Musicalidad rabiosa en lo nuevo de Black Islands

Un segundo álbum nunca es fácil. En las óperas primas nunca hay expectativas, nadie te conoce en principio y por tanto nada se espera de ti, en cambio en la segunda obra como poco se alzan ante el músico de turno unas expectativas y le toca al artista cumplirlas o no. No sé si este “Disco Nuevo” de Black Islands está para cumplir deseos o expectativas, lo que si es cierto es que es un gran disco y muy superior al primer latigazo de la banda.

Lo que más sorprende de este álbum es la musicalidad rabiosa que contiene, es decir, son un puñado de temas que en principio tienen pinta de estar edulcorados, algo así como “happy flower”, pero que si te detienes solo un poco en su escucha, descubres esa rabia y descaro propio de bandas Indie de los 90’s tipo Sonic Youth, con gotas punkarras y aroma de garaje que echa para atrás; una combinación muy atractiva, un resultado efectivo.

Es un trabajo luminoso que entra por los ojos desde esa gran portada que lo corona; colores, animales, luz y vida. En definitiva un producto realizado con gusto y que gusta.

En lo musical desde el comienzo con “Playa Interior”, ese buen rollismo que destila el disco se apodera de ti, con ese puntito de descaro y mala leche que da el toque perfecto para la cuadratura del círculo.

Me resulta grato tener la sensación de oír a unos The Cure en su primera etapa en composiciones como “Reino Animal”, “Transfobia” o Montaña Mágica”; todo muy british, muy cool en definitiva.

Por último comentar el tema “Juventud Perdida”, un tema que engloba la propuesta de la banda de manera total con una letra fantástica.
Buen regreso de Black Island, esperamos con ansias otro disco nuevo…

Sello: Mama Vynila Records

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