“Hellraiser”, el infierno de los Cenobitas
Un clásico, pero un clásico de los grandes. El final de la década de los 80 nos deparaba uno de los films más extraños, depravados y terroríficos de la historia del cine de terror: “Hellraiser”.
Una película británica escrita y dirigida por Clive Barker, que a su vez se basa en el libro “The Hellbound Heart” del que él también es autor. Antes de entrar a comentar la peli, debemos resaltar la figura de Barker. Un artista todoterreno, con un imaginario demencial, y una capacidad imaginativa increíble. Sus mundos se pueden asimilar a la obra creada por H.R. Giger. Un artista total que reinó en el mundo del terror durante bastantes años.
Sinceramente diré que cuando visioné por primera vez “Hellraiser” no la comprendí mucho. Para un tierno infante ponerse delante del televisor y ver esta salvajada, era super cool pero se te escapaba entre tanta víscera el sentido real de lo que estabas viendo. Un film que paradójicamente se convirtió de manera instantánea en una pieza de culto y a la vez una referencia clave del género de terror.
No solo es una película de terror al uso. Su temática gira en torno al sadomasoquismo, al dolor, y al placer al sentirlo. Todo rodeado de la culpa y la moralina que nos hace sentirnos culpables constantemente por nuestros actos. El relato centra sus miras en la capacidad escondida que tenemos muchas personas de poder disfrutar sin sentirnos culpables, aunque nuestros gustos puedan salirse del patrón establecido por la sociedad, y en concreto por la moral cristiana.
Curiosamente el protagonista de la cinta, no son sus personajes dramatizados, sino un objeto, un cubo adquirido en Marruecos, que es la puerta hacia otra dimensión. El cubo abre nuestra realidad al mundo de dolor, placer y perversión de los Cenobitas, encarnado en un personaje que ya historia del cine: Pinhead. Ver por primera vez a este ser con la cara lleva de púas y enfrascado en su túnica de cuero, fue toda una experiencia para mí.
El argumento es sádico en grado sumo. Frank el poseedor del cubo, al abrir la puerta al submundo demoniaco cenobita es engullido y despedazado por ellos. Por casualidades de la vida, el vertido de un poco de sangre en el lugar donde Frank hizo el ritual con el cubo, hace que aparezca de nuevo pero sin casi carne. Una mujer, la esposa de Larry, que es a su vez hermano de Frank, ayuda al mismo a regresar a este mundo cometiendo horrorosos asesinatos y de paso dar más poder a los cenobitas. Kristy hija de la pareja (Larry y Julia) será la encargada de desentrañar todo este misterio, hasta poder dar con el cubo y sacarlo de sus vidas.
El film es visualmente muy poderoso. Para ser 1987, los efectos especiales están muy conseguidos, y todo el mundo de vísceras y órganos humanos que pasean delante de tus ojos está realmente bien realizado. La estética sadomaso de los cenobitas, es otro de los puntos fuertes de “Hellraiser”, estética por otra parte copiada hasta la saciedad desde el estreno de esta macabra historia.
Tras el éxito del film, llegaron más partes nada menos que 9 más. Sinceramente para mí la única que puede despertarte algo de interés es ésta, y su segunda parte llamada “Hellbound: Hellraiser II”. Las demás son pelis infumables que retuercen la historia sin más y con poca aportación a la trama.
Un film que ya forma parte de los tótems del cine de terror de finales de los ochenta. Su impronta fue más allá que contarnos una historia. Toda una forma de vestir siniestra y gótica se implantó de manera total en el imaginario de muchos. Y sobre todo nos dio un personaje brutal: Pinhead.