The Space Octopus: “ Nuestras canciones tratan de muchas cosas, pero sólo quien escucha en ese instante tiene su verdad sobre lo que está experimentando y cómo“
Hablamos con The Space Octopus con motivo del lanzamiento de su nuevo álbum “Tomorrow We’ll Be Gone”.
Queremos saber sobre vosotros, contadnos sobre los inicios de la banda …
En un principio todo surgió como un proyecto instrumental con el disco “Dann Hoyos – Space Octopus” (2007) cuando (Dann) me trasladé a EEUU becado para estudiar en Berklee College of Music. A la vuelta, se graba el disco “No es lo que tú sientes” (2011) y se monta la banda junto a Dani Vicente, Jorge Sánchez e Iván Román, y con esta formación se grabará posteriormente “Dormir con el diablo” (2014). Para el siguiente disco “The Image Is Gone” (2018) hay un cambio de formación, reclutando a Oier de Pedro a la batería y Josu “Holly Brandy” al bajo, pasando de cuarteto a trío, hasta este último disco, “Tomorrow We’ll Be Gone” (2020) en el que nos reafirmamos como la banda actual de The Space Octopus.
¿Qué queréis conseguir en el mundo de la música?
Ser cuanto menos un proyecto musical interesante. El objetivo de cualquier artista es el transmitir y aportar lo que se pueda para la realización personal, y al igual que toda persona tiene un mundo interior único y original, nosotros queremos crear el nuestro. The Space Octopus bebe de muchas fuentes musicales como cualquier individuo se nutre de otros tantos estímulos para ser quien es.
¿Qué es para vosotros el Rock, el Metal, en definitiva, los sonidos distorsionados?
Es libertad, intensidad… es la expresión y consecuencia de un anhelo, de querer ir más allá. Encontrar en la música algo que no puedes buscar en otro lado y es a la vez hambre y alimento, y que te conecta con una porción de ti mismo a través del sonido. Congelar el instante y revivirlo una y otra vez.
¿De qué forma componéis en vuestra banda?
Hasta ahora yo (Dann) compongo toda la música y luego se trabaja en grupo de cara a ir al estudio, y así cada miembro aporte su personalidad en las diferentes partes. Me gusta hacer un encierro para componer y traer un montón de temas para después cribar con la banda y comenzar a trabajar todos juntos. Por desgracia con la actividad frenética que tenemos todos, esos tiempos de antaño componiendo en el local no son ya posibles, y la única manera de poder avanzar es esta, dejando la puerta abierta a diferentes fórmulas en el futuro, claro.
¿Qué es lo que queréis expresar con vuestra música?
No es tanto que queremos expresar, sino con qué queremos conectar. No se busca el hacer sentir algo, sino conectar con algo que ya se siente, porque de esa manera se puede desenredar el nudo y comprenderse mejor a uno mismo. Nuestras canciones tratan de muchas cosas, pero sólo quien escucha en ese instante tiene su verdad sobre lo que está experimentando y cómo. Se intenta crear un campo de ambigüedad para que cada uno pueda adueñarse de su propia parcela.
Habladnos sobre una banda que sirva como referencia en vuestras creaciones.
Creo que más bien la canción se busca a sí misma como referencia. Se procura escapar de las influencias aunque son inevitables por una cuestión cultural. Recuerdo que en el disco anterior “The Image Is Gone” (2018), había gente que me comentaba que tal canción les recordaba a tal artista etc, y curiosamente hablaban de artistas a los que yo no sigo o no escucho, y supongo que ya es muy difícil escapar a los colores con los que ya nos encontramos premeditados a pintar, pero su búsqueda es lo interesante.
¿Cómo veis la escena en España?
Creo que ha habido una profesionalización importante dentro de las bandas en el panorama nacional, y un desarrollo tecnológico y musical importante. Por desgracia nunca se tiene el apoyo que se requiere por medio de las instituciones ni el sistema, muchas veces es un pulso económico en el que las bandas nos vamos desangrando para sobrevivir, y siempre es una lucha mano a mano de los artistas, medios que los apoyan como el tuyo, contra las dificultades que se crean desde arriba. Socialmente parece que se intenta crear una dejadez programada hacia lo que cultura se refiere, una obsolescencia personal, aunque por suerte son cada vez más los que se desconectan de la masa y se conectan a sí mismos, la cultura de la contracultura.
Habladnos sobre vuestro último trabajo ¿Satisfechos con el resultado?
Realmente satisfechos, la verdad es que sabíamos por buenas referencias que el paso por los estudios Chormaticity de Pedro J. Monge iba a ser positivo, pero no esperábamos el grado de implicación, atención y mimo que ha dedicado Pedro a todo el proceso. El resultado es de 10, y puede que esté mal que lo diga, pero sólo pienso en el momento que podamos compartir este nuevo disco con la gente. En el plano del diseño artístico también es increíble el trabajo de tanto mi hermano Pablo Hoyos con la portada, como Igor Cruchaga de dandoalre.com en el diseño del libreto, o Txetxu Berruezo con la fotografía. Realmente se ha juntado un buen equipo y el resultado queda plasmado en el álbum.
Tres discos sin los que no podríais imaginar la vida …
Difícil si no imposible… imposible sintetizar todo en tres discos, así que me voy a 3 orígenes (de tantos) de los que surgió la inspiración tiempo atrás:
Mike Oldfield – Hergest Ridge Steve Vai – Flexable
Kurt Rosenwinkel – Heartcore
¿Qué pensáis de las bandas tributo?
Cada músico es libre de interpretar la música que sea, porque cada persona tiene su concepto y valor hacia la música. El nuestro es hacer música original, y entiendo que hay gente que visto el panorama se encandile con proyectos de más éxito como lo tienen las bandas tributo, pero nosotros comenzamos en la música por algo, y al final es lo que nos define, nunca fue fácil, pero es lo bonito de esta lucha.
Un deseo …
Que seáis honestos y felices.
Para los seguidores de Mautorland, ¿Por qué deberian escuchar vuestra música?
Por absolutamente ninguna razón, la escucharán si les apetece, les gustará o no, pero podrán estar seguros de que cada minuto de cada canción lleva ríos de incertidumbre, esfuerzo y sinceridad, porque el disco está concebido en base a la necesidad de ser concebido, y no por la respuesta que la gente vaya a tener de él.