“Hysteria”, Def Leppard alcanzan la gloria

Menudo álbum. Estamos ante una de las joyas de la corona del hard rock mundial. Los británicos Def Leppard alcanzaron el estrellato mundial con este “Hysteria”, un álbum creado para enganchar a todos los públicos, y ante el que se rindieron tanto crítica como fans.

La historia detrás del disco está llena de vicisitudes. El periodo de grabación de este trabajo fue largo. Casi tres años, 1984-1987, tuvieron que pasar para que finalmente viera la luz. Lo primero que retrasó la salida del álbum, fue el cambio de productores. Al principio estaba a los mandos, Robert Lange, el trabajo que en un principio se iba a llamar “Animal Instinct”, comenzaba con mal pie, ya que el productor los dejó plantados alegando agotamiento emocional y profesional. Tuvieron que echar mano de Jim Steinman, productor de Meat Loaf. Steinman tampoco cuajó en el proyecto, ya que sus ideas diferían mucho de lo que quería conseguir la banda en este disco. El sonido propuesto por Steinman era más clásico, y los Leppard querían dar un paso más adelante, creando una obra ambiciosa y sofisticada. Esto lo consiguieron con la llegada de Mutt Lange. Lange tuvo un accidente de tráfico y se tuvo que retrasar de nuevo la grabación del mismo.

La tragedia se cebó con la banda. El 31 de diciembre de 1984, el baterista Rick Allen perdió el brazo izquierdo al estrellar su Corvette en un camino rural en Sheffield. Todo parecía indicar que Allen iba a abandonar la música, pero su obstinación y amor por el rock obró el milagro. Con un solo brazo y con una batería adaptada para que pudiera tocar, fueron suficientes para que se sentara de nuevo ante su instrumento. Claro está, esto vino precedido de un entrenamiento y adaptación, que pospuso más el álbum. Incluso Joe Elliot, cantante de la banda, tuvo que pasar por unas paperas. Toda una odisea hasta llegar a 1987, año en el que todo tomó forma al fin.

En el plano musical, “Hysteria”, era la contrapartida del álbum “Thriller” de Michael Jackson. Una guerra entre el pop y el rock, en el que Leppard salió airoso, y creó uno de los mejores álbumes de la historia del rock de todos los tiempos.

La obra posee todos los elementos que tiene que tener un álbum perfecto de hard rock: melodía, ritmo, estribillos pegadizos, riffs eternos y solos para la posteridad. Todo un conglomerado que dio como resultado un disco para la historia.

Desde el “Pyromania”, pasaron 4 años hasta lanzar “Hysteria”. Un disco largo, con 12 canciones, 8 rockeras, 3 baladones y la épica hecha canción en “Gods Of War”. Mutt Lange supo dotar a todas las canciones de una magia especial, que lo hizo inmortal. Cierto es que puede pecar de un exceso de producción, pero eso no quita que se un trabajo intachable.

Comenzar con un temarral como “Women”, está al alcance de muy pocos. Un tema que poco a poco te va ganando, hasta que ya no puedes dejar de escucharlo. Le sigue “Rocket”, un gran corte pero demasiado largo para mi gusto. Y así llegamos al primer pico importante del álbum “Animal”, una canción pegadiza hasta decir basta, que nos mostraba el material tan ambicioso del que estaba hecho este álbum.

“Love Bites”, una de las baladas por antonomasia del álbum. Uno de los temas lentos más conseguidos de su carrera, simplemente una delicia que daba paso al hit del álbum: “Pour Some Sugar On Me”. El tema fue un pelotazo absoluto. El vídeo arrasó en la MTV, su éxito fue tal que llegó al segundo puesto en la lista de Billboard de ese año. Steve Clark y su guitarra pasarían a la historia con este tema.

“Armageddon It” es otro de los temas históricos del álbum. Un corte donde Elliot canta muy vaciló, y la sección rítmica se sale. Tema para escucharlo en bucle una y otra vez, simplemente fantástico.


”Gods Of War”, es la anomalía del disco por así decirlo. Se sale de la norma impuesta en todo el álbum. Un corte largo y épico en donde la banda demostró que en esas tesituras también se manejaban como pez en el agua.

Hard rock y velocidad en los temas “Don’t Shoot Shot Gun” y “Run Riot”, temas perfectos con un sonido Leppard impecable, en el que de nuevo Clark se sale. “Excitable” sigue en la misma línea de los temas antes comentados, aunque con una calidad un pelícano menor.

Termino comentando la maravillosa balada “Hysteria”. Def Leppard haciendo este tipo de temas son unos maestros. Canción perfecta para un día de San Valentín.

“Love And Afecction” cierra esta obra maestra. Un medio tiempo melódico, con el sello Lange, irresistible para las listas de éxitos, una verdadera maravilla.

“Hysteria”, representa la perfección hecha disco. El rock demostró que podía competir con el pop y ganarle de goleada. Def Leppard entraron en el Olimpo de los dioses del rock por méritos propios. Larga vida a los Leppard!

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