Necrofilia musical: Si eres músico, puedes ser rico cuando estés muerto
No sé si esta definición está ya inventada, pero hay un curioso movimiento de personas que las asocio a la necrofilia musical y que podíamos definir así: “la necrofilia musical es la fascinación por el músico muerto del que en vida pasas como de comer mierda”. Si ya sé que es una definición un poco burra, pero muchas veces hay que llevar las cosas al extremo para comprender bien una situación.
Es notorio y público que al morir un músico sus discos empiezan a venderse como rosquillas, o simplemente una carrera en vida pasa totalmente a reverdecer viejos laureles. Este artículo no va dirigido a los fans de estos músicos, estos no cuentan, son los que toda la vida han seguido al artista y le han comprado todo lo que ha vendido. Me dirijo a un raro espécimen de seres que al morir un músico/a lo flipan en colores, compran sus discos y de la noche a la mañana son superfans.
Ejemplo: David Bowie. Nada más morir el gran artista británico, sus ventas de discos han subido un 5.000%, me juego las pelotas que más de la mitad de la peña que ha comprado un disco de Bowie tras su muerte no lo había escuchado en su puta vida. Ha sido increíble ver como en nuestro país han salido fans de Bowie hasta debajo de las setas, sólo quiero recordar que en una de las últimas visitas del británico a España, se tuvo que cambiar el lugar del show por la baja venta de localidades.
Tres cuartos de lo mismo pasará con Lemmy y sus Motörhead. Él mismo en sus memorias reconocía que su banda no era una gran vendedora de discos y que se lo había currado toda la vida; pues ahora Lemmy te vas a forrar, pero claro tú no olerás ni chapa.
Ejemplo: Michael Jackson. Uno de los artistas más vendedores de la historia, que en cambio antes de su muerte estaba arruinado, sin blanca. Por sus desmanes y excentricidades tenía una deuda estimada de más de 500 millones de dólares. Tras su muerte en tan sólo dos años recuperó 150 millones.
Llegados a este punto me viene una pregunta a la cabeza, ¿a qué viene de repente tanta fascinación por el artista fallecido? ¿Ahora todo el mundo aprecia su arte tras morir? Para mi la razón es muy sencilla: está de moda. La mayoría de la gente, hablo claro está a la que no le gusta la música, sólo se mueve por tendencias, el famoso “trending topic”, lo que en el momento está presente, lo actual… No hacen un esfuerzo en su vida de buscar un artista, descubrirlo y apoyarlo, esperan que se lo den hecho, y claro, así nos va.
Es cierto que todo esto no es nuevo, desde Mozart, a muchos artistas les ha costado ser reconocidos en su época, pero en esos tiempos no había la posibilidad de tener un conocimiento al momento de las noticias, canciones etc… Los artistas en el pasado se movía en círculos más cerrados al que sólo podían acceder determinadas élites. Por suerte el siglo XX cambio todo eso y la música se volvió popular, por tanto ahora no hay excusa que valga para no intentar descubrir a genios y sólo alimentarse de su música cuando están muertos; porque por si no lo sabéis ellos no se van a enterar, y los únicos que se van a beneficiar son los sellos discográficos y sus herederos.