición metalera algo limitada.
Así las cosas, en 2017, terminé llegando a la conclusión de que, si los astros no se alinean a tu favor, entonces lo mejor y más productivo es ponerse en marcha y lanzarse al hiperespacio, incluso aunque tenga que ser en solitario.
De este modo, entré a grabar en verano del año pasado a los Zoilo Unreal Studios mi álbum de debut, asumiendo todos los roles e instrumentos en North of South. Ahí empieza a escribirse una apasionante historia que, a día de hoy, aún está en sus primeros capítulos. O eso quiero pensar.
¿Qué queréis conseguir en el mundo de la música?
Por encima de todo, disfrutar de toda esta aventura. Y, al mismo tiempo, afrontar el reto de poner a prueba, día a día, mi propia capacidad creativa e intentar mejorar, con trabajo y esfuerzo, todo aquello que compongo.
Frente a otras miserias de la condición humana, creo que la creación artística es uno de nuestros grandes dones: hacer que donde no había nada, emerja algo bello, hermoso, que emocione, que transmita.
Y todo ello sin más herramientas que nuestra mente y nuestro corazón.
No hacen falta ni millones de euros de inversión, ni fábricas, ni enorme maquinaria, ni movilizar a miles de personas. Sólo una cabeza que piense y sienta. Si te paras por un momento a pensarlo, el arte resulta mágico.
Pero, entrando más en la concreción sobre North of South, el enfoque de esta banda unipersonal es tratar de encontrar un sonido fresco, innovador, diferente, que amalgame las distintas influencias musicales que he ido acumulando a lo largo de mi vida.
Personalmente y dentro de mis limitaciones, me atrae el desafío de intentar hacer cosas que no se han hecho antes o que se salen de lo habitual. No me interesa mucho hacer la misma música que ya hacen otros grupos que están ahí fuera, porque, además, es probable que tampoco fuese capaz de hacerlo mejor que ellos.
Es una escena hipersaturada de grandes grupos, como la metalera, no creo que aportase mucho que North of South fuese la banda número 1.000.001 que suena como Iron Maiden, o como Cannibal Corpse, o como Amon Amarth o como Bring Me The Horizon.
Ni yo aportaría mucho a la escena ni ese enfoque me aportaría mucho a mí, desde el punto de vista creativo.
Me considero una persona con bastantes inquietudes culturales y muy abierta de mente. North of South no es más que un reflejo de eso.
En cuanto a metas, no me pongo ninguna y, al mismo tiempo, me pongo todas. Mi prioridad es disfrutar y seguir mejorando como músico. Si por el camino se van consiguiendo otras cosas, todo será bienvenido.
¿Qué es para vosotros el rock?
Dentro de lo abierta que es la pregunta, podría contestar que, en mi caso personal, el rock y, particularmente, el Metal es un elemento indisociable de mi propia biografía.
De hecho, si tuviera que destacar un rasgo que ha marcado con el paso de los años mi propia identidad, antes que ser hombre o ser español o ser periodista o cualquier otro, respondería que ser metalero.
Desde que, con doce años, descubrí esta música, para mí ha sido la puerta de entrada a muchas otras cosas que han sido y son muy importantes en mi vida: la literatura, la creatividad, la Historia, ciertos valores éticos y convicciones morales, muchas amistades,…
Yo no digo que el Metal sea necesariamente la puerta de entrada a todo eso para todo el mundo. A lo mejor podrían haber aflorado en mi esos mismos intereses por otras vías; pero, tal y como mi vida se ha desarrollado, el Metal ha sido un estímulo intelectual de primer orden.
Estoy convencido de que, sin haber conocido esta música, sería una persona, quizá no radicalmente distinta, pero sí bastante diferente.
Desde una perspectiva amplia, el Metal es un estilo no mayoritario, que exige entrenar y educar al oído, que invita a aprender y conocer para poder comprenderlo plenamente. A diferencia de otros géneros, hay que buscarlo e ir a por él, porque no llega a ti con la mera exposición al bombardeo de los grandes medios de comunicación.
Eso y otros muchos más, son factores que ayudan a construir un tipo de personalidad que pueden hacer del oyente medio de Metal alguien, más o menos, inconformista. Incluso aunque también perciba al mismo tiempo que otra parte de la audiencia metalera también es algo conservadora para algunas cosas.
¿Cómo es la manera de componer en vuestra formación?
En el 90 por ciento de las ocasiones, todo surge de la guitarra. Empiezo a trabajar en la composición de riffs y, cuando dispongo de tres, cuatro o cinco con la suficiente entidad y calidad como para vertebrar un tema, comienza a brotar todo lo demás.
Ahí se empieza a producir una especie de proceso multicapa, en el que, progresivamente, se van incorporando otros elementos, ya sean pianos, cuerdas, guitarras acústicas o cualquier otro.
Para mí es esencial que, dentro del conjunto de un disco, haya variedad y complementariedad entre todas las canciones.
Humildemente, creo que es algo que caracteriza “New Latitudes”. Hay temas más agresivos, otros más melódicos, hay pasajes guturalizados, hay momentos de evocación más popera o jazzística, hay guiños flamencos, hay blastbeats que miran hacia el metal extremo. En este disco conviven elementos muy dispares, pero, dentro de un sonido común y un mismo estilo (el de North of South), que sirve para empastarlo.
Es esencial que exista dinámica interna dentro del disco, que haya “subes” y “bajas” y que cada tema tenga su personalidad propia.
Aunque me encanta el metal extremo, uno de los principales problemas que le encuentro a muchas bandas es esa falta de dinámica, de perdurabilidad tras la escucha. A veces, te pones, por ejemplo, un disco de Brutal Death y, cuando lo terminas, te queda la sensación de que has escuchado la misma canción durante 40 ó 50 minutos. No hay cambios de tonalidad, de ritmo, de tempo, de elementos… Todo parece un mismo torrente desbocado. También pasa con determinados discos de Heavy Metal clásico. U ocurre muchísimo con el Deathcore, que es un género que, en general, me aburre bastante.
La música se compone de dos elementos esenciales: ritmo y melodía. La de North of South se apoya, sobre todo, en la segunda: en la melodía.
Uno de mis retos primordiales como compositor es intentar que haya momentos que se te graben en la cabeza. Sería genial que en algún momento lo haya podido conseguir.
¿Qué queréis expresar con vuestra música?
Pues, entre otras cosas, que el Metal se muestre como un género abierto a la fusión, al mestizaje y a emparentarse con otros estilos distintos.
Es fabuloso que haya bandas dedicadas a preservar la tradición y a conservar el tarro de las esencias del metal más puro.
Pero, como ya demostró Darwin, las especies que sobreviven no son las más duras, ni las más resistentes: son las que evolucionan y se adaptan mejor al medio.
Es importante que también exista una corriente, una generación de bandas encargadas de hacer evolucionar el Metal para darle continuidad de futuro.
Mucho se habla de la falta de relevo generacional y de qué ocurrirá cuando ya no estén las pocas grandes bandas que aún llenan estadios, como Iron Maiden, Metallica, Judas Priest, Guns ‘n Roses, Aerosmith, etc…
Pues lo cierto es que, a día de hoy, hay excelentes bandas y artistas en el Metal underground. Sólo hace falta que alguien les preste atención.
En ocasiones, tengo la sensación de que una parte de la audiencia metalera es mucho más conservadora de lo que realmente se cree. Afortunadamente, hay otra que no.
Decidnos una banda que os sirva de referencia en vuestras creaciones.
Resulta complicado mencionar sólo a una banda, en la medida en que la gran apuesta de North of South es tratar de sonar a algo nuevo y único.
Pero podría mencionar a algunas bandas con las que siento una especie de conexión en lo que a actitud artística y afán de romper barreras se refiere.
Por ejemplo, Opeth, un grupo en cuya música cabe casi todo: temas cortos, temas larguísimos, pasajes brutales, pasajes ultramelódicos, potentísimas guitarras eléctricas, guitarras acústicas muy dulces, voces limpias, voces guturales,…
Pero también admiro otras bandas caracterizadas por no tener miedo a evolucionar, experimentar abrir su sonido. Es el caso de Anathema, de In Flames, de Amorphis, de Novembre, por mencionar unas pocas.
Y, en la medida en que North of South también confiere un gran protagonismo a sus raíces latinas, podría incluso citar a Angra. No me interesa mucho la parte power metalera de su música, pero creo que han hecho cosas muy interesantes a la hora de reflejar esa cultura y herencia latina en sus composiciones.
Habladnos de vuestro actual material publicado ¿satisfechos con el resultado?
En general, sí. Creo que es una buena tarjeta de presentación de un proyecto absolutamente desconocido hace muy pocos meses. La acogida está siendo, afortunadamente, bastante buena entre el público y la crítica.
Pero hay margen de mejora. Ésa es la vocación y la esencia inherente a North of South: ir más allá, progresar, crecer, aprender y mejorar.
En todo caso, fue estupendo poder trabajar y grabar con Zoilo Unreal, de Unreal Overflows y The Anthagonist, un músico verdaderamente talentoso que ayudó a redondear los temas de “New Latitudes”.
Se ha conseguido el tipo de sonido que buscaba: actual, contemporáneo, con pegada, pero definido y claro.
Si acaso, puede que el aspecto vocal del álbum plantee división de opiniones. Respetando todos los puntos de vista, tengo la sensación de que algunas personas no han entendido bien mi enfoque y acercamiento al tema de la voz.
Siempre tuve claro que, para North of South, no quería ni registros “metaloperísticos” tipo Rob Halford/Bruce Dickinson ni ultrabrutales en plan Death o Black al 100 por 100.
Para mi música, estoy más interesado en los registros medios, limpios, en algo que no suene “vintage”, sino mucho más moderno, contemporáneo y actual.
Me interesan los vocalistas que, dentro del Metal, buscan registros que se salen de lo típico: Ville Vallo (Him), Jonas Renkse (Katatonia), Vincent Cavanagh (Anathema) o las voces limpias de gente que vienen del ámbito extremo, como Mikael Akerfeldt (Opeth), Mikael Stanne (Dark Tranquillity) o Howard Jones (Killswitch Engage). Incluso de gente muy influenciada por el Pop, como Ian Watkins (Lostprophets) o que directamente pertenece a la escena popera.
En algunas críticas y entrevistas, algunos dicen encontrar reminiscencias o influencias de la música “indie”. No es una música que escuche ni que me haya influido musicalmente, pero supongo que, en el fondo, no me parece una comparación muy descabellada. De hecho, me lo tomo casi como un cumplido, porque entonces puede ser planteado como otro elemento único más que se añade a la fórmula de North of South.
Tres discos sin los que no podríais imaginar la vida…
Mi disco favorito de todos los tiempos es “Seventh son of a seventh son”, de Iron Maiden. Aunque no sean una influencia muy directa en mi música, son mi banda favorita. Y creo que ese disco es su clímax creativo y también su disco más experimental. A estas alturas de mi vida, puedo decir que lo he escuchado ya miles de veces.
También podría mencionar “Colony”, de In Flames. Es otra de mis bandas favoritas. Les sigo desde que aparecieron con su primer disco, “Lunar Strain”, en 1994. Pero creo que “Colony” (1999) alcanzó el punto de equilibrio perfecto entre el metal, más o menos, extremo del que venían, la herencia del heavy de los 80 tipo Maiden/Helloween/Running Wild que traían y una actitud de innovar, de modernizar y de llevar ese metal al siglo XXI.
Como seguidor, siempre me sentí muy identificado con su enfoque del metal, a todos los niveles: musical, estético, artístico. A mediados de los 90, aunque escuchaba casi todos esos estilos (bueno… el Nu Metal, no…), en el plano personal ni me identificaba con el heavy ochentero ni con los malotes del True Norwegian Black Metal ni con los supermodernos con piercing tipo Korn o clones de Pantera y Machine Head.
Cuando aparecieron In Flames y vi como fueron evolucionando, siempre pensé: “esta gente ve las cosas del Metal como yo”.
Y, por mencionar un disco al margen del Metal, podría citar “Tubular Bells”, de Mike Oldfield, un trabajo que descubrí incluso antes que la música más dura. Calculo que a los 10 años lo escuché una y otra vez y lo aprendí de memoria.
Me encantaron sus melodías, su experimentación, su carácter inclasificable, su falta de corsés creativos. Y me fascinaba el hecho de que todo aquello lo hubiese compuesto y tocado una sola persona.
¿Qué opináis de las bandas tributo?
Sinceramente, no me interesan mucho. Respeto su existencia, pero prefiero mil veces las bandas con un repertorio propio.
Acudo a muchos festivales y, cuando hay opción de elegir, siempre me decanto por los grupos que tocan sus propios temas.
En el plano artístico, no encuentro muy motivador ser una réplica de otras bandas. Me encantan las versiones, pero sólo aquellas que se plantean como un reto creativo de poner patas arriba una canción original. Como, por ejemplo, metalizar una canción pop o dulcificar una canción extrema. Eso sí me interesa, incluso aunque, a día de hoy, haya muchas covers mediocres en Youtube que piensan que, con meter unas guitarras distorsionadas a una canción pop, ya lo tienen todo hecho.
North of South tiene grabadas un par de versiones que resultarán muy sorprendentes cuando se den a conocer. De momento, están en la nevera, esperando el momento óptimo para ser presentadas.
Pero, retomando tu pregunta original, hay un hecho muy elocuente: he pagado por ir a miles de conciertos en mi vida. Nunca he pagado por ir a ver una banda tributo.
Un deseo…
Poder seguir creciendo y disfrutando con North of South, poder llegar a más gente para que, al menos, puedan decidir con conocimiento de causa si les interesa o no mi música, poder disponer de más tiempo para llevar a la práctica las mil y un ideas que bullen en mi cabeza e incluso -¿por qué no?- poder encontrar a gente comprometida con la que llevar al directo la música de North of South.
Para los seguidores de Mautorland, ¿por qué deberían escuchar vuestra música?
Porque deberían darse a sí mismos una opción de ser sorprendidos con algo nuevo.
Cuando eres incapaz de salir de escuchar las 15-20 bandas de siempre hiperconocidas, en el fondo, no eres muy distinto de aquellos oyentes de géneros comerciales a los que tanto criticas por no tener criterio propio y consumir la música que te meten por los ojos a base de marketing.
A día de hoy, hay excelentes bandas desconocidas que sólo están esperando a tener una oportunidad. Y eso también ocurre en España, donde, cada vez más, están surgiendo propuestas rompedoras, que miran hacia afuera y que intentan que, por una vez, no estemos siempre a rebufo de lo que ocurre en la escena internacional.
North of South está en esa línea de trabajo y ojalá, aunque sólo sea en parte, algo de esto se esté consiguiendo.
Muchísimas gracias, Antonio, por esta entrevista y por la oportunidad de dar a conocer a vuestros lectores la propuesta de North of South. Y enhorabuena a Mautorland, que, definitivamente, es un medio que se sale del carril y que busca ofrecer a su audiencia contenidos, nombres y enfoques distintos de los habituales y mil veces vistos.
Aprovecho la ocasión que me brindas para invitar a vuestros lectores a pasar por la web oficial de North of South, www.northofsouth.es.
Además de poder hacerse con el disco, también encontrarán las primeras y muy recientes camisetas oficiales de North of South. Estoy muy contento con ellas y espero que os gusten.
Estés al norte o al sur, atrévete a adentrarte en las nuevas latitudes de North of South. Es un tipo diferente de Metal.