The Dry Mouths: “En este álbum hemos dejado fluir las canciones y tocado con total libertad
Desde Almería nos llegan The Dry Mouths con su nuevo álbum. Si te gustan los sonidos distorsionados con aromas desérticos, contundentes y eléctricos, no te pierdas esta entrevista.
JM: Josh Morales
AD: Andy Reyes
CR: Christ O. Rodrigues
Contadnos los orígenes de una banda como The Dry Mouths
JM: Es una historia antiquísima! Se remonta al año 2000 en “Almería Desert”, cuando nos dio por aprender a tocar instrumentos y ensayar en un cortijo rodeados de cabras y pulgas, “El Pulgatorio” lo llamábamos. El primer concierto que dimos en nuestra vida llevaba detrás pocos meses de ensayos, unas 16 canciones y mucho miedo postadolescente! The Dry Mouths como tal se formó en 2006 y, aunque hemos tenido cambios en la formación y muchas dificultades a lo largo de estos años, nunca hemos abandonado la ilusión y las ganas de seguir aprendiendo y mejorando. Aprender a crear con criterio, grabar, coger tablas en giras interminables y miles de aventuras locas, han hecho que vivamos momentos inolvidables a nivel personal y como banda, que hayamos conocido a gente estupenda en cada bolo y que apreciemos la música y todo lo que la rodea de una forma más intensa.
¿De dónde proviene vuestro nombre?
CR: Ensayos a 40º + Nervios + Porros + Mucho Sol = The Dry Mouths
JM: Los nervios de los primeros conciertos hacen que se reduzca el flujo salival. Cuando uno pronunciaba las palabras “the dry mouth” otro tenía que pedir algo fresquito en la barra. Ese pique nos ponía piripis y hacía que nos acostumbrásemos a esas palabras. Además, nos parecía un nombre muy noventero… creo que tenemos el síndrome de Peter Pan.
¿Cómo podríais definir vuestro sonido?
JM: me cuesta contestar corto a esto… este disco tiene un sonido muy diferente a los anteriores. No solo por el sonido en sí, sino por el concepto que teníamos al grabarlo. Sigue habiendo cosas noventeras, desérticas y espaciales, seguimos con riffs metidos en la cabeza dando vueltas, pero con un sonido mucho más cercano a la naturalidad y fuerza del directo.
AR: Es un aspecto al que le prestamos mucha atención y trabajo, pero irónicamente se basa en la sencillez. Instrumentos básicos, amplificadores antiguos (básicos) y tambores y platos gordos (básicos). Para conseguir atmósferas, la guitarra pasa por varios efectos que hacen que todo se abra más.
CR: Un collage de todo lo que nos gusta, intentando usar el nexo de la elegancia, con las premisas de que suene a The Dry Mouths y no suene hortera. En cada etapa, en cada disco, experimentamos con cosas nuevas sin perder nuestro hilo.
¿Qué expectativas tenéis en el mundo de la música?
AR: Llegar a los 30 habiendo recorrido el mundo tocando y con bastante dinero en la cuenta.
JM: Seguir haciendo lo que nos gusta, ensayando, grabando, dando conciertos y aprendiendo de todo. No siempre se disfruta haciendo lo que te gusta, pero de eso intentamos aprender también para no fundirnos mucho… queremos seguir dándonos a conocer, y disfrutar. Ver cabezas desde el escenario moviéndose arriba y abajo mientras nos escuchan también mola
CR: Seguir componiendo, aprendiendo y sacando discos. Crecer como personas a través de la música. Poder mirar atrás dentro de unos años y sentirnos orgullosos de todo el camino recorrido y las cosas que hemos hecho…
¿Cómo veis la escena nacional a nivel de bandas?
JM: Hay millones, y muchas, muy buenas. No tengo una idea muy clara de lo que es la escena, hay estilos que, aun siendo minoritarios y basados en el rock y la experimentación, ahora mismo tienen una escena, un movimiento común a varios niveles: bandas, sellos, promotores…
AR: Muy muy activa. Mucha calidad. Grandes ideas. Bastante postureo.
Nuevo álbum llamado “When The Water Smells Of Sweat”, ¿qué habéis querido mostrarnos con él?
AR: Ha sido más bien para demostrárnoslo a nosotros mismos… Ver si éramos capaces de empezar algo de cero y conseguir un resultado aceptable (bueno para nosotros) en el que nosotros mismos nos encargáramos de todo lo posible.
CR: Superar todo lo que habíamos hecho antes, sobre todo en cuanto a naturalidad en el sonido del disco, produciendo, grabando y mezclando todo nosotros mismos, en nuestro estudio.
JM: Hemos dejado fluir las canciones y tocado con total libertad experimentando hasta dar con el sonido y el tipo de temas que queríamos. Hay desde un calmado pasaje instrumental de un minuto y poco hasta un tema doom de 7 minutos. Hacemos lo que se nos ocurre, y hemos intentado plasmar en el disco tanto nuestra forma de hacer temas como la esencia de nuestro sonido en vivo.
Habladnos de la producción del álbum a grandes rasgos…
JM: Costosísima. Económicamente, la que nos ha supuesto mayor esfuerzo… nos empeñamos en buscar un ensayo grande y espacioso para acondicionarlo, terminamos montando un estudio de grabación, empezamos a hacernos de equipo: micros, mesa, pc, y cuando tuvimos los recursos y los temas, empezamos a grabar el disco. El trabajo de mezcla también lo hicimos nosotros y Mario G. Alberni nos puso la guindaza con el master en Kadifornia.
AR: Hemos sido obreros dueños de los medios de producción, como en el comunismo bien entendido. Por lo tanto, hemos tenido libertad absoluta, sin horario, sin prisas y sin nadie de fuera metiendo baza. Probamos esto y aquello, nuestras anotaciones eran algo así como: el micro A en la posición 3 entrando al canal 8 mientras se usa la guitarra amarilla. Previamente pasamos horas y horas leyendo artículos, libros y viendo documentales sobre procesos de grabación y producción de todo tipo.
El disco está co-editado por 7 sellos, ¿por qué habéis decidido hacerlo así?
AR: ¿Por qué hacer una fiesta solo, si puedes estar con 7 personas a las que les gusta lo mismo que a ti? Pues seguramente porque no tienes la posibilidad de comprar todo lo que la fiesta requiere, y lo más importante, te ayudarán a mejorarla.
JM: Ha sido más un desenlace tras la búsqueda de apoyo. En otras ocasiones, nos hemos autoeditado con nuestro Aneurisma Records y con Clifford Records, pero los costes de edición en vinilo son bastante elevados. Además de la ayuda a nivel económico que supone una coedición, estamos muy agradecidos de que haya gente que confíe en lo que hacemos y que participe en que nuestra música esté allá donde haya una oreja que quiera escucharla (en formato vinilo y CD, en cinta ya veremos. Próximamente en piedra)
¿Cómo es la manera de componer en la banda?
JM: hay uno del grupo que tiene 8.000 discos pensados en la cabeza desde hace varios años. A veces pone unos cuantos huevos, unos se fertilizan y otros se secan… no, hombre, pero un poco si. A partir de un par de riffs con una base rítmica a la que le intentamos imprimir flow, tenemos una masa. Luego vienen horas y horas de darle forma entre los tres. Está guapísimo.
AR: Surge una idea pequeña, y luego otra y otra. Vamos montando la canción poco a poco añadiendo elementos. Normalmente luego la desechamos y volvemos a empezar. Al final, va quedando un poso de algo que nos gusta y que va dando forma a lo que será la canción terminada. Luego lo desechamos.
¿Qué tema recomendarías del disco?
AR: “This Could Be The Beginning Of A Beautiful Friendship” es muy bonita.
JM: “Catalonian cream” es un temaso.
CR: Yo también tengo debilidad por La Bonita Amistad.
Un deseo…
JM: La seriedad mundial
CR: ¿Sólo uno…? Paz, Amor, Salud, Ilusión … sacar muchos discos, tener flequillo, tocar en el Resurrection, Primavera Sound, los conciertos de Radio 3 …
AR: ¿Sobre el disco? Que lo goses.
Para los seguidores de Mautorland, ¿por qué deberían escuchar la música de The Dry Mouths?
AR: Es una oportunidad de escuchar algo que dudo hayan escuchado en otro sitio y que, vete a saber, lo mismo hasta te gusta. ¿No hay que probarlo todo?
JM: Son canciones de baja fidelidad para gente de alta fidelidad.
CR: ¿Deberían? No sé…